Capitulo 11

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*Abel*
La deseo. La deseo como no he deseado jamas a nadie. Siento fuego por dentro. Pasión. Pura pasión. Quiero hacerla mía y unirla a mi, y no apartarla nunca. Sus manos recorren mi abdomen perfectamente definido.
-¿Te gusta EH? -le digo estando encima de mi.
-Me encanta - me dice ella con la boca seca.
La beso apasionadamente. Después me dirijo a su cuello. Bendita droga. Coloco mis manos en su culo y la presiono contra mi, mientras le beso el cuello y ella gime.
-¿Estas segura? -le pregunto.
Se que es su primera vez y no quiero presionarla ni mucho menos.
Entonces se detiene y me mira.
-Si, lo estaba, pero ahora no se -se incorpora, aunque sigue montada encima de mi, mira hacia otro lado.
-Ven aquí anda -le digo mientras le abro los brazos para darle un abrazo.
Ella se tumba junto a mi y nos abrazamos.
-Sabes que nunca te presionaría, cuando estés lista, quiero que tu primera vez sea especial.
Noto como Alma sonríe.
-Te quiero -susurra.
-No tengas miedo de decirlo preciosa- se mantiene callada- te quiero -le digo.
-Te quiero -responde ella.

*Noa*
-Hola, ¿esta Alma? -preguntó a su madre.
-No, aun no ha llegado, supongo que estará en la biblioteca, de todos modos yo hoy he llegado antes de trabajar.
-Bueno ya volveré -le digo y me despido.
Me dirijo a mi casa y me encuentro sentada en mi cama a Paula.
-Hola -le digo cerrando la puerta.
-Tu madre me ha dejado entrar -espeta ella.
Me río y me siento junto a ella.

-Pasa -grita Paula mientras nos pintamos las uñas de los pies.
Entra una chica pelirroja y alta.
-Hola Alma -le digo y ella nos saluda con la mano y se sienta en el sillón del escritorio.
-¿Donde te habías metido capulla? -le grita Paula.
-Sergio -digo yo.
-Chan chan error.
Paula la mira con los ojos como platos.
-Abel -continua.
-¿Abel?- Preguntamos extrañadas Paula y yo.
-El de la discoteca -nos miramos extrañadas.

-Joder que fuerte -dice Paula mientras le tira un cojín a Alma y esta lo esquiva hábilmente.
-Eso es todo -concluye ella.
-Muy bonito que no nos lo hayas dicho antes -digo yo.
Nos abrazamos las tres.

*Alma*
Llego a mi casa y me encierro en mi habitación. Son las 20:45. Joder he perdido toda la tarde. Tengo que estudiar un montón para los exámenes finales y he perdido toda una tarde.
Voy a la cocina y me preparo un sándwich, me lo llevó a mi habitación y me lo Zampo.
Inmediatamente me pongo a estudiar.

-Pi Pi Pi Pi Pi -es el sonido de mi despertador.
-¡Joder! -exclamo - Anoche no estudie nada, me quede dormida.
-¿Y ahora que hago? - hablo conmigo misma.
-Lo primero vestirte - me suelta mi yo interior.
-Calla- le digo- no soy tonta.
Me pongo unos vaqueros desgastado y la primera sudadera que pillo con mis ortopédicas de rayas.

Salgo de mi casa mientras miro mi horario.
-A ver a primera... Lengua, eso se me da bien, me lo salto; a segunda sociales, se me da bien, me lo salto; a tercera matemáticas, eso no me lo salto ni de broma; a cuarta física y quimica , no me lo salto; a quinta ingles y a sexta francés, me las salto.
-¿En serio te vas a saltar todo eso? -pregunta Noa con asombro.
-Si -digo y me sonrió.
-¿Te vas con Abel? -pregunta ella interesada.
-Oh no -digo riendo a carcajadas- voy a estudiar.

Llegamos a la entrada del instituto y allí nos encontramos con Paula, Mery y Vane.
-Hola chicas - les digo, pero se miran entre ellas y no me responden, justo en ese momento suena el timbre.
¿Que habrá pasado?

Me dirijo a la biblioteca a paso rápido. Y allí me paso la gran mayoría del día. Y el resto de la semana. Todo sigue igual y no lo entiendo. La única que me trata igual es Noa y se lo agradezco profundamente.
Llega el viernes y la semana que viene son los finales, no puedo permitirme salir sin embargo tengo otros planes.
Le he dicho a Abel que no puedo quedar con él.
Son las nueve de la noche y escuchó carcajadas que provienen de la casa de Noa.
¡Vamos! Mi plan ha funcionado.
Me pongo mi chaquetón ya que debajo llevo un pijama de unicornios rosas y azules.. Si.
Salgo a mi balcón que casualmente comunica con el suyo, y cuidadosamente me azomo a la ventana sin que puedan verme. ¡Y si! Son ellas. Mis amigas. Están Mery, Paula, Vane, y como no Noa. Hablan las cuatro animada mente, y debido al ruido de la ciudad no puedo oír nada. Me siento en el balcón y echo la cabeza hacia atrás. Estaba muy convencida de que todo esto funcionaria... Pero ya no lo estoy tanto. Miro el precioso cielo estrellado que reposa ante mi. Suspiro. Me levanto. Ya voy decidida. No hay vuelta atrás.
-Al toro por los cuernos -digo para mi misma- y al miedo de frente.
Me giro hacia la ventana y la abro ante la presencia de todas.
Noa no muestra sorpresa ninguna por lo que creo que ya estará bastante acostumbrada a que entre así.
Mery y Paula sin embargo, se miran sorprendidas, lo que no consigo descifrar es si la sorpresa sera muy grata.
Y Vanessa como no ríe.
Entro por la ventana aunque no es muy ancha, una vez dentro la cierro y las miro a cada una.

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora