La silueta embrujada (Cap. 16)

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 Jaka seguía, acariciando el rostro de Gina, el tacto de su piel era tan suave y tan acogedor. Sentía la obligación de estar siempre a su lado,pero en ese mismo instante un golpe, hizo que despertara de ese desconcierto, todo era un pensamiento, uno de aquellos que lo llevaba al más allá, imaginando todo aquello que él había querido ser o hacer. Esa emoción a la que le llaman "soñar despierto" que más de una vez le había ocurrido. Se había quedado en blanco en momentos y en lugares no indicados.

Pero esa sensación era tan real, ese perfecto momento en el que sentía, ser dueño del cuerpo de esa chica. Tenia y quería seguir con ella, cara a cara acariciando su piel, agarrando su dulce mano y deseando rozar su mejilla, con esa perfecta boca, labios carnosos y un misterioso aroma que parecía embrujarlo. Soñando despierto era todo tan perfecto. Pero el golpe lo había llevado de nuevo a la realidad, realidad en la que apenas sabia el nombre de esa chica. Las hermanas de Amin se abalanzaron sobre él, con una clara alegría en su expresión facial. Las dos chicas estaban realmente contentas, algo que se podía percibir hasta el final de la calle. Volver a ver a su hermano era una gran alegría para todos.

Tras varias horas después de la llegada, por fin sacaban un plato de comida, sin dudarlo, arroz, el plato preferido de los Africanos, un arroz con una fina salsa de cacahuetes. Jaka y Amin limpiaban sus manos en un pequeño bol, mientras cogían un reducido taburete, para sentarse. Gina era la encargada del día en cocinar, las chicas se turnaban los días, por suerte o por desgracia aquel día cocinar y servir era tarea de la nueva fijación de Jaka. Mientras los dos chicos se disponían a sentarse, Gina se acercaba, con un caminar singular, mientras sus muslos se movían balanceándose de forma que creaban una bonita figura en ella, no dejaba de escaparse una sonrisa picarona en su cara, mientras Jaka embobado no podía dejar de mirarla y nadie se había percatado de aquella situación. Una situación en la que tan solo el y ella se veían envueltos. Jaka entusiasmado con la belleza de esa chica, y Gina confundida y a la vez ruborizada intentaba mantener la compostura, pero en su rostro se dibujaba una pequeña sonrisa picarona. Ya había dejado el bol y daba marcha atrás, cuando su hermano la invito a comer con ellos, y ella no acepto, aunque se moría de ganas.. no estaba bien visto, sentarse a comer en el mismo bol que los hombres.

Todos en casa disfrutaban de la presencia de su hermano, tras tanto tiempo sin verse tenían tantas cosas que contarse, todos hablaban y preguntaba. Su padre, Hazim, solo asentía y escuchaba, el no solía preguntar, pero estaba atento a todo aquello que el respondía, intentaba esconder su curiosidad. Mientras la madre de Amin y Juma preguntaban sin parar, todo aquello que deseaban saber sobre la vida de Amin o bien sobre Europa, eran dos mujeres muy curiosas. Jaka se estaba divirtiendo, todos reían y parecían muy contentos con su llegada.

Hacia las 20 de la tarde, ya oscurecía, en la pequeña ciudad de kidal, Mali. Antiguamente todos entraban a casa cuando oscurecía, pero ya no era así. Cuando oscurecía, los jóvenes se reunían en la calle, ya que la mayoría de los niños se iban a dormir, y las personas mayores, se dedicaban a realizar charlas nocturnas en sus respectivas viviendas. Amin habia comentado algo a Jaka, durante el trayecto, y estaba muy risueño y entusiasmado por enseñarle, todo lo que iba a ocurrir a oscuras. Todos podían ligar, hasta las personas menos agraciadas, una de aquellas noches podría encontrar el amor de su vida, tan siquiera unos instantes. Era la hora de salir, y aunque al padre de Amin estas salidas nocturnas no le gustaban, sabia que no podía hacer nada al respecto si los chicos salían. Siempre inventaban una escusa y el padre fingía creerlos. Para las chicas era más difícil, su padre insistía más la negativa, pero acababa cediendo, porque ellas eran las niñas de sus ojos.

La ultima oración del Adhan, habia terminado y varias personas mayores volvían a sus casas. Jaka y Amin ya estaban en el punto de encuentro, dispuestos a encontrar el amor de su vida. Pero en ese mismo momento, una frase de Amin, hizo que Jaka recordará viejos momentos, con el verdadero amor de su vida , María. Jaka volvió a soñar despierto, mientras recordaba aquel bonito día, que amanecía junto a su amada y tenia el poder en sus manos. El poder de poder explorar todas las perfectas partes de aquella chica blanca, mientras ella parecía estar dormida, cuando realmente no lo estaba y prefería hacérselo para permitir a Jaka hacer lo que quisiera con su cuerpo, algo que a los dos encantaba. Pero una vez más estaba soñando despierto, desgraciadamente ese sueño despertó en él el sentimiento de nostalgia y cambio su animo.

Amin arrastraba a Jaka a varios grupos de chicos y chicas que se habían creado, buscando así a la mejor para su amigo. Pero Jaka no estaba para pensar en amores, aquel instante soñado, había roto todos sus esquemas en tan solo cuestión de segundos. Lo cierto es que Amin ya había sabia con quien iba a perderse esa noche, y necesitaba encasquetar a su amigo alguna otra chica, para así no perder mas el tiempo y desaparecer los dos, en una mágica noche.

Jaka se había percatado de las miradas que tanto Amin como aquella chica se estaban echando. Y no podía permitir, que amigo sacrificara su valioso tiempo, por el simple hecho de no dejarlo solo. Era bastante mayor y podía desenvolverse solo en grupos, sin necesidad de buscar compañía. Bebida en mano y un rostro un tanto triste, que intentaba disimular, se incorporaba en un grupo de amigos, cuando minutos después, una suave mano, rozaba la suya, con intenciones de guiarlo a un camino desconocido. Jaka volteaba la parte derecha de su cuerpo, después de aquel tacto y no podía evitar seguir, aquella atractiva silueta, que lo dirigía a un camino oscuro y desconocido,como si de un imán se tratase el cuerpo de Jaka se deslizaba siguiendo la mano de aquella chica, y fijando su mirada en su perfecta silueta. Se sentía seducido y no podía dejar de seguirla, de repente un fuerte ruido de agua despertó la mente de Jaka de ese desconcierto, en el que no pensaba en nada, parecía hipnotizado. Y se encontraba en un lugar desconocido, con un camino oscuro por un lado y oscuro por el otro; Volver por donde había venido era la clave, pero los cantos de aquella mujer volvieron a hipnotizarlo, esta vez hipnotizaron sus oídos, y firme el chico se encaminaba a la dirección contraria en busca de la dueña de aquella perfecta voz, que cantaba una nana como si de dormir a un niño se tratase.

Al final de aquel confuso camino, ahí estaba Gina, con una especie de falda que rodeaba todo su cuerpo. Gina parecía una clase de bruja, mirando fijamente a Jaka, parecía leer todo lo que él pensaba. Jaka apenas podía articular palabra, aquella chica, era tan bella, la luz de la luna convertía su oscuro negro en un inmejorable color, llamativo y seductor. Jaka no sabia como pero en tan solo unos segundos tenia a esa chica a 20 cm de su cuerpo. Ella cogió la mano izquierda de Jaka y la arrastró hacia su cara, creando círculos con la mano y permitiéndole sentir, cual era el tacto. Parecía que aquella chica había leído su mente tan solo unas horas atrás. Jaka estaba totalmente excitado, el aroma y el tacto, eran aun más intensos que en aquel pequeño sueño que tuvo por la tarde. Bajaba su mano lentamente y se tomaba el tiempo necesario, para sentir todas y cada una de las sensaciones que podía haber imaginado. Gina seguía más atrevida que nunca, rodeando su cintura con los brazos, acercando así, más el cuerpo de Jaka. Jaka estaba más excitado aun, y sin pensarlo, agarró la cabeza de la chica con fuerza y la acerco hasta sus labios, tan solo a 5 cm de los suyos, abría la boca con una lentitud digna de admirar, y rozaba sus carnosos labios, junto a los de aquella chica, creando en ella un estado de impaciencia increíble. Lentamente el labio superior de Jaka se introducía en el pequeño espacio que quedaba entre los carnosos labios de Gina, mordiendo así su labio inferior y tocando así una pequeña parte de aquella sensual lengua. Los dos estaban más que alterados, Jaka parecía no recordar ni su nombre y quería sentir aquel voluminoso cuerpo sobre él. Tan solo un dedo hizo falta, para deshacer el nudo de la tela, que cubría el cuerpo de Gina. Se deslizaba sobre la tierra, como si de una hoja se tratase, lentamente, mientras, Jaka parecía hechizado por ese perfecto cuerpo, Gina dejo que pasaran largos segundos, mientras Jaka observaba con atención su cuerpo, cuando su impaciencia le forzó a juntar su cálido, cuerpo sobre el de aquel chico, rozando la punta de sus pezones sobre el duro pecho de Jaka...  

Creía que podía ( 1Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora