Capítulo 6

44 6 0
                                    

*Alma*
Echo andar calle abajo, veo una romántica escena de amor entre dos quinceañeros que me hace suspirar.
Entonces de repente algo me hace cambiar completamente de opinión.
-Abel! -grito y este inmediatamente se vuelve.
Empiezo a correr hacia el y le veo su cara de preocupación al mismo tiempo que de satisfacción.
Llegó a donde se encuentra y me situó junto a el.
-¿Que pasa?,-me pregunta mientras me coloca el pelo bien.
-Nada, que he cambiado de opinión.
-¿Te vienes? -me dice y yo asiento con la cabeza.

-Sube -dice señalando la puerta del copiloto.
-¿Que? ¿Tienes coche? -digo con los ojos como platos.
-Claro y carnet tengo diecinueve años -joder me había olvidado completamente de su edad, me lleva cinco años- o no pensaras que hoy a conducir sin carnet -dice regalamdome una bonita sonrisa.
Abre la puerta del piloto y esta a punto de montarse cuando me mira.
-¿No te piensas subir? -me pregunta riéndose.
Hago un gesto negativo con la cabeza.
-No seas tonta -me dice mientras se pone a mi lado.
-Te puedes meter en graves problemas -le advierto.
-Y tu -dice con una sonrisa picarona.
Giro la cabeza hacia otro lado y al volverla, tengo sus labios acariciando los mios.
¡¡Que!! No puede ser y lo peor es que no lo paro, sigue y sigue. La verdad es que besa muy bien. Esto disfrutando para que negarlo.
Lo separo y me sonríe.
-Estabas deseando -me dice mientras me vuelve a acariciar el pelo.
Joder como me pone eso.
-No el que estaba deseando eres tu -le grito. Y una mujer que esta pasando justo por la acera de enfrente en ese momento, se queda mirando y yo me ruborizó.
-¿Te vas a montar ya?
Me monto y acto seguido se monta el. Arranca y emprendemos camino.
-Pon la que quieras -me dice mientras conduce y me mira.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me he dado ni cuenta de que Abel me hablaba.
-¿Que? -digo sin saber a que se refería.
-La musica que pongas la que quieras -acelera.
-No corras tanto.
-Conmigo nunca te pasara nada -dice.

Llevo en silencio 10 minutos. No se donde vamos y tampoco tengo intencion de preguntar. Si anoche me salvó de que me violaran no creo que ahora lo intente el. Suelto una caracajada al reflexionar sobre mi tonta ocurrencia.
-Llevas mucho rato callada -dice sonriendo.
-Me has besado -digo volviéndome de repente muy sería.
-¿Y?
-¿Como que y? -grito- tienes novia y no me conoces, ni siquiera sabes si yo tengo novio o no. No sabes absolutamente nada de mi, espera, ¿sabes mi nombre? Ah si, ¡porque Dani me lo pregunto! Que si fuese por ti ni eso sabrías -digo como una histérica, y me echo hacia atras.
El no dice nada. 2 minutos después se para en un camino, echa el sillón hacia atrás y se queda mirándome.
-¿Que?- refunfuño.
-Para empezar no tengo novia, lo deje anoche, porque es una celosa paranoica que no me dejaba ni respirar. Si sabia tu nombre pero no por Dani, sino porque tu amigo te lo dijo mientras el guardia anoche OS registraba. Estuve toda la noche mirándote y si, no te conozco. Pero solo me hace falta mirar a esos bonitos ojos verdes para saber que eres una chica maravillosa. Y bueno si tuvieses novio ahora mismo posiblemente estarias con el y no conmigo.
Entonces lo miro y me sonríe. Y en menos de dos segundos estoy montada encima de el. Sus labios acarician los mios suavemente y me siento perfectamente. Sus manos acarician mis caderas mientras yo les doy un leve movimiento.
-Esto no esta bien -digo mientras separa su cuerpo del mio.
-Si lo esta, ¿le molesta a alguien? ¿que importa la gente Alma? -dice frunciendo el ceño.
Tiene razón a quien le molesta, soy libre cuan me plasca y con quien me de la gana, dentro de unos limites, aunque no debería ser así.
Le doy un corto beso en los labios.
-¿Contesta esto a tu pregunta? -digo para después unir de nuevo mis labios a los suyos. Y esta vez de forma mas apasionada.

Después de pasarme casi 10 minutos así Abel me indica que me vuelva a mi asiento y lo hago. Arranca y emprendemos camino. Me lleva a una especie de monte donde se ve toda la ciudad.
-Es bonito ¿verdad?
-Si -digo ensimismada por las preciosas vistas que tengo delante.


-Ya estamos llegando -dice Abel.
-Se donde vivo -digo vacilando y el se ríe y me mira.
-Mmm-dice al tiempo que le saco la lengua.
-Aparca aquí -le digo.
Rodeo su cuello con mi mano y lo beso fugazmente.
-Ya hablamos ¿vale?- me dice mientras me bajo del coche.
-Claro -digo y cierro la puerta.

Entro en mi bloque y hay dos personas esperando para tonar el ascensor así que subo por las escaleras. Busco las llaves en mi bolso. Mierda. Siempre pasa lo mismo.
Entonces pasa una niña de pelo corto morena y de unos 5 años por delante mía. Se para frente a mi.
-Y tu, ¿como te llamas? -me pregunta la niña. No me suena haberla visto antes por aquí.
Me agacho para ponerne a su altura y le sonrió.
-Yo me llamo Alma, ¿me das dos besos como los mayores?
-Si -grita la dulce niña emocionada.
Le doy dos besos y entonces le preguntó.
-¿Y tu como te llamas?
-Yo me llamo .. - y entonces la interrumpe una chica.
Es de estatura media castaña con el pelo largo y ondulado. Sus ojos son marron chocolate. Tiene la cara muy redonda y es blanquita de piel.
-Estefania, te tengo dicho que no hables con desconocidos -dice la chica que acaba de llegar.
-Ah, lo siento -digo y sonrió a modo de disculpa- yo soy Alma -le digo y me inclino para darle dos besos.
-Encantada, yo soy Noa.
¿De donde habrán salido estas simpáticas chicas tan simpáticas?

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora