Adrián

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Unos murmullos en las sombras me despertaron del que estaba siendo el sueño mas profundo y real que había tenido en mucho tiempo.

Intente quitarme la venda de los ojos que hacia que viera todo oscuro, pero aun así veía, por el contrario mis manos estaban atadas a la silla en la que estaba sentado.

Flashes y recuerdos de lo que paso antes de desmayarme acudieron a mi mente, como un torbellino de ideas.

Paula 

Ese nombre ocupaba todos mis pensamientos, ese nombre no, esa persona. Había empezado a sentir algo por ella, aunque el hecho de estar encerrados sin escapatoria ayudase, ya me había fijado en ella antes, es tan guapa y lista que te deja sin aliento por el simple hecho de mirarla.

A través de la tela pude apreciar un par de deportivas que se paraban frente a mi.

-Me alegro de que te hayas despertado, esto empezaba a ser aburrido.-Dijo una voz que reconcilie al instante con la que llevaba conviviendo varios días.

Incluso antes de que terminara la frase ya empezó a desatar la venda, confirmando mis sospechas sobre esa persona, la persona que había sufrido y palidecido toda esta especie de tortura, o al menos eso había creído. 

Al darme cuenta de la realidad, empece a dudar de todo lo que se suponía sabia. ¿Y si todo esto es una broma pesas? Demasiado larga para serlo. No esto tenia que ser real, esta pasando aquí y ahora, sin saberlo me he metido en la clase de trampa de la que no todos salen con vida.

-¿Me quieres para tu diversión?¿Todo esto era para tenerme como tu bufón personal?.-Respondí con indiferencia no queriendo demostrar lo mucho que me dolía su traición.

-No te sientas tan importante.-Con leves movimiento de cabeza apunto a ambos lado.-No has sido el único seleccionado.

Al girarme me encontré otras tres personas manía atadas a Arantxa no me sorprendió encontrarla dado que lo ultimo que recuerdo es a ella inconsciente, pero lo que si me dejo atónito fue ver a Dani y África, no sabia ellos también estaban aquí. Los tres estaban despiertos y me miraban fijamente esperando que dijera algo.

-Yo eh, pero ellos¿como...?-En un intento de decir algo solo conseguí atragantarme con mis palabras.

Ella sonrió fríamente

-¿A ellos? Resulta que estuvieron aquí todo este tiempo.

-¿Como pudimos no darnos cuenta?- Por un momento sus facciones se mostraron tristes, dolidas, cambiaron tan rápido que casi llego a creer que me lo imagine.

Casi.

Entonces me di cuenta <<pudimos>>, la añadí como tantas veces había hecho sin darme cuenta de que ella nunca estuvo en nuestro bando, solo nos hacia creerlo. Es un traidora

-Estaban en Usos múltiples, esposados a un radiador.-Respondió con una voz neutra midiendo sus palabras. 

-Cuando registramos el instituto, esa era la zona que te toco.-Respondí en un susurro, comprendiéndolo. Ella asintió confirman dolo. Otra pregunto me surgió y ya que se estaba sincerando, no creo que tuviera inconveniente en responderla-¿Hay alguien mas?

Sus ojos mostraron crueldad su boca se torció en una sonrisa a la que le faltaba muy poco por ser maniática.

-¿Dices vivo?.

-De cualquier forma.

-No, bueno.-Rectifico, sin quitar su sonrisa.-Estaban Nicolas y Samanta, pero ahora solo estan pudriéndose en una de las clases cualquiera.

Un recuerdo fugaz cruzo mi memoria.Cuando entre en la clase de primero y encontré aquel bulto, no llegue a ver de lo que se trataba pero ahora con su declaración esta claro que era el cuerpo de Nicolas. 

Samanta, el día que encontré a Paula estaba llorando sobre ella, fingiendo una perdida que ella misma había provocado.

Una sensación empezó a crecer en mi estomago y no una buena.

Sentía asco, asco por ella por lo que hizo por todo. Asco, puro asco. 

-¡¿Por que has hecho esto?!.-Grite encolerizado, me moví bruscamente y al hacerlo mi hombro choco contra el de Arantxa que estaba con la cabeza inclinada en un angulo extraño y babeando.

A mis espaldas se encontraban  Daniel y Africa. Saber que ellos también estaban aquí me sorprendió y creo una duda dentro de mi que se unió a mar de dudas que ya tenia y que no sabia si podría responderlas, si viviría lo suficiente.

Paula había seguido mi mirada en todo momento, aun no respondía mi pregunta.

-Responde-Dije con el mayor tono de frialdad que podía llegar a tener.

La sonrisa desapareció de su cara y se puso seria.

-Ni yo se porque lo hago.-Respondió con sinceridad. La mire sin entender invitándola a explicarse,estaba teniendo demasiada paciencia con ella una que no se merecía, no después de todo lo que ha hecho.-  No te mentí en todo, desperté como vosotros desorientada, sin saber que hacer pero a diferencia de vosotros yo tenia algo, un mensaje, estaba proyectado en la pizarra y en el decía que tenia que seguir vuestro avances y por el camino deshacerme de alguno-Suspiro- y eso es lo que he hecho.

Mi mar de dudas se hizo un poco mas pequeño, un por dado que ella no era la que estaba detrás de esto después de esto. Mis dudas se hicieron fuertes dándose importancia dentro de mis pensamientos quería respuestas y las quería ya. La mire y por un momento sentí pena de ella.

Negando con la cabeza mi vista se dirigió al suelo, movía los pues nerviosa, como a la espera de algo.

-¿Quien esta detrás de esto?.- pregunte aun mirando el suelo, el agotamiento mental y patológicamente empezaba a afectarme.

El silencio se extendió en el aula y su respuesta no llegaba. La mire fijamente, se me había agotado la paciencia.

-Ni yo lo se.- Respondió de vilmente mirando el suelo.

 -¿Como que no lo sabes?.-Dije incrédulo

-En la pizarra digital no lo ponía.

-¿Me estas diciendo que has hecho todo esto por alguien que ni siquiera sabes quien es?.- Si no tuviera las manos atadas las pasaría por mi pelo intentado calmar mi frustración.

Ella no respondió, parecía que el suelo le resultara extremadamente interesante.

-¿Que hacemos aquí?.-dije una de las muchas preguntas que quería que respondiera, con esta quizá si que podría hacerlo.

-Lo decía en la pizarra.-Se interrumpió dudando si continuar o no, levante las cejas alentándola a ello.-Estaba en la pizarra. También decía que iban a venir, que ellos iban a venir...

Su voz se fue apagando cuando la puerta fue abierta.

Dos personas con paso decidido entraron el la clase.

Ellos estaban aquí. por fin. 

Encerrados en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora