Capítulo 3: Canciones Y Sonrisas

18.8K 1.2K 568
                                    

Paseando debajo de las nubes negras por se disipan, mi parada es en un bar un poco famoso, pero el primero y el único que me da la oportunidad para hacer una de las cosas que me gustan. El cartel de la cafetería más moderna de la ciudad pone "Holly's Dreams". Entro por la puerta y vuelvo a observar el gran espacio que se observa. Es moderno, cómodo y bastante relajante.

Me siento donde siempre y espero a que alguien me atienda, ya que estoy un poco feliz de haber recién conocido a Ricky. Parece ser un gran chico, modesto al parecer. No es como los demás populares, no es un engreído que va diciendo por ahí que es muy guapo. Él es diferente, aunque no sé cuanto de diferente es.

Justo llega la que quiero que me atienda. Una chica rubia, pelo rizado, ojos castaños y un bonito cuerpo. Tiene un poco de grasa acumulada, pero eso se va al ir un poco al gimnasio. Al mostrarme eso me hace saber que no se ha pasado por el gimnasio en esta semana o más.

-Hola, Marth -me saluda con su bonita sonrisa de siempre-. ¿Qué te pongo?

-Tráeme una coca cola -le pido con una sonrisa, quiero ser amable.

-Vale -desaparece por una puerta y vuelve con la coca cola, pero al parecer ahora tiene una sonrisa forzada-. Aquí tienes -deja el refresco encima de la mesa con un vaso-, disfrútala.

No puedo dejar de mirarla. ¿Por qué ahora la fuerza? Tendré que decirle que sé que algo pasa, ¿no? Seré buena persona y lo haré.

-Deja de forzar la sonrisa -le digo solamente mientras echo la coca cola en el vaso para después darle un sorbo.

-Uf, menos mal -se sienta delante de mí-. Gracias por pedírmelo. ¿Qué tal estás? -me pregunta.

-Pues muy bien -no puedo dejar de sonreír, por algo será.

-Hum, ese muy bien me ha parecido que un chico te está empezando a gustar.

-¿Cómo lo sabes? -la miro estupefacto.

-Y déjame adivinar. ¿Es Ricky de quien estás enamorado? -una bruja en la estancia, mátenla antes de que ponga huevos.

-Em, sí -a ella se lo conté, ya que es una chica que ha sufrido bastantes noviazgos en sus 22 años de vida, da buenos consejos, eso sí.

-¿Qué tal con él? ¿Sigues sin dirigirle una palabra? ¿Sigues pensando cosas guarras con él en tu cama? -pregunta con mirada pícara.

-Bien, esta vez sí le he dirigido la palabra y... ¡No! No he pensado cosas guarras. ¿En serio, Lola?

-En serio -dice y me saca la lengua, es un poco infantil como podéis ver.

Se llama Lola, tal y como acabo de contar. Al parecer ha sido una buena amiga y le conté sobre mi homosexualidad, ya que lo descubrió por su cuenta. Me sorprendió en su momento que lo adivinara, aunque ya me he acostumbrado a que descubra las cosas por su cuenta. Siempre tan... ¿Rara? No sé cómo describirla.

-Veo que te has traído la guitarra, ¿vas a cantar otra vez?

-Sí, espero que a la gente le guste -así es, voy a cantar.

-A todo el mundo le gusta cómo cantas, tienes una buena voz. ¡Quiero un hijo tuyo!

-¿No gritaste eso la semana pasada cuando terminé de tocar?

-No, que va. Sería otra loca -que mal disimula, pero me hace reír su comportamiento-. Espero que esta vez la canción sea muy buena, la de antes no estaba mal, pero quiero mejor.

-Doy todo mi esfuerzo por memorizar la letra, por saber tocar las notas en la guitarra y a acostumbrarme a los nervios otra vez.

-No te preocupes, sabes que cuando lleves medio minuto te soltarás bastante -me intenta tranquilizar.

Popular NO Busca Pareja (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora