Despertarte un día y saber que te quedan como mucho tres meses de vida...
¿Qué haríais vosotros? Pues vivir.
Eso hizo mi madre, vivir lo que mejor pudo el resto de sus días.
Por tí mamá, como te prometí.
Allá donde estés, sé que siempre me estas a...
Ya llevo dos meses de quimio, ha ido haciendo algo de efecto y frenando la extensión de las células cancerígenas. Ha conseguido limpiarme un poco el pulmón izquierdo, el estómago y los ganglios de la axila. La metástasis del cerebelo no ha ido a más pero tampoco a menos, está igual. De momento no me da ningún efecto. Al principio, me dijo Gema que podía ver doble, pero de momento nunca me ha pasado. Estoy bastante contenta, creíamos que a abril no llegaba y lo he hecho. Lo que tengo preocupación es por mi nieta. Espero que esté bien, sino mi hija lo va a llevar muy mal. Ya lleva mal lo mío, como para que le venga otra cosa más. Estamos camino de Zaragoza, vamos a ir a ver a la virgen del Pilar y agradecerle que me encuentro tan bien y que aún sigo aquí. De paso, aprovecharemos y llevaremos a mi madre a ver a su hermana; hace años que no se ven. Ya hemos dejado a mi madre en casa de su hermana, ahora, mi marido y yo, estamos llegando a la basílica. Qué bonita está la virgen, hoy lleva el manto rojo. Dicen que cuando lleva este manto concede los deseos. Por suerte no tenemos mucha gente y puedo acercarme más. La miro directamente, -virgencica mía, sólo te pido que el tiempo que me quede lo pase como hasta ahora, bien. Pero sobre todo, cuando me toque partir, no sufrir y poder estar rodeada de mis seres queridos. Y que mi nieta no tenga nada, sea una tontería y se ponga buena. -Le rezo un Ave María. No soy muy creyente de estas cosas y menos de la palabra de los curas, pero en la virgen del Pilar, sí creo como en San Antonio. Compro varias cintas de la virgen y nos vamos a dar una vuelta. Más tarde recogeremos a mi madre. Enseguida nos volvemos para casa.
Hoy, 6 de abril, celebramos el primer cumpleaños de mi nieta. Además, ha venido mi prima de París a vernos, seremos uno más. Me encuentro muy bien. Se me ha caído todo el pelo del cuerpo pero el de la cabeza aguanta. Se cae más de lo normal pero no me hace falta ni peluca ni pañuelo. Desde que me descubrieron el cáncer, no me lo he teñido, me dice Gema que no pasa nada, pero a mí me da miedo. Encima que no me he quedado sin él, no voy a tentar la suerte. No me gusta nada llevar canas, hasta ahora no había tenido, pero bueno, más vale con canas que sin nada. Por suerte me sientan bien los goteros. No me han dado ganas vomitar ni diarrea, me deja la boca llena de llagas y como un esparto pero bien. También he perdido el sentido del gusto, siempre les hago probar las comida a alguno de casa. No sé si están saladas o sosas. En un rato vendrán a comer mi hija, su marido y mi nieta para la celebración del cumple. He hecho yo la comida, como me encuentro bastante bien, quiero hacerla. Ya llevo un tiempo haciendo todo en casa, con ayuda de mi hijo y una señora que viene a limpiar. He salido por la calle tranquila, llevo el carro de mi nieta sin problemas, además, anímicamente me encuentro genial. También cuido de mi madre. Aunque unos pocos de mimos no me habrían venido mal a mí. Mira si me encuentro bien, que la gente por la calle me dicen que se han equivocado y no estoy tan enferma como decía al principio. Otros también me dicen que si he mentido. Yo me pregunto, ¿Cómo voy a mentir de algo tan serio? Simplemente les digo que me han atinado la medicación y he mejorado. Hasta una amiga me ha dicho que para ahora estar bien, tanto paripé al principio. Como no me cae muy allá, y más después de este comentario, intento pasar de ella, lo único que le contesto es que doy las gracias de estar así. Con gente así, mejor ni contestar. La gente se piensa que una enfermedad así no puede mejorar aunque sea mínimo. Debe ser que si estás enfermo tienes que estar llorando todo el día o seria... Pues yo no, ya dije que esto no podría conmigo y que iría con la cabeza bien alta. Eso es lo que estoy haciendo. Vivir. Siempre con la sonrisa en la boca. Aun así, la gente que diga misa, mi familia y yo sabemos lo que tengo y las consecuencias que lleva. Sabemos que así como ahora estoy bien, mañana no levantarme de la cama. Pero yo, mientras hay vida hay esperanza y yo quiero vivir leñe.
El cumpleaños de mi nieta pasa muy rápido, lo hemos pasado bien. Ahora, toca esperar Semana Santa, en dos semanas llega.
Pasamos Semana Santa, ya estamos en mayo, estoy igual de bien. Me han hecho un tac antes de poner otro tipo de tratamiento y así ven cómo va la metástasis. Parece que otra vez ha crecido un poco la del pulmón. Gema me dice que esté tranquila que no es mucho. Me va a poner otro tipo de gotero, serán tres semanas y descanso de una. Le he planteado el irme de vacaciones esa semana de descanso. Le ha parecido una idea fantástica, lo único que me tengo que llevar todos papeles que tengo de la enfermedad. Me recomienda que lleve siempre pamela y crema protectora ya que no me puede dar el sol directamente debido a la quimio. Haremos tres semanas de tratamiento y a la cuarta estaré en Sevilla. No me quiero morir sin verla. Estoy muy contenta, nos vamos a ir mi marido y yo de viaje los dos solos. Aún no me creo que haya llegado a mayo, lo malita que estaba; bueno y estoy, pero ahora ya como y me encuentro mejor, además me he engordado un poco. He recuperado por completo la voz. Intento ir todos los domingos a misa, ya que seguramente partiré más pronto de lo que pensaba, quiero creer que después habrá algo esperándome. Prefiero ir rezándole todos domingos y pedirle que cuando me toque partir, no me abandone, sea lo sea que haya.
Las sesiones de quimio pasan rápidas. Como normalmente siempre te toca el día con las mismas personas, haces amistades y así, se pasa mejor. Hablamos de todo un poco. Algún día también me paso por la asociación del cáncer y compro alguna cosa que hacen para colaborar con ella. Esta semana he comprado un imán de ángel para mi nieta. Qué bonita es, está muy grandota. Ella y yo tenemos mucha química, a mí me vuelve loca. Ahora estoy preocupada porque mi hija no la ha bautizado, quiero que lo haga, no vaya a ser que el de allá arriba la castigue. Pero ella se niega por completo. Me dice que si de verdad hubiera algo, no le habría hecho lo que le está haciendo y no dejaría que ningún niño muriese, ni hubiera hambruna, etc... A mí no sé porqué me ha castigado, pero ahora me toca cumplir este castigo. Debe ser que nos quiere dar otra lección en la vida.
Se pasa el tiempo volando. Nos vamos a Sevilla.
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