Capitulo 11

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ALEX

Después de aquel día Karen estaba mucho más rara, no salía de la cabaña y no se movía del sillon, Emily estaba con ella intentando que hablará, que le dijese que le pasaba, pero no respondía estaba en shock. Hugo estaba muy pendiente de Karen, la atendía en todo, no quería salir con nosotros como los días pasados.

- Hey tio, ¿vienes a dar una vuelta?- le dijo Lucas a Hugo.

- No gracias, no me apetece, me quedaré aquí con ella.

Y sin más que hablar fue al salón con Karen. Con Carlos no hablaba casi nada, siempre estaba en su habitación haciendo a saber qué. Enfin, solo quedábamos Lucas y yo.

Pasaron los días y todo seguía sin cambiar, un día estaba en mi cama escuchando música y escuché la puerta abrirse, era Lucas.

- ¿Quieres que vayamos al cobertizo?

- Vale, no tengo nada mejor que hacer.

Cogimos una linterna que estaba en la cocina, los móviles por si acaso y fuimos directos al cobertizo. La puerta tenía un candado con una cadena bastante grande. El cobertizo estaba bastante destrozado, los cristales de las ventanas estaban rotos, el techo no estaba tapado del todo, había nidos de pájaros encima... Miramos alrededor a ver si encontrábamos algo y abrir la puerta. Rodeamos el cobertizo y detrás había una ventana abierta. Bingo. Cogimos una caja de madera que había allí y la pusimos debajo de la ventana. Yo fui el primero en entrar con la linterna. Cuando estaba dentro, ayude a Lucas a entrar.

Estaba todo hecho un desastre: miles de cajas tiradas por todos lados, telarañas en el techo, un rincón con un montón de madera... Había mucho que buscar por allí. Nos paramos en un escritorio lleno de libros, era bastante interesante, tenía dos cajones pero no se podían abrir, por lo que lo dejamos como estaba. Estuvimos media hora mirando por todas las cajas y encontramos un juego de mesa, perfecto, ya tendríamos un entretenimiento, lo cogimos y al volver a la ventana para salir, ésta estaba cerrada. Miré a Lucas por si había sido él, pero me miró de la misma forma que yo a él, extrañado. Seguro que habría sido uno de los chicos para hacerse el gracioso. Cuando estábamos al lado de la ventana me fijé que había unas escaleras, hacia una segunda planta.

- Mira tio, hay otra planta. Tendremos que volver.

- Vale, pero ahora vamos a salir de aquí. Esta oscureciendo y me están dando escalofríos.

Dicho esto, le di el juego a Lucas y abrí la ventana, la caja de debajo tampoco estaba. Saltamos y salimos corriendo en dirección a la cabaña. Por hoy era suficiente. Llegamos a la cabaña y estaban todos como antes de irnos.

- ¿Quién a sido el gracioso que ha cerrado la ventana del cobertizo y quitado la caja de debajo?

Se miraron todos y negaron con la cabeza. No sabían de qué hablábamos. Seguro que había sido alguno de ellos y se hacían los tontos. Pusimos el juego en la mesa y soplé para quitar el polvo, parecía un juego bastante antiguo. Jugamos solo Karen, Lucas, Eva y yo porque Carlos, Emily y Hugo estaban en sus habitaciones. Estuvimos toda la noche jugando hasta que nos aburrimos, lo guardamos y cada uno se fué a su habitación.

Lucas y yo hablamos un rato sobre quién habría cerrado la ventana, un misterio por resolver.

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