Incógnita

Oscuridad.

Otro día más en esta estúpida escuela.
¿Es que jamás termina?
¿Los maestros no se cansan de torturarnos?
En mi opinión el hecho de ser inteligente no significa que me guste estudiar o te encante venir a este asqueroso lugar el cual está todo repleto de mujeres plásticas las cuáles ni cerebro han de poseer han pasado exactamente 2 años desde que entré aquí.
Jane la que parecía estar más nerviosa que yo, ahora es una de las más solicitadas o como ella dice "Es una chica popular", yo siempre me he mantenido a raya, no porque no me guste socializar sino porque siempre me ha gustado estar sola, es mejor así, sin traiciones, sin mentiras ni decepciones, mi vida no era mala, mis padres adoptivos cada vez eran mas atentos con nosotras y se ve que realmente nos aprecian, todo iba bien.

De pronto pasó un chico del cuál siempre me sentí atraída sin embargo sabía que el era un rotundo idiota.
Cuándo pasó alado mío me observó de una manera coqueta, me sentía en las nubes.

-Buenos días Astrid- dijo Noé al pasar por alado mío.

No puedo creerlo ¿¿¿él acaba de saludarme???
Si al parecer sí, me derretia por dentro él jamás se había fijado en mí por ningún motivo la última vez que pasé alado de el se reía de mi porque siempre estaba sola. En primer año me llamaba "la estupida nerd" pero tiene tiempo que había dejado eso no sé porque pero me sentía mejor de que en vez de que el me rechace me saludara como mínimo, había unas chicas murmurando unas cosas detrás de mi al ver mi sonrisa tonta, así que endurecí mi expresión y continúe con mi camino. Malditas niñas estúpidas, como ya había dicho, estas idiotas no tienen cerebro y si algo saben hacer muy bien era abrir las piernas.

Me dirigía a clase de Historia era la única clase que no compartía con Jane, ella está en otro plan de estudios y apesar de que nos veíamos mucho, en la escuela ni hablabamos.
Entré al salón y dejé mis cosas como de costumbre.
Él maestro estaba tardando mucho en llegar lo cuál es demasiado extraño ya que siempre está ahí antes de que yo entre, saqué mi cuaderno donde me ponía a crear mis propias historias, me puse mis audífonos y empecé a imaginar millones de ideas para mi nueva redacción, siempre que escribía mi narración al final en vez de poner mi firma ponía unos números que en el orfanatorio siempre me obligaban a recordarlos, decían que era el día en que ellos me encontraron, estos eran 0907, cuando lo ponía al final de mis historias sentía como si lo hubiera hecho una persona anónima y eso me encantaba, el suspenso.

Un chico de pelo rubio de piel bronceada y ojos visiblemente negros se acercó a mi, se sentó en el mesabanco que estaba frente a mi y giro en el para poder verme, lo ignoré rotundamente bajando mi mirada a el cuaderno que tenía en el banco, mi pelo calló en mi cara haciendo una cortina entre su ojos y los míos.
Carraspeo para que volteara a verle.
Entonces observé que él no era realmente muy guapo pero era muy social así que tenía demasiados amigos o bueno, realmente no se sabe si esas personas que lo rodean son sus amigos, y sí el vecino que me odia el cual se decía llamar Ethan era uno de ellos, llevábamos dos años de vernos y jamás nos hemos dirigido una palabra con el tiempo me he dado cuenta que es el típico joven que se revuelca con la primera que se encuentra, ¿qué más podría pensar de un chico que se ríe de cualquier mujer y jamás las toma enserio?, que cretino.

-Hola- replicó el chico con un hilo de voz
-Hey- dije
-Habrá una fiesta este sábado y quería que fueras conmigo, no hemos hablado jamás pero quiero ser amable e invitarte, vamos será divertido.

¿Fiesta? ¿Con él? Preferiría mil veces ser secuestrada por un maliante y que vendieran mis organos en un mercado negro a ir a una fiesta con este idiota.

-Tengo planes ese día- contesté
-¿Enserio? Jane me dijo que estabas libre.
-Las fiestas no son lo mío, no me siento agusto en ellas- él se quedo pensativo un momento hasta que sus ojos brillaron de nuevo.
-Bueno, sin fiesta será, pero acepta salir ese día conmigo, la fiesta será el viernes, podemos ir a otro lado ¿no? A cenar te parece?
-Posiblemente- dije