Noé, Noé, Noé, es que solo en eso ¿puedo pensar?, no lose pero aquella tarde con el fue la mejor de toda mi existencia.
-¿Astrid?-habló Ellen haciendome dar un breve respingo.
Tardé varios minutos en contestar, estaba verdaderamente ida en mis propios pensamientos los cuales estan relacionados a Noé, el era muy simpático sin duda le agrada a mis padres, o el se encargó de eso.
-¿Astrid?- repitió mi madre tocandome el brazo.
-¿Que sucede?...- contesté claramente aturdida
-¿Ya tienes todo listo?
-¿Listo?
-Supuse que Jane te lo había dicho, pero veo que no, hoy es tu último día de clase, y mañana partimos de viaje a Washington.
-¿QUÉ?-como es que ella piensa alejarme de Noé después de todo, así nada mas?
-Isaac y yo vamos por cuestiones de trabajo, tu miralo como unas largas vacaciones.
-Pero y ¿Noé?
-Ese simpático chico podrá estar sin ti algún tiempo ¿no?
-Tal vez el sí, pero yo no.
-Vamos Asd, será divertido.
Desde que mis padres habían muerto en aquel accidente unos días después de mi nacimiento, las únicas personas que quedaban en mi vida era Jane y las maestras del orfanatorio, pero ahora ha llegado está mujer dandome todo el cariño que siempre quise recibir, sin pedirme nada a cambio, como se expresa ¿ese sentimiento? Donde todo es ternura y no hay mentiras ni trampas, donde esa persona que quieres te corresponde en el sentido más inocente de la palabra. Ese sentimiento que te llena de bondad, nose como se llame pero eso es lo que siento por ésta mujer que ha llenado mi vida con su luz y alegría, la que se merece el título de mamá, el cual nunca le he otorgado, esté era el momento indicado para hacerlo.
-Está bien mamá, iré-la mirada de Ellen que estaba fija en sus manos, se levantó rápidamente para poder visualizarme, lágrimas de ternura rodaron por sus ojos, unos delicados brazos sostuvieron mi cuerpo con el de ella dandome un abrazo con una enorme oleada de maternidad.
-Nunca pensé que pudieras llamarme así.
-Te lo mereces, has hecho mucho por mi y mi hermana, eres la mejor mujer del mundo.
-Te amo Astrid, tu y Jane son mi vida desde que las tengo.
-También te amo mamá.
Me abrazó más fuerte.
-Vamos, llegaras tarde al colegio, hoy es tu último día.
-Será el último del mes en que vea a Noé.
-Podría considerar la opción de que tu y Jane volvieran antes que nosotros.
-Siii! Porfavor eso sería estupendo.
-Bueno todo depende de ustedes.
Cerró la puerta y claramente se escuchaban sus tacones bajando por las escaleras, tomé mi bolso y me encamine hacia la habitación de Jane la cual todavía no estaba lista.
Como mi hermana aún no estaba arreglada decidí salir a tomar un poco de aire así podría despejar mi mente para saber qué decirle a Noé después del día de hoy.
Me aterra tener que ver su rostro cuando le diga que me iré.
A lo lejos vi un joven alto de piel sumamente morena y encapuchado el me estaba viendo. Ethan salió de su casa y se percató de aquel hombre, se encaminó hacía mi y me susurró.
-No lo observes, el quiere que hagas eso para que lo ataques, sabe manipularte con la mirada.
-No quiero atacarlo, el solo me intimida.-confesé.
Ethan pasó su brazo por mi hombro, volteó a ver a aquél psicópata y le hizo señas con las manos, este simplemente dio media vuelta y se alejo.
-Lleva varias noches rondando tu casa-soltó
-Que extraño...
-Mas vale que te andes con cuidado.
-Recuerdas que soy mas fuerte que tu, ¿no?
-Sí, lo recuerdo, pero también recuerdas que te sentías intimidada por un vagabundo, ¿no?
-Cierra el pico Ethan, el no era vagabundo, solo que su mirada hacia mi era de un odio profundo.
-¿Quién no odiaria a una niña tan estúpida como tú?
Tenias que decirlo, un codazo impactó en la boca del estómago de Ethan, traté de no poner fuerza en el golpe, sino si lograría lastimarlo, Jane salió de la casa.
-¿Que deminios le has echo?
-Mm.. probablemente lo que todas las chica que el conoce harían.-lo dije recordando aquella nota en la cual me dijo:"Astrid gusta de ti"
*"Al igual que todas las que conozco"Reí para mis adentros.
-Déjala Jane, di que gracias a dios no me dio en las pelotas-mencionó con cierto dolor.
-Lo tomaré en cuenta para la próxima-dije sin más.
Me apresure a subir al auto, no podía escuchar más de aquel idiota.
Quien se cree que para decirme todas esas cosas, en fin lo único que me falta e importa es hablar con Noé.
Nadie mencionó nada en el camino, Jane y yo veníamos felices cantando juntas en el auto, por suerte gustabamos del mismo género musical.
Llegamos a la escuela y todo era normal, los chicos entrando, la luz del día era igual de cálida, pero que es lo que siento extraño en mi? Por un pequeño segundo sentí que mi ser ardía de un forma peculiar, pude sentir mis venas alterarse, realmente extraño y extraordinario, ¿que es esto? ¿Nervios? Probablemente, Noé era un chico que no merece que lo abandone tanto tiempo.
Antes de entrar a la escuela pude apreciar a aquel hombre que me observaba fuera de casa, con la misma mirada y silueta, ¿Quién era? Verifique mi reloj y faltaba media hora para que iniciara mi primera clase, tenía que hablar con aquel hombre, o mínimo acercarme a él, sentí como mi sangre ardía más cada vez que me acercaba a él, por dios esto quema.
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Incógnita
Teen Fiction¿Qué pasaría si no supieras nada de tu pasado?, qué te persigan sin razón o que pudieras hacer cosas inexplicables. ¿Escaparías? Porque una persona normal lo haría... Pero, ¿Y sí no pudieras correr?. Todo un mundo de incógnitas es lo que rodea a Ast...