Adrian

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Siento un cosquilleo en la nariz, muevo la mano para rascarme, toco algo bladito y peludo. Al apretarlo suelta un chillido. Lo lanzo lo mas lejos que puedo a la vez que me alejo lo máximo que puedo de ello eso o lo que sea. Mi espalda toca con algo duro. Una pared.

Miro a mi alrededor, solo uno de los fluorescentes del techo esta encendido. Es el que está encima de la pizarra, ¿pizarra?
Al mirar el resto de las paredes me doy cuenta de que no estoy en mi cama como yo pensaba, en mi habitacion ni mucho menos en mi casa, estoy en mi instituto, en el aula de tecnologia.

¿Que hago aqui? Y todabia mas preocupante ¿como he llegado aqui? Quizas sea sonanbulo. Cuando miro mejor el aula me doy cuenta de que no, no soy sonambulo, un sonanbulo no corta las cuerdas de la persiana ni pone tablas en las ventanad, mucho menos quita la manilla. Suspiro.

Me levanto decidido a investigar. Me paro delante de la puerta, es mi mejor opcion de salir. Mientras la miro paso el dedo por ella, dibujando su contorno. Nada. Ningun abujero. Nada. Miro mas arriba, encima de la puerta hay un rectángulo que si no recuerdo mal es de cristal, era de cristal, como las ventanas tambien tiene tablas tapandolo.

Decidido a no rendirme, cojo una de las cuatro grandes mesas y la coloco debajo. Vuelvo y cojo una silla. Las compruevo todas hasta que encuentro una que no cojea. La mas segura. La coloco encima de la mesa la dejo alli y vuelvo por otra. Cuando porfin lo tengo todo me subo a la primera silla y con la segunda le doy golpes a las tablas intentando romperlas.
Un golpe. Nada. Dos golpes. Nada. Tres golpes. Nada. Cabreado y frustrado lo golpeo con todas mis fuerzas. Un crujido y muchas astillas se desprenden de ella. Doblo el brazo protegiendome de ello. Contento de ver resultados por fin, le vuelvo a dar una y otra vez hasta que se rompe del todo. Suelto la silla hacia cualquier lado, siento la adrenalina tanto que ni oigo cuando la silla toca el suelo. Arranco los trozos de madera con las manos.

El agujero esta abierto y sin pensarlo dos veces me tiro por el callendo al bacio.

Encerrados en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora