Prólogo

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Nunca creí en seres sobrenaturales, ni mucho menos en vampiros. Todo cambió cuando le conocí a él, un chico joven que se hacía llamar Kai. Desde el primer momento me gustó, pero al paso del tiempo fui descubriendo muchas cosas; cosas de las que un simple humano no debería conocer. Kai era un brujo, y tenía cuatro hermanos, contándolo a él mismo; eran dos parejas de gemelos.

-¿No lo entiendes, Megan? Tienes un potencial increíble como cazadora de vampiros. -sonrió cínicamente- y yo voy a convertirme en el líder del aquelarre Gemini. Juntos, seremos poderosos.

-Lo entiendo perfectamente, Kai -recalqué su nombre, encarnando una ceja y cruzándome de brazos- Pero, ¿tú te estás escuchando? Matarás a tu hermana. A tu familia.

Él dió un fuerte puñetazo en la mesa, y suspiró. Todas las personas que se encontraban en aquella cafetería nos miraron durante unos segundos, y luego siguieron a lo suyo. Kai estaba perdiendo la paciencia, al yo no ceder.

-Está bien. -me dirigió una fría mirada, y su voz hizo que un escalofrío me recorriera el cuerpo.- Cuando te arrastres a mi, pidiéndome compasión para que estemos juntos de nuevo, te mataré con mis propias manos.

Dicho esto, se levantó y salió del establecimiento. En unos meses, la locura se había adueñado de su mente, la codicia y el egoísmo y ya no fué más él; un Kai compasivo y cariñoso se sustituyó por un Kai, a secas. Una persona capaz de matar sin escrúpulos, a la que le divertía el sufrimiento de otras personas.
Entonces, hubo un tiempo en cual no lo vi más; llegué a pensar que había muerto. Pero fué una mañana, en la cual se hizo titular una noticia: toda una familia había sido asesinada. La familia de Kai. Y los había matado él.

Lloré durante meses, hasta que no me quedaron lágrimas. Y entonces decidí hacerme cazadora de vampiros, perteneciendo así a la hermandad de los cinco. Cada vez que mataba a un vampiro, mi tatuaje crecía; así al completarlo serviría como mapa para encontrar la cura contra el vampirismo.
Kai ya me había hablado de todo esto, él era quien quería que me convirtiese en cazadora. Pero, mis ganas de matar vampiros aumentaron al desaparecer él, convirtiéndolo una obsesión.

En Portland ahora, los vampiros son muy escasos pero rumores han llegado hasta mis oídos, que en un lugar llamado Mystic Falls está plagado de ellos. Y es mi misión como cazadora, matar vampiros, ¿no?

Almas unidas || Fanfic Crónicas VampíricasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora