*Noa*
De donde habrá salido esta chica tan guapa. Es la verdad. ¿Como la habrá encontrado mi hermana?
-Soy la nueva inquilina del 27A -decido decir.
-Si?!!-dice Alma medio gritando- yo vivo en el 27B.
Ostias, es mi nueva vecina y parece simpatíca, voy a tener suerte.
-Somos vecinas -decimos a la vez. Y sonreímos.
-Noa- oyó decir a mi madre.
-Bueno mi madre me llama, ya hablamos. Vamos Estefania -le digo a mi hermana pequeña.*Paula*
-Apaga ese puto sonido -le grito al imbécil de mi hermano, pero no obedece.
Me encierro en el baño y me meto en la ducha.
-Vaya puto resacon tengo encima -le digo a la ducha.
Salgo de la ducha y cojo mi móvil, marco un numero de teléfono.
-Si -dice Alma.
-Tengo un resacon de cojones -le digo y escucho un golpe a través del auricular- ¿Que pasa?
-La maldita salten -dice riendo.
-¿Estas cocinando ? -pregunto mientras me peino.
-Si, estoy haciendo crêpes -dice con acento francés, y al final estalla en risa.
-Mmm que ricas.
-Vente a mi casa en media hora y nos las comemos -me dice.
-Allí estaré -le digo y cuelgo.*Alma*
-Voyyyyy- le grito a la puerta, o a quien este llamando en ella.
Abro la puerta y me llevó una sorpresa.
-Hola Noa -digo y ella saluda con la mano- Pasa.
-¿Tienes sal? -dice ella.
-Si claro, espera un momento.
Cuando estoy llegando a la cocina vuelven a llamar.
Regreso a la puerta y abro bajo la atenta mirada de Noa.
-Nena como van esas crêp... - y se queda callada al ver a mi nueva vecina.
-Noa -digo sonriendo- ella es Paula, Paula -digo mirando a mi amiga- ella es Noa mi nueva vecina.
Se dan dos besos.
-Bueno yo ya me iba -dice Noa cogiendo la sal.
-Hasta luego Noa -le decimos al unísono Paula y yo.
-Vamos allá con las crêpes -dice Paula.
-Vamos -digo y llegamos hasta la cocina.
Cojo el plato de crêpes y la nutella y vamos al salón.
-¿Estas sola? -pregunta Paula mientras coje la nutella y la unta.
-Si, mis padres han salido a cenar porai, no creo que vuelvan pronto.
-Tía, ¿no tienes ganas de una buena fiesta?
-Tía si estuvimos el otro día en una -digo riendome.
-Da igual tia- dice comiendo a toda prisa- vamos, son las ocho y medía, volveremos a la una sin que nadie se entere.
-Pensándolo bien, tampoco seria mala idea, podemos invitar a Noa. Espera tengo una idea.
Vamos a mi habitacion y me subo a la ventana.
-Que haces tía, no te iras a suicidar no? -grita Paula.
-Calla capulla.
Como por fuera de mi bloque de pisos hay una especie de escaleras de emergencias por fuera. Así que puedo llegar a la ventana de Noa.
Llamo y Noa sale con cara de espantó.
-Perdona si te asuste -digo y sonrio.- pero Paula y yo, vamos de fiesta, y nos preguntábamos, si tu querrías venir.
-Esta bien.
-Dentro de 10 minutos nos vemos en el portal.
-Vale.
Vuelvo a mi habitación.
-Ha dicho que si Paula.
-Vale, dejame algo de ropa.
Se pone un top amarillo con una falda de tubo negra. Yo me pongo unos pitillos blancos cpm un top de tirantas negro. Cojo una chaqueta negra y mis tacones negros. Paula coje mis cuñas negras.
Bajamos y llamo a mi madre mientras ella hace lo mismo.
-Mama, estoy con Paula -le digo.
Al principio refunfuña un poco, pero termina aceptando.
Ahí esta Noa, lleva unos vaqueros rajados y un top de flores verdes junto a un chaquetón.
Las tres emprendemos camino hasta que nos metemos en la primera fiesta que vemos que parece tener buena pinta.
Ahí un DJ pinchando en el centro de la pista y parece muy joven.
Nos ponemos a bailar las tres, Noa y Paula van al baño mientras yo voy a pedir.
-Dos ron y un befeeater -le digo al joven camarero.
-¿Tienes mas de 16? -me pregunta enarcando una ceja.
-Claro que si -digo sacando tetas y no se porque hago eso.
- Si seguro -dice este.
-Ella no, pero yo si -dice una voz masculina al lado mi.
Me giro y no salgo de mi asombro. Es el DJ. Y es guapísimo. Me sonríe. Oh dios. Tiene una sonrisa perfecta. Y no para de sonreír. Le paga al camarero nuestras bebidas y estoy tan eclipsada con ella.
-Gracias -es lo único que puedo decir.
-Bah no es nada, como yo pincho lo mio no me lo cobran -dice y suelta una carcajada -oye tanto bebes, porque tres cubatas para ti sola...
-Ah que va, mis amigas -digo y le muestro también mi sonrisa- pero creo que se han perdido.
-Bueno sino aparecen te vienés conmigo -dice y sonríe.
Entonces aparecen los diablillos.
-No OS podíais haber perdido -refunfuño en voz baja.
Ellas me miran raro.
-Ahora volvemos, vamos a bailar y te dejamos ligar - me susurra Paula.
Yo le sonrió y le saco un corte de manga.
Cojo mi vaso y le doy un sorbo, el hace lo propio con el suyo.
-No me has dicho tu nombre -pero en vez de pensarlo lo digo en voz alta. Alma concentraté ya.
El sonríe.
-Sergio, mi nombre es Sergio.
-Como el cantante -digo riendo.
-Mmm Sergio contreras o Sergio Dalma?
-Ambos -digo- los dos cantan muy bien- en hace un gesto afirmativo con la cabeza.
-Y tu tienes cara de tener un nombre poético -dice mientras me toco mi melena pelirroja.
-¿Poetico? -rio- no se yo. Me llamo Alma.
-Bonito nombre, ves ya decía yo.
-¿Vienes conmigo a la puerta?
-Claro -digo mientras cojo mi vaso.Salimos a la calle y el frío aire nos golpea en la cara. Sergio me agarra del brazo, hasta que llegamos al pollete de un banco. Sus ojos verdes resaltan en la oscuridad. Es moreno y de mi estatura. Y su sonrisa es perfecta.
Mete la mano en su bolsillo y saca un paquete de cigarrillos. Mierda.
-¿Quieres? -me pregunta.
-No gracias, no fumo -y pongo la sonrisa mas forzada de toda la historia.
-Tienes cara de niña buena -entonces miro hacia otro lado -en el buen sentido -dice mientras suelta el humo por su boca.
No se porque pero lo ha fastidiado todo. Osea no se el que ha fastidiado pero me da esa maldita sensacion.
Miro hacia abajo y entonces recuerdo que mi chaqueta la he dejado dentro. Automáticamente un escalofrío recorre mi cuerpo.
-¿Tienes frío? -dice Sergio mirandome- Oye ¿no me vas a mirar? Que fume no significa nada -sonríe y no miro.
En ese momento me estrecha contra su pecho y huelo su perfume.
Lo inspiro, esto es mejor que cualquier droga.
Pero que dices Alma me grita mi subconsciente.
Tu calla por una vez en tu vida.-¿Se te ha pasado un poco?,-me pregunta devolviéndome a la vida real.
-Algo -respondo encogiéndome y el vuelve a abrazarme.
-Quien ha visto salir así en pleno Febrero.
-Si tengo.. -pero entonces cuando estoy a punto de darle una explicación, el coloca su denso índice en mi boca y entonces roza mis labios.
No puedo creerlo. Entonces inclino mi cabeza hacia el. Sus labios están a tan solo 2 cm de los mios.
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Deseo Prohibido
RandomLa vida de Alma se podría decir que era normal, hasta que Abel apareció en ella. Desamor, romances, engaños, y sobre todo deseo.