Ethan.

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La llaga que me hizo Ethan con sus palabras cada vez dolía más, ¿Como creí que se alegraría de verme? Ahora me queda todo claro, nunca le importe, el me usaba como una distracción momentaria, ¿Que haré ahora? Estoy perdida y sola en esta cuidad tan estúpida. Caminé por horas arrepientiendome de haber viajado, de haber dejado mi casa, de haber evadido a mi novio, de mentirles a todos, me arrepiento de cada una de las cosas que he echo, pero más de haber conocido a Ethan, a ese estúpido Ethan.
Es que acaso ¿no escuchó cuando le dije que venía sin dinero? Seguro que sí, pero viendo su comportamiento seguramente dejarme sola es lo que menos le importa. Posiblemente duerma en la calle, o no dormiré esta noche.
Mi maleta me empezaba a calar en la espalda, sentía que mis músculos estaban demasiado tensos, me dolía todo. Mi móvil no tenía batería, mi hermana estaba lejos, Ethan después de todo resultó ser un idiota y yo termine como siempre, siendo la estúpida de alguien. Y es ahí como me veo cuando inicio todo, en una noche fría, aterrada por una enorme ciudad, haciéndome sentir cada vez más pequeña, desprotegida y expuesta al peligro, la diferencia es que ahora se defenderme, pero en estos momentos me siento igual de vulnerable que como debí haberme sentido el día que la señorita Trinity me encontró en un callejón o almenos eso fue lo que ella me contó, probablemente aquí acabe todo, talvez me accidente o me asalten, todo termina de la misma forma que inicia y en estos momentos me siento lista para terminar lo que una vez inició, por otro lado siento que mis pensamientos exageran, que la situación no amerita tales consecuencias pero ¿como debo sentirme? Nose que pasa en mi vida, todo esta mal acomodado, nada tiene sentido, la vida no tiene sentido, solo somos personas dentro de un planeta, las cuales estan etiquetadas con distintas clases sociales, sin una fecha fija de muerte ¿De que me sirve vivir si voy a morir? La muerte de una persona no está asegurada, un niño puede morir al nacer y un anciano puede llegar a vivir mas de cien años, que ironía. Por desgracia siempre he visto la vida humana como algo simple, algo que no tiene rumbo alguno, de que le sirve a una persona tener fortuna, familia y amor si al final va a ¿morir? Y todos esos recuerdos que tenga van a desaparecer, talvez, no se olviden de los que estan vivos ellos posiblemente te recuerden, pero sí de la memoria de esa persona, no tiene congruencia la existencia, solo llegas al mundo vives lo que tengas que vivir y vale igual si eres bueno o malo, la muerte llegará a ti en el momento que menos esperes, en fin todos somos iguales, no importa lo que hagas en la vida, al final todo será igual.

Una camioneta negra manejaba lentamente cerca de mi, en verdad no me importa quien sea, no quiero pensar en nada, estoy sola en esta calle, tiene buenos motivos para secuestrarme, me paré en seco, me di la vuelta y caminé directo a esa camioneta, me ardia la piel ¿que estoy haciendo? ¿echando mi vida al caño? Tal vez sí, pero mi vida no es algo que me preocupa. Las personas que estaban dentro de la camioneta reaccionaron justo como yo lo imaginé, saqué mi móvil, no tenía batería pero tenía una idea que probablemente salga contraproducente, me lo pegué a la oreja y empecé a hablar, un hombre bajo del automóvil.
-¿Con quien estás hablando?-preguntó aquel tipo.
-Sí, ¿ya tienes las placas? Que no te vean, hablale al jefe, dile que ya los tenemos.- esas fueron mis últimas palabras al celular, aquél hombre me veía curiosamente, guardé mi móvil y caminé directo a golpearlo, iba marcando cada paso desicivamente, sin cortar contacto visual con el, lo intimide pero el traía un arma, y eso superaba a gran medida mis pocas habilidades de pelear. No tenía otra alternativa habría que enfrentarlo. El hombre soltó el arma, la avento dentro de su camioneta y también caminó hacía mi.
-No me hubieras provocado niña.
-Nadie quizo hacerlo idiota.
Y como fue, lo vi como mi objetivo, jamás habia luchado con alguien que no fuera Ethan, pero con toda esta rabia encima tenía ganas de desquitarme con alguien, creo que este delincuente no quería golpearme, sino abusar de mí, pero si no dejo que mi novio me toque, muchos menos este imbécil.
Me tomó por las muñecas, y sonreí descaradamente, metí mi pierna entre las de él y con el tobillo lo golpee detras de la rodilla, perdió un poco el equilibrio, no demasiado pero si lo suficiente como para cambiar de postura, le di una patada baja obligandolo a soltarme una muñeca, le metí un puñetazo en la mejilla, haciendo que los dientes le cortaran la piel interna de el cachete, di otra patada a sus costillas haciendolo caer, una vez en el suelo no pude evitarlo, le empecé a dar golpes hasta que mis puños me ardian, el estaba conciente todavía, así que me controle, me metí a su auto y como pude empecé a manejar, jamás en mi vida había manejado un auto, sabía como hacerlo pero nunca lo había puesto en práctica.
Necesito dormir, mis ojos no dan para más, dejé la camioneta y bajé de ella, me acerqué a un puente, estaba tambaleante o era yo la que se sentía muy mal, mi cabeza me daba vueltas, todo se movía, caí al suelo y lo último que vi fue una moto estacionandose frente a mi.



-Su anemia está llegando muy lejos Ethan, tenemos que ponerle estas vitaminas- dijo una mujer.
No podia abrir mis ojos, estaba inmóvil, pero podía escuchar todos.
-No quiero que la toques Isabel, ni ahora, ni nunca, ¿esta bien?
-Como quieras Ethan, pero si se muere será tu culpa.
-Yo nunca siento culpa.
-Pues deberías empezar a contemplarla.
-Lo tendré en consideración.
Escuché que se cerraba una puerta, ¿habrá entrado alguien? O ¿habrá salido?
Nose quien este conmigo ahora, solo podía sentir a alguien cerca mio, era conciente de su respiración pero mis ojos no me ayudaban en lo más mínimo para saber quien era, me frustra no poder moverme, ¿acaso estuve tan mal? Solo golpee a un hombre, no era tan exagerado, yo no me siento mal, no me duele nada, de echo estoy muy bien, pero también podría ser que yo esté anestesiada, sería una gran respuesta para una simple pregunta, espero y la anestesia no dure demasiado, quiero levantarme para poder irme de aquí donde esté el estúpido de Ethan, nisiquiera se donde estoy, ni porqué el me trajo aquí, seguro quiere enmendar lo que dijo, pero porque está más que visto que ocupa algo de mi, esta vez todo cambiará para él, no seré la misma de antes, regresare a ser la misma que el conoció, basta de tentarme el corazón, los amigos no existen, al final todos terminan siendo una bola de hipócritas.

Empecé a sentir mis piernas, podía mover mis dedos, poco, pero podía y eso ya era un gran avance, mis brazos aún estaban entumidos.
Alguien entró a la habitación.
-Se que ya estas despertando Asd, no intentes ocultarlo, entenderé si no quieres saber nada de mí.- era la voz de Ethan, la cual es inconfundible.
Aunque quisiera responder no podía hacerlo, de mi torso para arriba no puedo moverme, aún no.
La puerta se cerró.
No quería pensar en el ni en nadie, decidí dormirme y espero que cuando despierte pueda ser conciente de mis extremidades.

~Narrador Anónimo~
-Únete ami.
-¿y porque debería unirme a ti?
-Porque te necesito, necesito reunir a toda la gente posible.
-No digamos que tu has sido muy amable conmigo.
-¿Puedes guardar silencio? Te van a escuchar
-Me vale un carajo, pero bueno si es para perjudicar a esta chica estoy dispuesta a ayudarte.
-Perfecto
-Solo que necesito que me cuentes de donde vienes.
-Me conoces bien, pero no te diré eso, aún no es tiempo de que lo sepas.

~Narra Astrid~

La habitación era café y vacía había una silla de lado izquierdo de mi cama y todo lo demás estaba solo, me sentía dolorida, pero ya era conciente de mi cuerpo, son las 3:12 de madrugada, tengo que irme de aquí antes de que despierten todos, o mínimo antes de que despierte Ethan.
Me levanté, no podía sostenerme demasiado en mis piernas, me sentía igual a aquella vez que estaba desanimada, di pequeños pasos a la puerta para poder abrirla lentamente.
Mis pasos fueron sigilosos, estaba caminando por un pasillo muy largo el cual estaba totalmente oscuro, entrecerré los ojos para poder enfocar mi vista pero no era posible, cada vez que daba un paso era como si estuviera caminando en la nada, me iba sosteniendo de la pared, hasta que encontré una perilla, le di vuelta lentamente evitando el ruido y abrí la puerta.
Era Rogelio, estaba profundamente dormido envuelto en sus sábanas grises, tenía sus pertenencias sobre la mesita de noche, me acerqué, abrí un cajoncito que tenía la mesa y saqué una pluma, empecé a escribir una nota.

"Perdón por haber agarrado el dinero, necesitaba irme de aquí "

Tomé su cartera y saqué solamente dinero, no era mucho pero me servía para volver a Tennese, también agarré su móvil, eso si se lo puedo devolver rápido.
Salí de la habitación.
Encendí su celular para ilumunar mi camino y para mi fortuna la salida de la casa estaba cerca, no puse a ver los detalles del lugar, solo quería salir de ahí.
La puerta estaba cerrada, ¿porqué me pasa esto? Caminé al despacho de la casa, empecé a buscar las llaves, pero fracase, así que opté por una idea que probablemente hubiera podido escoger desde un inicio, salirme por la ventana principal, por suerte la ventana estaba sin traba, la abrí, pase una pierna y después la otra, ya está.
Una vez fuera caminé a la calle, estaba transitada, supongo que es principal, alce la mano a un taxi y este se detuvo.
-Al aeropuerto, por favor- ordene
-Si señorita.
Me estaba escapando de él, pero es lo mínimo que puedo hacer, el me destrozó por dentro y no creo que haya remedio para eso, no llegaré a mi casa una vez que esté en Tennese, iré a casa de Noé, necesito su consuelo, solo el me puede hacerme sentir mejor en estos momentos, aunque posiblemente nada sería mejor que estar con Ellen, en verdad que la extraño, ya quiero que ellos vuelvan, tienen mucho tiempo fuera, o ¿será que el tiempo a mi se me ha echo eterno? No tengo idea, pero lo primero que haré llegando es llamarlos y decirle a Ellen todo lo que e hecho, ella necesita saberlo, porque solo ella puede levantarme mi ánimo.

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