Había una enorme cola para abordar el avión, que por cierto ya estaba retrasado, a lo largo de toda esta, estaban los típicos grupitos formados, al principio los superiores, los guays, después los plebeyos, los normales que nunca son importantes pero siempre están ahí, luego los fracasados, los que nadie de los otros grupos quiere pero entre ellos se cuidad y al final Samuel.
Un remordimiento le carcomió la cabeza al no tener contacto con Frank desde el incidente, pero a la vez su orgullo le podía y le importaba un pepino donde se hubiera metido ese cabrón, tenía divisados a Alejandro y a Guillermo adelante, en el lugar de los plásticos. Asco.
Con la mirada clavada en el móvil y la mano derecha en su maleta morada, observaba lo felices que eran sus padres sin el a través de Facebook, su segunda Luna de Miel en Hawaii se veía muy divertida y más sin él. Deprimía su publicación cenando en la playa muy románticos, mientras el casi muere en medio del mar.
--Hola Samuel, ¿Como estáis?-- saludó amable una voz femenina por la espalda.
--Hola, bien ¿y tu?-- respondió muy suave.
Alison. La chica risueña con quien compartía una o dos clases, resplandeciente, impecable como un diamante y con una sonrisa de oreja a oreja.
--No te vi en todo el servicio ¿En que grupo estuviste?-- preguntó curiosa por una respuesta.
--En el 2-- Pues todos los estudiantes del servicio se habían dividido en cuatro grupos separados por diversas partes de Mundaka.
--Oh, ahora lo entiendo, yo estuve en el 1-- informó.
Samuel respondió con una sonrisa y luego miró a la nada. No tenía ninguna palabra por decir, se frustraba por no tener ni puta idea de que platicarle.
--Escuché que tuviste que hacer el servicio con Guillermo ¿Es verdad?-- Lo que Samuel no sabía era que todos querían cuidar a Guille, ya que era el mejor surfista y difícilmente le pasaría un accidente.
Si, aja.
--Si-- agachó la mirada y rozó su nariz con un dedo deseando terminar la conversación de una buena vez.
--¡Que suerte! yo quería a ese chaval, dicen que ha hecho surf desde los seis años, debe ser excelente--
Pues Samuel tenía claro que era bueno hasta en primeros auxilos.
--Si-- se limitó a responder.
Frank le gritó a Samuel a lo lejos para tan siquiera saludarlo, había llegado un poco tarde y estaba hasta el final de la cola, pero solo lo ignoraba y si Allison le decía que alguien le hablaba, hasta esta salía ignorada.
El avión se abordó algunos minutos después, Samuel fue junto con Allison hasta el final donde ella se adueñó de la hermosa vista de la ventana, este dejó la discusión a un lado, pues le daba pavor la altura.
En un santi amén, la chica se quedó dormida con los cascos puestos, Samuel se preguntaba cómo podía ir tan serena cuando él ya no aguantaba la cabeza, el dolor de oídos era tremendo.
De repente, ya tenía a Guille pidiendo permiso para sentarse junto a él.
--¿Puedes hacer tus piernas a un lado pringao'?-- preguntó como una orden según amable.
Samuel no dijo nada, solo abrió paso para que se sentara en el asiento entre Alison y él.
--¿Por qué venid aquí?-- De tanto ruido que producía el avión, y los oídos tapados de Guillermo, no entendió ni pio y a señas pidió que lo repitiera.
Samuel a duras penas repitió lo que dijo más fuerte con el temor que alguien volteara a verlo.
--No es de vuestra incumbencia-- dijo seco.
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DURANTE CIEN AÑOS (WIGETTA) #Wattys2016
Fiksi PenggemarUn mundo opuesto al propio es bienvenido, siempre y cuando llegué a complementarlo. Samuel, un jóven escualido y normal de 17 años había alcanzado sus sueños. Aparentemente. Solo supo que estaba incompleto hasta que aquel surfista de grandes mejilla...