Clara

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Estamos mi hermano y yo esperando a mamá en su habitación del hospital con un jarrón con tres rosas que hemos comprado entre mi cuñada, él, mi marido y yo.
A mí, me parece que está tardando mucho en venir, aquí el tiempo se para.
Me estoy comiendo un croissant de chocolate que me he comprado en una pastelería subiendo al hospital. Mis nervios me obligan a comer dulce sin parar. Desde que sé que mi madre está tan enferma y no hace más que un día, tengo que comer a todas horas.
Mi padre se ha bajado a descansar.
Nosotros no trabajamos estos días, tenemos fiesta, nos corresponden por hospitalización.
Oímos que llega el ascensor y sacan una cama, debe ser ella.
Tocan la puerta de la habitación, abren y meten a la mami.
Tiene un color aún más pálido del que ha estado llevando hasta ahora.
Nos mira y nos sonríe.
El celador frena la cama y nos deja con ella a solas, su compañera tampoco está.
Empieza a toser y nos pide un pañuelo para taparse la boca. Cuando termina, lo retira y en él hay sangre. Yo me asusto mucho.
-No pasa nada Clara, es normal por la biopsia. No te asustes. Seguramente mancharé más. -Me explica mi madre. Debo haber puesto la cara de muy asustada. Me quedo más tranquila.
Mi madre, le pide a mi hermano que esta tarde traiga a mi abuela al hospital con el coche. Ella es una señora mayor que tiene muy mal las piernas y sola no puede subir. Mi madre sabe que debe estar de los nervios.
Estamos con ella toda la mañana, le traen las enfermeras la comida pero casi no tiene hambre debido a la bacteria y la metástasis que tiene en el estómago.
-Mamá, has de comer algo, no vas a coger fuerzas -le dice mi hermano mientras yo le estoy partiendo las pechugas de pollo.
-Ya como algo, dame la sopa, la carne no me apetece. -Coge la cuchara y empieza a comer. -Está sosa, no lleva nada de sal, es aguachirri.
-Pues aunque no te guste come un poco. - Le digo.
-Me voy a ir ya, así subirá el papá y yo hago la comida. -Se despide mi hermano.
-En que suba el papá me iré a comer, en casa están padre e hija solos.
Ya he mirado la guardería para Laura, mamá. Mañana empieza ya. Mira, acepté que la cuidaras a regañadientes porque quería que fuera a la guarde, y ahora no tengo más remedio que llevarla.
-Pues sí, menudo disgusto me diste cuando me entero que iba a ir a la guardería y no tenerla yo. Y ahora no te la puedo tener. Ya me gustaría. -Ella siempre ha querido cuidar de Laura aunque fuera sólo el primer año de su vida.
-Tranquila mamá, no pasa nada. Venga, sigue comiendo. Ya te pedí disculpas por lo que pasó. -Mi madre asiente con la cabeza.
Pasa un rato y ha comido un poco de sopa, tres trocitos de pechuga y media pera. Madre mía, con lo comedora que es mi madre y lo poco que come ahora. Pero tiene que hacer el esfuerzo, sino, no cogerá fuerzas para la quimio.
Mi padre aparece por la puerta de la habitacion. Ahora se va a quedar él y yo me voy a casa. Mi marido, que también le corresponden días, está con Laura. Esta tarde subirá conmigo y la peque se quedará con mis suegros.
Le doy un beso y me voy con la bandeja de la comida y así la dejo en el carro donde las recogen.

Una vez en casa me vuelvo a derrumbar, mañana nos darán resultados de la biopsia. Qué miedo me da. Héctor me da un abrazo y me besa el pelo. Sabe que lo estoy pasando muy mal.
Comemos los tres y nos tumbados un rato a descansar pues Laura se ha dormido.
Son las cinco de la tarde y estamos en el hospital.
Mi hermano ya ha subido a mi abuela, por fin puede ver a su hija y ésta a su madre.
Mi abuela no hace más que llorar y decir -hija mía, ya decías tú que estabas muy mala- pobre mujer, tan mayor y tener que vivir esto. Se tienen cogidas de la mano.
Pasamos allí la tarde lo mejor que podemos. Tiene visitas de alguna amiga y de la vecina de la puerta enfrente.
Llega la hora de la cena, le han puesto pescado y verdura, no le apetece nada.
-Mar, tienes que comer. Has de ponerte fuerte.
-Mamá, no me apetece. ¡No me pongas nerviosa con la comida, no me entra! Comeré lo que pueda.
Mi abuela está todo el rato con lágrimas en los ojos, muy preocupada. No es para menos.
-Vale hija, vale. Sobre todo no te pongas nerviosa.
Mi marido se ha acaba de marchar a buscar a la peque para darle de cenar y acostarla a dormir. Yo me he quedado un rato más aunque pronto me bajaré, en que venga mi padre.
Éste ya ha llegado a pasar la noche, así que me voy. Me bajo con mi hermano y mi abuela en el coche, hoy hace mucho frío, estamos en febrero.

Ya es de día; hoy empezamos la adaptación de Laura en la guardería. Hoy nos dirán resultados de la biopsia.
Hoy sabremos qué tipo de cáncer tiene.
Hoy será un día duro.

Luz De Vida#wattys2016 #PremiosEmociones2016(Kaina Gibor/Blanca Barcelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora