Luz De Vida#wattys2016 #PremiosEmociones2016(Kaina Gibor/Blanca Barcelo)

Clara

Al día siguiente cuando desperté, creía que todo era un sueño, que estaba en una pesadilla de la cual iba a despertar y seguiría todo igual; pero no fue así.
Tuvimos que ir temprano por la mañana al tanatorio, vaya días nos iban a esperar...
Cuando llegamos no había nadie más que la familia más cercana.
Estaba también la chica que estaba llevando la "situación", me preguntó si quería ver a mamá arreglada y por última vez, pues íbamos a dejar el ataúd cerrado. No lo dudé, la tenía que ver. Llevaba el traje que llevó para mi boda como ella pidió. Cómo le quedaba de grande ahora... No parecía que ella lo hubiese llevado anteriormente; aún así, estaba guapa.
Ya eran los últimos momentos que iba a tener con ella. No podía creerlo. Me despedí definitivamente. Ya era un adiós, un adiós para siempre, aunque como ella me decía, no pienses así, es un hasta siempre, en la otra vida nos veremos.
Vino mucha gente, no recuerdo a todos ya que esos momentos los tengo borrosos...
Recuerdo que no podía llorar, no podía con tanta gente a mi alrededor, era incapaz.
Pasó la mañana, fuimos a comer a turnos, estuvimos mi marido y yo un rato con la nena y volvimos a la tarde hasta que cerraron el tanatorio.
A la mañana siguiente, domingo, volimos al tanatorio y de allí salimos hacia la iglesia que estas llena. Le hicieron una misa muy bonita.
Después fuimos al crematorio a incinerarla.
Una vez la incineraron, nos fuimos a descansar, comimos toda la familia junta en casa de mis padres, todos salvo mamá. Laura no paraba de buscarla, no entendía el porque no estaba en casa, no entendía nada, aunque con su corta edad, tampoco le podías explicar.
Esos días con mi hija también fueron duros, no podía estar apenas con ella, no quería llevarla a nada ya que no son sitios para que vayan niños pequeños. La familia lo entendió y más siendo como es Laura de sentida.
El lunes por la mañana, nos trajeron las cenizas, una vez con ellas, fuimos al pueblo de mi padre para hacerle otra misa allí y después las metimos en el panteón familiar.
Me sentía hecha una mierda, desorientada.
Ya se acabó todo; se tiñó la oscuridad en nuestras vidas.
Mamá llego por fin a la meta de su carrera por la vida.
Mamá se quedó allí para descansar en paz.