*Kayla en multimedia*
Quedarse a solas con Owen, es, de lejos, lo más difícil que he hecho últimamente. Realmente no sé cómo actuar. ¿Tengo miedo? Probablemente. Pero no de él. Me aterra confiar tanto en él.
Salimos del hospital sin mediar palabra, él manda un par de mensajes de texto con expresión frustrada. En ese momento me doy cuenta de que estamos a unos 15 minutos en coche del instituto. Veo a Lena subirse al coche de sus padres, a los cuales cuando llamé tuve que decirles que se había dado un golpe poco grave en la pierna y que estaba todo controlado, aún así su madre estaba preocupada.-Irinaaa- me grita desde el coche- ¿Quieres que te llevemos?- miro hacia Owen.
-Tengo moto, pero me parece muy normal que quieras ir con ella.- asiento hacia él y me giro hacia el coche de mi amiga.
-Tranquilaaa, ya me lleva Owen.- Lena sonríe y se despide con la mano al mismo tiempo que su madre arranca el coche.
La cara de Owen es un poema, parece relajado pero muy muy sorprendido a la vez. Yo también estoy sorprendida. Joder. ¿Porqué lo he hecho? Podría haber ido con Lena. En su coche. Con sus padres. Humanos. Joder.-No te entiendo- intento actuar normal cuando dice eso, no quiero que se dé cuenta de lo tensa que estoy en estos momentos.
-Solo llévame a casa, necesito pensar.
-Eso es lo más normal que has dicho hoy. Vamos. Mi moto está allí.- señala a un vehículo negro aparcado en uno de los lados de la carretera. Encima en moto. Bien, Irina, un aplauso.
Me cede su casco y cuando me agarro a él, su cuerpo se ajusta contra el mío, mis manos pasan por delante de su pecho. Virgensita, esto no debería ser legal. Arranca con cuidado y el camino es tranquilo. Olvidando el hecho de que con cada golpe o bache mi cuerpo es completamente consciente de las partes de él que rozan más con él.
Llegamos a la casa de mis abuelos en 10 min, cosa que agradezco. Él me acompaña a la puerta.-Hola chicos- dice mi madre al abrir la puerta- Owen pasa, tu madre está en la cocina.- el corazón se me dispara, para... Su madre... Entro en casa muy cuidadosamente, como si quisiera desparecer, me asusta que él esté en mi casa. Me asusta que Kilian pueda estar con mi hermana, que la madre de Owen pueda estar con la mía y me aterroriza pensar que Kayla está con Claire. Me quedo estática al ver a Cassandra con una taza de té en la mano, sentada en la cocina. Todo me parece demasiado subrealista, en ese momento la realidad se me viene encima. Las piernas me empiezan a temblar, el estómago se me cierra y todo me da vueltas.
-Voy a ver a Kayla- se ha dado cuenta- ¿Vienes Irina?- asiento confundida.
-Irina, ¿Estás bien?- solo soy capaz de volver a asentir y sonreír levemente para no asustar a mi madre.
Owen sube las escaleras a una distancia prudencial de mí, la cuál, en seguida se reduce cuándo me tropiezo y noto que me agarra la cintura. Me acompaña a mi habitación, dónde me separo rápidamente de él y corro hasta apoyarme en mi cama, veo como entra detrás de mí. No cierra la puerta, sabe que eso me da seguridad, se sienta en la silla del escritorio. Yo me agarro las rodillas y me recuesto contra el cabecero de mi cama. Él apoya los codos en sus rodillas y se lleva la cabeza a las manos, parece frustrado. No quiero llorar, pero la presión me lo impide, he estado muy tranquila hasta ahora. Demasiado. Pero sabía que llegaría este momento.-¿Puedo decir algo?- clava su mirada en la mía, a ver que le presto atención continúa- sigo siendo yo, era un vampiro hace dos semanas, ayer y lo sigo siendo hoy. Y créeme jamás, pero es que ni de coña- hace una mueca de asco- te haría daño. Sé que es mucho para asimilar y no pretendo que seamos amigos... Bueno, sí lo pretendo. Pero al menos, no me odies.
Las lágrimas siguen cayendo por mis mejillas, me siento pequeña, indefensa. No sé qué es exactamente lo que me asusta, no es él. Ha podido herirme quincemil veces, incluyendo hoy. Pero siento que si me alejase de él, el resto de cosas que me podrían herir desaparecerían. Los vampiros no serían reales. Y por alguna razón me veo como una egoísta.
Se pone de pié y da un paso hacia mí, noto como comprueba que no me causa más ansiedad que lo haga, antes de situarse al borde de mi cama.
Me seco las manos con la manga de mi jersey y me miro los zapatos. Y lo que pienso a continuación es la prueba que me faltaba.
He perdido la cordura. Pienso que sí mi madre me ve con los zapatos encima del edredón, le da un parraque y a mi abuela un infarto. Sonrío, aunque sigo llorando. Noto la mirada de Owen confundido. Normal, debe de pensar que estoy loca.
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Only Us.
Teen Fiction-No puedo ser amiga de alguien que solo quiere liarse conmigo- digo muy segura. -Irina...-suspira y se abalanza contra mi acorralándome contra una pared poniendo su cara a escasos centímetros de la mía- si sólo te quisiera besar ya lo habría hecho...