Encerrados en el infierno

Paula

Algo no va bien. Lo supe incluso antes de abrir los ojos, como cuando tienes esa sensacion de que lo que estas haciendo esta mal incluso si tu crees que esta bien. Igual. Bueno quiza esa no sea la mejor comparacion del mundo.

Tenia miedo de abrir los ojos, de lo que pudiera encontrar. Cuando pasaron mas de vente minutos los abri por fin. Hubiera deseado no hacerlo.
Estaba tumbada en un suelo frio, de losetas, a mi lado habia una pared rugosa que se estendia por lo menos tres metros. Repartidos por toda la clase pupitres y mesas, por lo menos 30. La pizarra digital estaba encendida. Fruncí el ceño mientras lei. No puede ser. Pero si podria der.

Intentando olvidarlo fui hacia la ventana que tenia mas cerca. Intente tirar de la persiana. Iba perfectamente, sin embargo una tabla delante me dificultaba el paso.

Mire con que estaba puesta, la poca luz me dificultó bastante el trabajo, aun asi pude apreciar que estaban puestas con puntas.

mi cabeza empezo a trabajar en planes, ninguno bueno de momento. Decidi inventigar un poco mas. ¿Donde estaba? En un aula, era evidente ¿en que aula? Ni idea. ¿Como llege aqui? ¿cuanto he dormido? ¿se estara preocupando mi madre por mi? Problablemente, no queria pensar en ello. Intente apartar todas las preguntas de mi cabeza, pero ellas volvian agoviandome. Antes de que pudiera darme cuenta una lagrima se deslizaba por mi mejilla. Rapida la limpie. NO. No puedo permitirme esto, tengo que salir. Asenti, aun sabiendo que no tenia sentido, mas bien como para convencerme.

Heche otra ojeada a la clase. Pero ests vez lo que me llamo la atencion fue la mesa del profesor. Fui hasta ella.

Lo primero que mire fueron los cajones, que eran cuatro. Vacio. Con folios. Vacio. Pero el ultimo estaba pechado ¿para que estara pechado un cajon? Seguro que es importante. Seguro que me ayuda a salir.
Llena de falsas esperanzas tire con todas mis fuerzas de la manilla. Tanto tire que la rompi.
Toda la fuera que estaba usando me impulso para atras. Mi cabeza choco contra la pizarra. Chille de dolor. Me iba a salir un buen chichon. Me rei por lo estupida que sonaba.
Encerrada, sin salida, sola y me quejo por un chichon, ridiculo.

Pose la manilla en la mesa y me agache intentando ver mejor el cajon. Algo se me clavo en el estomago. Me levante de nuevo, y palpe el pantalon buscando eso que me clave. Toque algo, duro y rectangular. O dios. Mi movil. Estaba tocando mi movil.
Lo saque corriendo, tanto que se me escurrió de las manos. Mierda ¿y si lo he roto?

Preocupada, me hagache a recojer las piezas. No estaban. Solo el movil y la carcasa ¿y la bateria? En su lugar habia un posit que rezaba:

"SI ME QUIERES, BUSCAME"