-Vaya, señor Lupin, poco a poco va mejorando- dijo Diane mientras observaba el formulario del estado del joven.
Teddy sonrió feliz, pues eso significaba que si todo seguía así, pronto podría volver a su casa. Ya llevaba casi tres semanas encerrado allí sin poder momeverse mucho ya que tenía una de sus piernas escayolada y en la otra una suave venda en el tobillo y necesitaba respirar el aire fresco.
En ese momento, se escuchó como la puerta se abría, alertando al peliazul. Una pequeña risa cantarina se oyó y él sintió como un estremecimiento le recorría el cuerpo. Su pequeña Victoire estaba aquí. Desde que él llegó al hospital y ella lo supo, según le dijo una vez ella, iba todos los días a visitarlo. Algunas veces estaban a solas, otras venían amigos o la familia, pero aún así, ni un día había faltado la chica. Aunque, alguna que otra vez, Diane había podido colarla antes de hora o la dejaba un poco mas de tiempo.
-¡Eh, no ha pasado eso! ¡No te inventes las cosas!- refunfuñó la rubia en el momento que entraba.
Una sonrisa divertida surcó los labios de los dos que estaban en la habitación cuando escucharon otra risa burlona detrás mientras que una Annie con una ceja arqueada aparecía también en la habitación.
-Sí, claro... Ese tío...-pero la morena se calló en el momento que advirtió a Diane y Teddy.
Annie rápidamente fue a abrazar al novio de su amiga.
-Maldito, nos has dado un susto de muerte- gruñó Annie pero a pesar de sus palabras sus labios estaban curvados. No había podido venir hasta hoy a verlo ya que viajó con sus padres a América y hasta ayer no volvió.
Teddy rió y correspondió su abrazos mientras echaba un vistazo a su Victoire que se enocontraba apoyada en la pared y cuando se fijó que la miraba, le sonrió y le lanzó un beso juguetona.
-Yo también me alegro de verte, Ann- exclamó.
La morena se separó de él y le sacó la lengua.
Victoire se aprovechó de eso y acercándose por el otro lado de la cama, se inclinó hacia Teddy, el cual correspondió muy gustoso y deseoso el beso que le daba su novia.
Annie se separó de ellos haciendo mueca de asco fingida, pero los dos la ignoraron.
-¿Cómo estás?- le preguntó la rubia en un susurro cuando se sapararon unos centímetros. Teddy se deleitó con la imagen de su chica sonrojada y sus ojos que mostraban todo su amor hacia él.
-Buenos días, cariño, igualmente estoy feliz de verte- le respondió en cambio, alzando una de sus cejas burlona. Ante el golpe suave que le dio la chica en su hombro, Teddy terminó riendo y con una de sus manos colocadas en su nuca, la acercó a ella para posar los labios sobre los suyos, de nuevo- Estoy bien, Vic. Aburrido hasta que llegaste- dijo esto último haciendo un puchero que a su novia le causó mucha ternura.
-Después te quejas de nosotros- refunfunó Annie desde un lado de la habitación. Su ceño estaba levemente fruncido y sus brazos cruzados mientras los miraba- Ustedes, Victoire, sois peores. ¡Mucho peores! Por Merlín, siento como los corazoncitos que salen de ustedes llegaran hacia mi- y fingió como se estremecía.
La pareja se rió, pero no les siguió el juego a la morena, la cual suspiró frustrada aunque en su interior saltaba de alegría y felicidad por ver a sus amigos juntos de nuevo después de mucho tiempo. Todo había valido la pena. Todas esas horas con ella, apoyándola, ayudándola a seguir... Mira donde estaba ahora: en los brazos de su querido novio.
-¿Y Ethan?- preguntó, entonces, Teddy girándose a la chica. Victoire se había sentado a su lado en la camilla y el chico había pasado su brazo por los hombros de ella.
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Porque Victoire y Teddy siempre estuvieron destinados a estar juntos.
Romance¿Qué Potterheard no ha escuchado alguna vez de Victoire Weasley? ¿Qué Potterheard no ha escuchado alguna vez de Teddy Lupin? ¿O qué Potterheard no ha leído el epílogo de "Harry Potter y las religias de las muertes"? ~Teddy está de vuelta, ¡Acabo de...