T19.

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Kyra.

En griego, 

delicada.

Nunca jamás había escuchado un nombre tan hermoso.

Y he escuchado muchísimos.


La noche anterior intentó besarme con lágrimas en las mejillas.

Sequé sus lágrimas y la consolé.

La mimé hasta que se quedó dormida, a eso de las dos de la mañana.

Y velé su sueño.

Que alguien más se encargara del trabajo,

estaba cuidando una vida en vez de llevármela.


Cuando despertó, 

con sus ojos soñolientos 

y unas ojeras que contenían galaxias,

me dio los buenos días

y me robó un beso.

Me quedé atónito y ella rió.

La miré como por dos minutos,

y ella hizo lo mismo.


No tuve más remedio que robarle otro beso para quedar a mano.

Ese día caminamos por las vías del tren,

haciendo equilibrio para no caer

y huyendo de los trenes.

Me besaba al filo de la muerte

y la ironía iluminaba la escena.

Tren perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora