[69] Me gustas demasiado

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En la madrugada, Aire despierta porque por la rendija de la celda sale la luz de Shima, la luna de NA24, que es más fuerte que la de la tierra.

«Otra vez me dormí», piensa y se refriega el ojo.

Luego sonríe.

—Siempre me duermo, no importa la circunstancia que sea. —Se ríe y gira la cabeza, se da cuenta—. ¿As?

Ella está dormida al lado de la reja, él se le acerca.

—As —la vuelve a llamar, al no escuchar respuesta, toca su cabello y lo acaricia.

Acero se despierta sobresaltada y se levanta, mira para todos lados.

—¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?

—Tranquila, soy yo. —Sonríe.

Ella frunce el ceño.

—No hagas eso ¡¿Me quieres matar de un susto?!

—¿Qué haces aquí? —le pregunta de repente.

—Pasaba —dice seca.

—¿Pasabas? —Levanta una ceja y sonríe.

—Sí, pasaba. —Se sonroja y se enoja—. Deja de mirarme con esa sonrisa molesta.

—No puedo, me gustas demasiado.

Recuerdos de Acero (S.E #4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora