Paula

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Agotada y hambrienta, sobre todo hambrienta estaba tumbada en el suelo miran Adrian. Se suponía que el haría la guardia, sin embargo podía oír sus ronquidos hasta dormida. 

Acurrucándome aun mas, respire el aroma a tranquilidad del ambiente, cual quiera pensaría que solo eramos tres adolescentes durmiendo, amigos de toda la vida que solo quieren pasar un buen rato juntos. 

Ojala fuera así.

Refunfuñando me levante, cuando llegue donde Adrian le di un golpe en el pie. Se asusto tanto que hasta pego un saltito en el sitio. 

-Anda que contigo estamos bien seguros ¿eh?.-Dije mientras me sentaba a su lado. 

-No nos va ha pasar nada, hemos recorrido todo el instituto, al menos todo al que podemos acceder, y ni una sombra que no sea la nuestra hemos visto.-Respondió mientras se tallaba los ojos. 

-Bueno, siempre podría estar viéndonos ahora desde algún lugar oculto.-Comente para asustarlo.

Lo mire y justo cuando el revisaba las dos direcciones del pasillo, dormimos en un pasillo por que asi seria mas fácil huir. Me rei. 

Me rei tan alto que Arantxa solto un par de insulto mientras me mandaba cerrar la boca. 

Bueno humor al despertar.

De repente la risa se me corto. Ella tenia razón, no es momento para risas, tengo que encontrar una salida sea como sea. Este no sera mi final.

Mire ha Adrian

-Tenemos que encontrar una salida.-El parecia concentrado en un punto infinito de la pared, pero al oir mis palabras, me miro. Me hablo con los ojos llenos de determinación.

-Te prometo que encontrare una salida.-Hizo una pausa.-Aun que sea lo ultimo que haga.

El aplomo de su voz me hizo entender que hacia esto por otra cosa, no era solo por salir el. 

Yo le gustaba.

Gire la cabeza hacia Arantxa y le llame para que despertara. Cuando estuvo sentada empezamos una larga charla de como salir de aquí.

Nuestras opciones no eran muchas, pero decidimos dividirnos, ahora que Adrian tenia el pie entablillado. La verdad es que esa noche no había sido la mejor de todas. 

El insistió en que podía ir solo, y por mucho que le dijimos que no hacia falta el rechisto,ansioso por cumplir su promesa. 

Yo cubría los pasillos de abajo del todo, Arantxa el centrar de la entrada principal, y Adrian el de tercero que era el que quedaba mas cerca. Evitamos el pasillo de primero y segundo por Samanta, no se sentían preparados para volver a verla. 



Cuando llegue a mi pasillo empece por el aula mas fácil:Usos múltiples, también era una de las mas grandes.

Tenia dos puertas. Cuando estaba delante de la primer la examine, chapa cunen, no es tan difícil romperla. Me eche para atrás, y levante la pierna dándole con todas mis fuerza, que no eran muchas.

La puerta emitió mucho ruido pero ninguna señal de que se fuera a romper.

Unas voces sonaron en el interior, pero lejanas, dado que aun habia una puerta en medio. Pense que me estaba volviendo loca. Acerque la oreja a la puerta, escuchando atentamente. 

Volvieron a sonar, pidiendo ayuda. Me fui alejando de la puerta, hasta que mi espalda todo la pared.

Me estaba volviendo loca, me di la vuelta, corriendo hacia el punto acordado.

Tenia que irme de allí. 

Encerrados en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora