Capitulo 14

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*Abel*
-Eres un capullo - me dice Alma, y tiene todo el derecho del mundo.
-Escuchame.
-Un minuto -dice resoplando - solo voy a perder un minuto mas de mi vida contigo.
-Como te lo explicó Alma... Esa chica es una vieja amiga, la conozco desde hace muchos años... Yo diría que desde hace unos diez. Vivía en mi barrio y desde siempre he estado enamorado de ella. Hace dos años se mudo a otro barrio de Madrid y no había sabido apenas nada de ella, hasta el otro día que nos cruzamos y decidimos intercambiar teléfonos y quedar.
-Pues si tan enamorado estas de ella, corre en su busca -dice levantando las manos.
-Ya no Alma, ya no estoy enamorado de ella.
-Pues hace 15 minutos nadie habría dicho lo contrario.
-¿Porque dices eso? - pregunto sorprendido.
-Por la manera en la que te miraba y tu la mirabas a ella, Abel soy mujer y me doy cuenta de esas cosas.
Se recrea un corto silencio entre nosotros, pero que a su vez se nos hace eterno.
A quien quiero engañar, he estado mucho tiempo enamorado de Miriam y creo, que me sigue gustando.
En ese instante como si Alma me leyera la mente se marcha sin decir si quiera adiós. Y yo no se lo impido, vuelvo hacia atrás y veo de llegar a Miriam.
-¿Que ha pasado? - pregunta ella.
-Es una amiga .
-¿Una amiga que se pone celosa?
Miro al cielo, es mas que eso. Pero no me atrevo a decirselo.
-Vamos - le indico.
-¿Donde me vas a llevar ? - pregunta sonriendo. Tiene una sonrisa muy bonita, pero no tanto como la de Alma, la de ella es incomparable.

*Alma*
Llego al metro con la cara roja, al igual que los ojos. ¿Como he sido tan estúpida? Todo este tiempo ha sido un verdadero capullo. Espero a que llegue el metro, el próximo llega en cuatro minutos. Me subo nada mas llegar. Calculo que tardare unos 12 minutos ya que tengo que pasar por unas 4 paradas.
-¿Ya no te acuerdas de mi? -pregunta una voz masculina- mira que hemos dormido hasta juntos.
-¿Sergio? , cuanto tiempo -digo al tiempo que le doy dos besos.
Se sienta a mi lado.
-¿Has llorado?
-No, es que soy alérgica - me escuso.
-¿A que ?- dice sonriendo- ¿A mi?
- A lo mejor.
Empezamos a hablar y casi me paso mi parada.
-Bueno esta es mi parada Sergio.
-Estaremos en contacto- me guiña el ojo y yo me despido con la mano.

Llego a casa. Mierda mi madre. Entro, pero ella me ve.
-¿Que tipo de hija tengo? - dice mientras limpia.
Yo me limito a observarla.
-No te he criado para que ahora vayas de fiesta en fiesta, ¿Que edad te crees que tienes? ¿Crees que puedes salir cuando te venga en gana? Me ha llamado tu profesora y me ha dicho que últimamente te estas saltando muchas clases.
La interrumpo -lo hize porque tenia que estudiar- alegato en mi defensa.
-No me vengas con escusas Alma, el que tu padre este siempre fuera de casa y que yo me pase la mayor parte del día trabajando no te da derecho a entrar y salir cuando te de la gana. Pero que sepas -alza la voz- que esto se te va a terminar. Todas esas salidas sospechosas se van a terminar. Y con respecto a tus notas, ya puedes ir haciendo un milagro para no haber bajado las notas, porque como sea así...-la vuelvo a interrumpir.
-Como se asi ¿que? Me vas a meter en un internado ¿eh? Me vas a meter en un colegio de monjas de clausura ¿eh?
Deja ya tus amenazas.
Al segundo de pronunciar esas palabras, me ha pesado, pero es la verdad.
-Te estas pasando Alma, ¿donde escuchas ese vulgar lenguaje? Porque desde luego de tu padre y yo no.
-Me voy a mi cuarto.
-Claro, siempre le das la misma solución. Ah, y se te vaya a pasar por la cabeza que esta noche sales.

Me meto en mi habitación y entre lágrimas y problemas de química se pasa la tarde del sábado. Maldita combinación.
Cuando miro el móvil tengo 4 llamadas perdidas. 2 de Abel, 2 de Mery.
Alma: Lo siento chicas, tenía que irme de allí como fuese.
Noa: Te entendemos, no he seguido desde cerca tu historia de "amor", pero se portado como un capullo por lo que me han contado.
Paula: Si Noa, ha sido un cabrón. Pero Alma no vamos a permitir que te haga daño. Ni el, ni nadie.
Alma: Gracias chicas, OS quiero un montón.
Paula: Y nosotras a ti.
Mery: ¿Porque no quedamos esta noche en la casa de alguna?
Alma: Lo siento chicas, yo no puedo ahora esa es otra... Mi madre me ha echado una bronca, de los mil demonios.
Paula: Vaya.
Alma: Supongo que el lunes nos vemos chicas.

-Pasa -grito, al tiempo que cruzo los dedos para que no sea mi madre.
-Arreglate -me ordena ella.
-Me has dicho que no iba a salir.
-Con tus amigas no, con nosotros si -me esta dando la espalda pero se que está sonriendo.
-No tengo ganas.
-Me es igual si tienes o no, te estoy diciendo que te arregles y . -sale de mi cuarto dando un portazo.

Me ducho, me rizo el pelo y decido ponerme un vestido negro, de media manga con ramasqueados amarillos, y unas bailarinas negras.

Mis padres me han obligado a venir con ellos al maldito restaurante al que ahora estamos llegando.
-¿Porque tengo que venir? -refunfuño.
-Porque hemos quedado con unos amigos mios y sus hijos -responde mi padre.

Entramos al restaurante y nos dirijimos a una mesa donde se encuentran una pareja de la edad de mis padres y dos chicos. Uno tendrá unos once y el otro unos dieciséis o diecisiete.
El mayor es rubio, de ojos azules y bastante alto. Para que negarlo es guapísimo.

La cena transcurre sin problemas.
-¿No te gusta Manu? -pregunta mi madre.
-¿Quien es ese? -pregunto con una mueca de extraño en mi cara justo al terminar de beber el agua de mi vaso.
-El chico, Manu, el que esta enfrente.
-Ah, no mama -digo subiendo el tono- tu eres la primera que no me deja tener novio.
-Es que tienes tan solo quinze y recién cumplidos, a esa edad... ¿Que sabras tu del amor ? -joder ya vamos a empezar.
Se como librarme.
-¿Oye Manu no te apetece tomar el aire? -pregunto.










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Hola, espero que OS guste el nuevo regalito! Los de la foto son nuestros protas Alma y Abel.

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora