Cap. 12

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*2 meses después*
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Por todos los cielos, que ladilla contigo...
Y ella habla, y habla, y habla, y habla, parece nunca acabar. Es lo mismo, no deja de trabajar nunca, me tiene guardia encima, soy de ella, no permite que lo olvide. No puedo seguir así, me volverá loco.

-¿Me estás escuchando, amor?- Y lanza esa mirada intensa, que ojos más hermosos los de esa mujer-. Como siempre, pendiente de otras cosas.

-Claro que te escucho, ángel, sigue.- Le sonrío.

Responde con el mismo gesto, continuando con su charla. Se supone que Gemma y Harry estaban en clases, pero sólo quiero que salgan ya. Desde que Eleanor se marchó, nada ha sido igual, Harry cambió por completo; Actúa vacío, se siente así. Necesitamos verla, intente escribirle de varias maneras, hasta le he enviado un zorro mensajero, no quiere saber de nosotros.

Diviso a mi princesa de lejos. Lleva unas semanas saliendo con este muchacho, nadie mejor para ella, que el mismísimo hijo de la una de las Supremas. Fue directo a lo grande, ¿Eh? Superó por fin a Harry, debió comprender que nuestro chico es muy... Bobo para esas cosas. Le hago señas con el brazo para que se vengan a sentar con nosotros, logra verme y jala a su compañero animadamente en mi dirección.

-¡Hola, Julio!-Me abraza-. Hola, Querrrrr.- Se ríe y la saluda.

-Epa, chamo.-Lo saludo-. ¿Qué tal?, ¿Mamá te soltó la correa?- Digan lo que digan, no dejaré de jugarle sus bromas. Sonríe como puede, amo esa expresión:- ¿Y Harry? Se supone que estaba contigo.- Lo busco con la mirada.

Ahí esta. De nuevo, mirando a los árboles, que miedo, requiere ayuda profesional, alguien como Gabriel, que sepa manejarlo. El muy idiota esta enamorado de un huracán, sabe que le hará daño, pero no puede evitar querer dejarse llevar por él.

-Tráelo, Julio.- Susurra Gemma con preocupación.

Observo que nadie más este mirando y camino con velocidad hasta él. Le toco por el hombro obligándole a verme, negamos con la cabeza, "esto no puede seguir, Harry, ella no volverá", hablo por lo bajo. Y dolerá aceptarlo. Asiente con la cabeza, respira profundo, lo tomó por el antebrazo pegándolo a mi. Oh, hermano....

-Harry, ¿Qué pasó?- Acude Gemma. Noto la mirada de Jeremías, incómodo, aún no se acostumbra a su amor por él. Lo sienta en el centro de la mesa, a nuestro lado. Me mira y niega-. ¿Qué tiene un camello con tres jorobas?- Pregunta de la nada.

-¿Un trastorno grave?- Responde mi ángel confundida.

-¿Una deformación prematura?- Indaga Jeremías.

-¡Un embarazo!- Ríe como loca, golpeando la mesa, sorprendiéndonos a todos. No pude aguantar la risa y me raspo la garganta al soltar la carcajada. Harry va soltando la risa por gota, poco a poco, toda la mesa cae.

Fue una movida excelente. La conversación fluyó sin problemas, sacando a nuestro amigo de un hoyo temporal. Este tipo de momentos con los seres que más quieres, son simplemente hermosos, en donde no piensas qué pasará luego ni que pasó antes, sólo importa el hoy, el presente, y desde luego... Que la pizza no se enfríe.

Breaking RulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora