Encerrados en el infierno

Capitulo final:Esterno

A simple vista Adrian había deducido que eran un chico y un chica, por la forma de caminar. No podía saber nada mas porque una toga les cubría enteros y su capucha ocultaba sus rostros 

Sus pasos resonaba por la habitación, nadie decía nada  solo miraban, incluso los que empezaban a despertarse se mantenían callados, con una expresión de sorpresa mezclada con confusión.

Las dos personas se posicionaron al lado de Paula y con gran reverencia se quitaron las capuchas descubriendo sus rostros. 

La suposición de Adrian no había sido errónea, eran un chico y una chica que todos conocían, ella era una hazmerreír de que a la mínima todo el mundo se libraba  a su lado estaba su amigo que milagrosamente se libraba de las burlas. El se mantenía a la derecha de ella un paso detras, como una clara señal del respeto que le profesaba.

Daniel y Africa contrariados intentaban girases para poder verlos pero si lo hacían se provocarían una dislocación en el cuello. Aun así no dejaban de internarlo, solo pararon cuando escucharon la voz de ella.

-Supongo que tendréis muchas preguntas- Lo dijo en un tono neutro pero su boca insinuaba una sonrisa que apenas se molestaba en ocultar.

-Muchas.-Respondió Arantxa como una muestra de rebeldía, demostrando que a ella no le daban ningún miedo. 

Todos se giraron hacia ella, evidentemente sorprendidos.

.-Es una lastima que no estemos aquí para responder tus preguntas.-Le respondió la otra, irritándose de sobre manera, ¿tanto le costaba mantener la bocaza cerrada? 

La miro retándola a que volviera ha hablar. Arantxa no se hizo derogar.

-¿Entonces que hacéis aquí?.- Le sonó un poco ridícula la pregunta, en su mente sonaba mejor eso seguro, pero una vez dicha se dio cuenta de lo idiota que estaba siendo. Ellos la habían metido ahí para que de una forma cruel y despiadada sufriera, quien sabia de lo que mas eran capaces y a juzgar por las dagas que los dos pares de ojos le lanzaban estaba en un gran aprieto. Tragando saliva espero su respuesta.

Cerrando sus manos en puños el dio un paso adelante pero la mano levantada de ella le detuvo dejándolo momentáneamente confundido. Repentinamente na sonrisa apareció en el rostro de ella, una sonrisa escalofriante, desquiciada. 

-Déjala, esto esta resultando mas divertido de la que creía.- Ante sus palabras el dio un paso hacia atrás volviendo a su postura recta y seria. La sonrisa no se evanecía del rostro de ella.-Os diré lo que yo quiera ni mas ni menos.- África eso se lo tomo como un reto y decidida agudizo su oído intentado encontrar un punto fuerte por el que sonsacarle mas cosas.- Veamos ¿por donde puedo empezar?.- Pronuncio con un retintín en su voz, disfrutando de que por una vez ella tenia el poder, tenia que aprovechar su oportunidad. Se volvió hacia su compañero y le sonrió dulcemente, por un momento el dejo su postura seria por una sonrisa tierna, cuando ella se giro el volvía a estar como antes.

Adrian lo entendió, supo porque lo hacia el, por amor la quería y por muy macabra que fuera su idea el estaba dispuesto a llevarlo a cabo solo por ella sin embargo seguía sin entender los motivos de su compañera. 

Después de hacer un gesto burlesco con la muñeca ella prosiguió con su ''explicación''.

-Vosotros, todos vosotros que estabais encerrados aquí tenéis algo en común incluso lo tenéis con nosotros.-Mientras lo decía paseaba su mirada por todos los rostros que tenia delante.

-Íbamos a la misma clase.- Susurro Dani pero al estar todos en silencio se escucho bastante alto.

Ella sonrió y aplaudió. 

-Premio para el ganador. Y tu que eres tan listo,o que al menos eso te crees. sabes ¿que mas tenéis en común?.-  Su atención estaba totalmente centrada en Dani lo aproveche para poner en marcha mi plan. África, cuya espalda chocaba con la mía, lo entendió en seguida y se dispuso a ayudarme.

-Todos os burlabais de mi, disfrutabais haciéndome sufrir un día tras otro.- Prosiguió ella sin molestarse en darle tiempo de contestar.- Y ahora los que sufrís sois vosotros.- Un brillo en su mirada asusto a Arantxa- No podría alegrarme mas de esto. 

Paula se había quedado callada, en una esquina intentado pasar desapercibida, miraba el suelo sin atreverse a mirar a los amigos que había traicionado.

- Paula ¿por que has hecho esto?.- Le pregunto Arantxa con los ojos llenos de lagrimas.-Eramos amigas, y tu vas y... y nos hacer esto.- A mitad de la frase la voz se le quebró, incapaz de pronunciar mas palabras. 

Paula empezaba a tener cargo de conciencia, uno muy pesado.

-Ellos me aseguraron que iba a estar libre, que si hacia esto os traía hasta aquí y os ataba seria libre.-La miro a ella esperando una confirmación.

.-Pues claro que si.- Le respondió ella, con un brillo oculto.- Seras totalmente libre

Con un gesto de su mano el se aproximo hacia Paula uniendo su mano en el interior de su toga, cuando la saco en ella sostenía un cuchillo. Su afilaba hoja reflejaba la luz que se proyectaba sobre ella. 

Paula se alejaba de el, pero el era mas rápido y de un movimiento hundió el cuchillo en el estomago de Paula. Ella grito y se agarro en el punto donde el mango sobre salia, el de otro movimiento saco el cuchillo. 

-Ahí tienes tu libertad.- Le dijo ella en un susurro, con la voz fría, mientras las rodillas de Paula cedían, caia al suelo y se quedaba quieta mientras a su alrededor se formaba un charco de oscura sangre.

Adrian y  Africa aprovecharon esa distracción para terminar de romper las cuerdas y desatar a sus compañeros. 

Ninguno estaba seguro de ello pero cuando ellos, Ariana y Pablo Jose se giraron atacaron aun arriesgo de no estar seguros de salir con vida si lo hacían, atacaron buscando su liberación atacaron por ellos y por sus compañeros que habían muerto y ahora ya no estaban para luchar.

Atacaron.