Llegada

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Arrastro las maletas hacia un descolorido taxi con anuncios sobre un dentista pegados a ambos lados, nuestro taxista es un hombre mayor desgarbado y con una incipiente calvicie, solo nos pregunta el lugar de destino.

El recorrido dura poco y en poco menos de media hora estamos delante de la vieja casa de piedra de mis abuelos maternos, observo el viejo portal y el cobertizo de madera donde solía jugar cuando era pequeña.

Mi madre coge las maletas le paga al taxista y llama a la oxidada campana que pende del lado derecho del portal. Casi al instante mi alocada abuela con su pelo plateado recogido en una larga coleta en la nuca, sus extravagantes vestimentas y una sonrisa de oreja a oreja aparece en la puerta. Nos abraza a todos y se detiene a hablar con mi madre, sé que el tema de conversación es la muerte de mi padre ya que la mirada seria y nostálgica de mi abuela se hace cada vez más notoria, después casi como si tuviese un interruptor una sonrisa aparece en sus labios y se dirige a mí.

-Hola Irina- me dice con cariño- que guapa estás- noto como me ruborizo y la abrazo.

-Hola abuela- mi acento americano se nota demasiado y mi abuela ríe.

Julia se acerca por detrás y la vuelve a abrazar con lágrimas en los ojos, parece fría no más que yo pero le encanta que le den cariño aunque nunca lo admita...

-Julia cariño ¡Qué grande éstas! Ya eres toda una mujer, tienes trece años ¿verdad?- ella niega suavemente con la cabeza y sonríe.

-Catorce- la abuela habla con ella y yo me fijo en Claire está sola apoyada en una columna, mi abuela parece no haber reparado en ella ya que en su cara hay tristeza.

-Abuela- la llamo. Ella deja de hablar con Julia, me mira y yo señalo a Claire con la cabeza. Abre mucho los ojos por la sorpresa y se acerca a ella.

-Hola- le dice con cariño mi abuela.

-Hola- contesta tímidamente ella, la pobre casi no sabe hablar español, entiende pero no habla.

Mi abuela la coge en brazos y le da un beso en la frente.

-¿Cómo te llamas?- estoy segura de que lo sabe pero sabe que de alguna manera tiene que mantener conversación con ella.

-Claire y tengo fo... cuatro años- se pone roja por su error y me mira, mi abuela le sonríe y ella hace lo mismo.

-Que bonita eres le dice, toda una princesa- ella le da un beso en la mejilla a modo de agradecimiento.
Entramos en la casa y después de haber deshecho las maletas llega mi abuelo que nos saluda a todos y nos abraza menos a Claire, por que desde que nació ella no habíamos venido a España por que billetes para cinco eran muy caros y mi abuelo asocia a la niña con eso, tendré que hablar con él después.

A la hora de la cena le pregunto a mi abuela por mi prima María.

-Aun no les hemos dado la mala noticia, a María la verás mañana en el instituto, ya me he encargado de inscribirte.-asiento y no vuelvo a hablar hasta que digo que me marcho a mi habitación, todos se despiden y Claire me pide que la acueste, la cojo en brazos y la subo a su habitación.

- Irina no quiero dormir sola- me dice con carita de pena así que la llevo a la mía, nos lavamos los dientes nos ponemos el pijama y nos metimos en la cama.

-¿Todo va ha salir bien, Irina?-aprecio su esfuerzo por hablar castellano y le doy un beso en la frente.

-Sí Claire- le contesto, aunque ni yo misma me lo creo.

Hola esta es mi primera historia y me gustaría que la disfrutaseis leyéndola tanto como yo cuando la escribo.
Att: Char.

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