LA INFECCIÓN I - ENTRE LOS INFECTADOS

CAPITULO 8: SIN DESPEDIDAS.

Dedicado a JosemirPuga

Después de las presentaciones Keren y yo caminamos en rumbo a la casa de Luis. Y es que luego de una breve charla ella acordó ayudarme a buscarlo. Tal vez no sea muy buena idea, digo, la conocí hace una hora ¿y ahora me acompaña a buscar a mi amigo?

Que puedo decir, yo realmente necesito ayuda, un apoyo moral, y bueno... no soy bueno juzgando a las personas pero esta chica me da confianza. La suficiente para que le permita acompañarme y es que ella, al saber lo que hacía, se ofreció a ayudarme.

Pero la principal razón es: ¿Qué más da?

¿Qué puede pasar si la dejo acompañarme?

Solo espero que la respuesta a esa pregunta no sea la que me cueste la vida...

El fraccionamiento está en el lado poniente de la ciudad y luego de entrar solo son un par de calles las que nos separan. El pulso se me acelera con cada paso que doy en el lugar, estoy cerca de mi amigo, pero... el lugar realmente ha cambiado.

Los parques donde alguna vez jugaron niños ahora están solitarios, los columpios, resbaladillas y pequeñas fortalezas están vacíos, con manchas de sangre adornando la pintura, pero sin cuerpos. Es como un cementerio vacío.

Dos infectados, hombre y mujer de mediana edad nos ven y corren hacia nosotros.

Volteo a ver a Keren pero ella empuña su "Lanza" con fuerza y asiente. Con una mirada que dice: Hagámoslo.

Corremos a su encuentro y siento un temblor en las manos mientras alzo el machete.

Es el segundo infectado que mato. ¿Pero es correcto hacerlo? Digo, cuando yo veía una película de zombis decía: Mátalos, no hay problema, ya no son personas. Pero en realidad ¿ya llegamos a ese punto donde matar está justificado?

Siguen siendo personas enfermas. ¿Realmente matar es tan fácil?

El infectado estira sus brazos y casi separo su cabeza de su cuerpo de un solo corte limpio.

-El alguna vez fue una persona- razona una voz en mi cabeza- un tipo con un trabajo y quizá una familia, ¿Podemos tomar su vida así de fácil? ¿Si algo te estorba lo matas?

Si.

Y es la respuesta a esa pregunta la que me eriza la piel... es eso o la sensación en mi mano al sentir como corto su carne.

El cuerpo del infectado cae y veo como keren remata a su atacante clavándole su lanza en la cabeza.

Así son las cosas ahora. Si algo te estorba o te amenaza lo matas.

-Hey Carlos- es Keren quien corta mi hilo de pensamientos- ¿Estas bien?

-No. ¿Quién lo está hoy en día? Pero sigamos- afirmo tratando de aparentar total normalidad.

Ahora matar personas es normal... Esa idea me estremece por dentro.

Pero al fin, luego de lloriqueos, sustos, muerte y pocas esperanzas llegamos finalmente a la casa de Luis.

Es una casa pequeña, de dos pisos, en la segunda planta hay dos grandes ventanas, en el primer piso las dos ventanas tienen protecciones para evitar que alguien entre.

Keren se acerca primero que yo al lugar.

-¿Es aquí?- pregunta mirando el hogar de mi mejor amigo, a lo que yo le respondo asintiendo con la cabeza sin dejar de mirar la puerta.