8. Sortilegios Weasley.

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En multimedia, Alice Longbottom (Lily Collins, Clary Fray, Rosie Dunne, Samantha Borgens o como quieran llamarla).


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-Emm... jejeje, ¿qué?

Rose me dio una sonrisita nerviosa e histérica, mientras Scorpius permanecía en silencio con la vista fija en un punto indefinido.

-Lo que escuchaste, no lo repetiré.

Froté mis manos entre sí, mirándolos nervioso. Después de dos semanas había decidido contarles, aprovechando el primer momento en que no me dejaron tocando el violín.

Aun así, no había sido el mejor momento tampoco: estábamos en medio de Honey Dukes. Sin embargo, todos estaban en los suyo y, como Hugo estaba también dentro del local, Rose y Scorpius habían abandonado su plan meloso. Con lo imposible a favor, aproveché para contarles en un murmullo que había besado a Paris.

-¿Por eso estuviste tan raro estos días?

-Oh, ¿te has dado cuenta? -inquirí, con sorna-. Pensé que ustedes apenas se acordaban de que yo existía.

Ambos rodaron los ojos pero ninguno de los dos negó que yo tenía razón. Todo el tiempo estaban besándose o abrazándose, ni siquiera les molestaba que yo estuviera frente a ellos sintiéndome tan incómodo que deseaba escapar continuamente. No había tenido oportunidad de contarles sobre el incidente con mi mejor amiga, dado que no creía como apropiado soltar la bomba mientras ellos estaban muy acaramelados refregándome su amor en mis narices.

-¿Cómo fue?

Expliqué absolutamente todo, sin incluir algunos detalles como que me había pillado observándole el culo. Realmente no quería escucharlos inventar estupideces que no eran ciertas.

Debo admitir que aunque le estuve dando vuelta a este tema durante dos semanas, en ningún momento me sentí mal por Colin. Él era mi amigo, claro que sí, pero por alguna razón aparente no tenía ningún tipo de arrepentimiento ante la traición que le había tendido. Tal vez era porque él ya tenía asumido que no existían sus oportunidades con ella o porque me veía obligado a no sentir culpa porque Colin nunca se enteraría de lo que había pasado: el incidente no iba a salir de nuestro grupo de amigos íntimos, es decir, sólo Scorpius, Rose, Gaia y, obviamente, Paris y yo, lo sabríamos.

Con respecto a mi mejor amiga, todo estaba de maravilla. Habíamos fingido olvidar la situación exactamente un segundo después para que nada se tornara incómodo. Hasta ahora mismo simplemente habíamos deseado borrarlo de nuestras memorias como si nunca hubiera pasado, pero debo admitir (aunque me cueste tan sólo pensar en ello) que más de una vez me había quedado mirando sus labios, al igual que pillé a Paris haciendo exactamente lo mismo.

Durante mi relato, Scorpius permaneció callado y pensativo, aun sin poder creerlo, mientras que Rose daba grititos histéricos y felices, como una loca adolescente muggle que conoce a su cantante favorito. Parecían haber invertido los roles o, más bien, la explicación estaba en que mi mejor amigo había absorbido toda la cordura de mi prima a través de la saliva. Sí, no había otra explicación.

-Y... bueno, la mejor forma que se me ocurrió para calmarla fue besarla.

Me balancee sobre los talones de mis pies con las manos entrelazadas tras mi cuerpo. Esperaba que sus reacciones cambiaran, algo así como que me regañaran y dijeran que arruinaría nuestra relación de mejores amigos: lo que había imaginado que dirían. En vez de eso, Rose soltó un gritito alegre y chillón para luego aprisionarme entre sus brazos en un fuerte abrazo que amenazaba con asfixiarme.

Albus Potter y la maldición de los Potter || #PNovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora