Octubre.
Estamos mamá y yo hablando con la oncóloga sobre los resultados.
Esta vez, Gema nos da malas noticias. La metástasis se le ha extendido por los que ya llevaba pero lo más preocupante es que le ha acudido al páncreas. Me quedo atónita cuando nos da la noticia. Gema ha debido ver mi reacción ya que para quitar hierro al asunto ha dicho que no ha afectado más que un poco de zona del páncreas.
Esto no me lo esperaba, ya sabíamos que podía ocurrir, pero hasta que no ocurre no te das el batacazo. Verla tan bien y ahora esto. Ella sigue animada, positiva pero en este momento yo no lo estoy tanto. No quiero que sepa mi preocupación, aunque ella no es tonta y me conoce muy bien pues me ha parido.
Siempre se ha dicho que en el momento que toca el páncreas, mala señal. Cuántas personas famosas han muerto por culpa del cáncer y sobre todo el de páncreas. Es uno de los más delicados.
No quiero pensar que se nos va a ir tan pronto, pues ella aún tiene mucha vitalidad.
Ahora le van a cambiar la forma de quimio, va a ser en pastillas. Espero le haga efecto ya que nos dijo Gema que para su caso lo mejor son los goteros.
En cuestión de segundos me pasan muchas cosas por la cabeza.
Intento dejarlas pasar y poner atención de Gema. Es muy importante todo que nos está diciendo.
Ella intenta que estemos positivas dándonos ánimos diciendo que mientras le pueda poner tratamiento, la cosa irá bien.
Vamos a la farmacia a buscar las pastillas. Lurgo iremos a por Laura a la guardería.
Mamá va explicando a la familia y amigos la situación en la que está, todos le van dando ánimos.
Una vez en casa le explico a mi marido todo, él siempre está positivo y me da ánimos. Cree que esto sólo es un bache, una prueba más, eso espero.
Llega mi cumpleaños, es en octubre, mamá dice de ir a celebrarlo cenando por ahí, ellos invitan. Así que eso hacemos. Vamos a un bar-restaurante cercano a casa, mi abuela no puede andar mucho. Cenamos muy bien, después, me saca el camarero una tarta con velas, que vergüenza, todas las personas del bar han acompañado a mi madre en el cante del cumpleaños feliz. A mi madre le encanta que todos la sigan, ella no tiene vergüenza. Me hace gracia que sea así.
Pasamos buena noche.
Ese fin de semana iremos a ver un musical al teatro, "enchanté" del grupo divinas.
Ya estamos en el teatro, me esta encantado el musical pero no puedo dejar de llorar en cada canción que interpretan pensando que igual es la última vez que voy al teatro con mi madre, aunque mi padre también nos acompaña. A parte, que lo están interpretando con mucho sentimiento.
Cuando terminan la obra, las tres actrices salen a la entrada del teatro, están firmando los discos que venden de las canciones interpretadas. Tanto mis padres como yo compramos uno cada uno. Yo lo compro porque así, si no vuelvo a ver otra obra de teatro con mi madre, tener un pequeño recuerdo de la última vez que fui con ella.
Me espero en la fila para que me lo firmen. Cuando una de ellas lo coge para escribir, rompo a llorar, no lo puedo evitar. La chica me pregunta lo que me pasa; le explico que mi madre está enferma de cáncer y a lo mejor ésta es la última vez que voy al teatro con ella; con mis dos padres juntos. Me da muchos ánimos, un beso y un abrazo. Mis padres no se habían dado ni cuenta de que estaba llorando hasta que salimos a la calle.
-Hija, ¿Qué te pasa, porqué lloras? -Me pregunta mamá.
-Mamá, porque quizá ésta, es la última obra que vemos juntas, quizá es la última vez que vamos al teatro los tres. -No puedo parar de llorar; al igual que me pasa cada vez que lo pienso, como ahora, escribiendo este capítulo. Me corren las lágrimas por las mejillas.
A mi padre también le cae alguna lágrima. Sin embargo ella, toda serena, me da un abrazo, me mira y me responde -eso no lo pienses, ésta es la primera de muchas. Claro que vendremos más veces. Deja de llorar hija, no seas tonta. -Nos tranquilizamos un poco mi padre y yo. Me acompañan a casa, vivimos las dos cerca del teatro y de nuestras casas. Una vez hemos llegado al portal, nos despedimos. Yo me subo para casa y ellos se van calle arriba hacia la suya.
Mientras subo las escaleras pienso en todo lo ocurrido y vuelvo a llorar. Entro en casa en un mar de lágrimas, mi marido que aún sigue despierto, se asusta, se piensa que me ha pasado algo; le explico mis sentimientos. Él, tan positivo como siempre, me dice que todo irá bien, que me tranquilice, pasa un rato y lo hago.
Cuando me he tranquilizado, me como un croissant de chocolate, es como una droga para mí, necesito la bollería, pero sobre todo el chocolate. Hace días que me tuve que comprar pantalones nuevos con más talla, en los otros, no entraba de lo que me he engordado. Intento no comer tanta comida basura, pero mis nervios no me dejan. Sólo había frenado de comer cuando mejoró mi madre, más o menos sobre el verano. Desde que me he enterado que se le ha vuelto a extender, mis nervios han resurgido y he vuelto a comer.El finde semana ya ha pasado; hoy me he levantado un poco extraña, me noto la cabeza atontada, no sé qué será.
Sigo mi rutina, deja a Laura en la guardería, voy a trabajar, salgo y me voy a casa a hacer faena. Más tarde iré a ver a mi madre, aún es pronto y hoy no tiene médico.
Una vez en casa, al rato me da un fuerte pinchazo en la cabeza en el lóbulo derecho. Es muy fuerte, muy doloroso, no sé qué me pasa. Me tumbo en la cama, bajo un poco la persiana, cierro los ojos y espero que se me pase. Al rato como veo que no pasa, pienso en llamar al médico. Cuando abro los ojos me fijo que con el derecho no veo, es todo borroso, como si hubiera perdido la visión. ¡Qué me pasa!
De repente noto que se me duerme todo ese mismo lado de la cara y se me descuelga el labio. Ese mismo adormelecimiento, me empieza a bajar hacia el brazo del mismo lado, pierdo fuerza. Como puedo llamo al médico, no tienen hueco, me toca explicarle la situación a la administrativa y me pasa a la consulta del doctor. Él me recomienda bajar sin hora y me hará un papel para subir al hospital. Voy a casa de mi madre para dejarle a Laura para que la cuide, le explico lo sucedido y me voy al médico. Llamo a mi marido y como casi es mediodía, para un poco antes del trabajo y se viene al centro de salud y ambos vamos al hospital.
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Luz De Vida#wattys2016 #PremiosEmociones2016(Kaina Gibor/Blanca Barcelo)
ContoDespertarte un día y saber que te quedan como mucho tres meses de vida... ¿Qué haríais vosotros? Pues vivir. Eso hizo mi madre, vivir lo que mejor pudo el resto de sus días. Por tí mamá, como te prometí. Allá donde estés, sé que siempre me estas a...