Desesperación

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Shinichi, le informó a Sera sobre el poco tiempo que quedaba para que la bomba explotara, la morena ante la noticia salió rápidamente del lugar para colaborar con Hattori hasta que dio con una navaja que guardaba Takheru en su bolsillo como material de acampada. Sera se dirigió de nuevo al lugar junto a Heiji.

— ¡Kudo!—Le llamó la policía llegando al lado de Hattori, le acercó la navaja—Aquí tienes

—Bien, ahora salgan de este lugar—Les ordenó el detective del Este.

— ¡¿Estás loco?! No pienso irme de aquí sin vosotros, Kudo—Dijo Hattori seriamente.

—Hattorí—Dijo mirándole con severidad—Por favor

El moreno, a pesar de no querer hacerlo, le hizo caso omiso a su amigo cogiendo a Sera de la muñeca para salir corriendo del lugar rogando internamente que consiguiera desactivarla.

—Shinichi...—Le llamó su amada con voz suplicante.

—Todo saldrá bien, Ran—Le susurró con ternura.—Ahora, te pido que sigas sin moverte

—Lo sé—Dijo la karateka.

—¿Cómo has sabido que no debías moverte?—Preguntó el detective sin quitar la vista del artefacto explosivo.

—No hace falta ser detective—Intentó bromear para relajar la tensión consiguiendo que el detective sonriera levemente.

Ante la poca luminosidad del lugar, el ojiazul se sacó el reloj de la muñeca para luego encenderlo y colocarlo en su boca, necesitaba ambas manos para el proceso de desactivación de la bomba.

Shinichi, para comenzar debía cortar el tubo óptico, así que retiró la tapa con cuidado, no debía rozar la bola de Mercurio.

—"Aquí está el tubo de Mercurio, si cortamos este cable estaremos más tranquilos"—Pensaba el detective mientras lo cortaba.

El ojiazul, retiró una segunda tapa para dar su siguiente movimiento bajo la mirada sorprendida de la karateka, quien en estos momentos no decía ni una palabra para que éste no perdiera la concentración.

—"Voy a intentar cortar la corriente"—Shinichi cortaba un segundo cable de color amarillo pues éste era el que alimentaba la parte del cristal liquido.

Agradecía internamente que hayan cortado la luz del lugar, seguramente un acto proveniente de su amigo de Osaka al reconocer el modelo de la bomba.

—"Vaya, la electricidad sigue pasando, cuidado Shinichi"—El ojiazul colocó un aislante en un nivel determinado para usarlo como barrera—"Bien, solo falta el negro"

Mientras tanto.

Reizo, llegaba corriendo después de haberse bajado de su coche en dirección hacia las patrullas de la policía, quienes habían tomado una gran distancia desde que supieron que había una bomba haciendo evacuar a todas las personas de los alrededores.

Siendo victima del cansancio, Reizo apoyó sus manos en las rodillas intentando recuperar el aliento por la carrera que se había dado. Ya con el aire en los pulmones, el marido de Ran buscaba desesperadamente a sus hijos, según la información de la policía que había hablado con él, ellos estaban a salvo.

—Disculpen—Se acercó a un grupo de policías con la cara cubierta de sudor, signo de los nervios al saber que su esposa estaba en semejante aprieto.

—¿Quién es usted?—Preguntó Megure seriamente con las manos en sus bolsillos—¿Y qué hace aquí? No sabe que...

—Soy Reizo Kaoshiro—Contestó cortándolo—El esposo de Ran Kaoshiro, alguien me llamó para informarme sobre su secuestro.

—Oh, es el esposo de la victima—Dijo Takagi

—¿Qué saben de mi esposa? ¿La han encontrado? ¿Quién ha sido? ¿Dónde están mis hijos?—Les bombardeó con preguntas haciendo que estos dieran un paso atrás.—Por favor contesten

—¿Papá?—Dijo una voz infantil a sus espaldas

Reizo, se giró apresuradamente al reconocer la voz.

— ¡Maru!—Abrazó a la pequeña.

— ¡Papá! mamá está en peligro—Dijo con la voz ahogada rompiendo aun más el corazón de Reizo, quien también estaba superado por la situación.

— ¡¿Me pueden decir si están haciendo algo para salvar a mi mujer?!—Preguntó a Megure y a Takagi cogiendo a su hija entre sus brazos.

—El escuadrón de artificieros no habría llegado a tiempo, así que tenemos a una persona de confianza encargándose del asunto—Respondió Megure con seguridad.

—¿Artificieros?—Estaba confuso

—Señor Kaoshiro, hemos encontrado a su esposa pero el problema es...—Dijo Takagi—Que la hemos encontrado con una bomba.

—N-No puede ser—Se le encogió el corazón al marido de Ran.— ¡¿Qué pasara ahora?!

Ante la trágica noticia Reizo se desesperó, no quería que le sucediera nada a la persona con la que había compartido tantos años de convivencia, le dolía.

—Cálmese, Todos estamos muy afectados por el asunto —Una mano liviana se poso en su hombro estando Reizo de espaldas, éste se giró—Le puedo asegurar que su esposa estará junto a nosotros sana y salva

—¿Cómo puedes estar tan seguro?—Preguntó Reizo— ¿Y quién es usted?

—Soy Heiji Hattori, mi amigo es quien está intentando desactivar la bomba y sé que lo conseguirá—Le contestó.—"Kudo, confió en ti"

—"Eso espero...Ran por favor que estés bien"—Pensó Reizo con los nervios a flor de piel.

—Papá—La voz de su hija le devolvió al mundo.

—Hija ¿Dónde está tu hermano? —Preguntó con preocupación mientras la dejaba en el suelo.—¿No le habrá pasado algo?

—A Takheru no le ha pasado nada, tranquilo, está por allí—Dijo Maru.

La niña, señaló con el dedo una furgoneta en la que estaban otro grupo de policías, y si, ahí estaba Takheru sentado junto a Sera con la mirada llena de preocupación. La morena vigilaba a Takheru ya que éste más de una vez, intentó volver a la cabaña siendo el miedo de perder a su madre el motivo de su acción.

— ¡Takheru!—Le llamó su padre mientras corría hacia él.

—Papá—De sus ojos comenzaron a brotar lágrimas, se levanto para ir hacia su padre abalanzándose a sus brazos, cayendo en un desconsolado llanto— ¡Papá!

—Estoy aquí—Le susurró acariciándole la cabeza

Mientras tanto en la cabaña, los minutos pasaban rápidamente y al detective solo le quedaba cortar un último cable.

—"El negro, este corresponde al control remoto de la bomba"—Pensó el detective quedando solo escasos segundos—"Si lo corto se desactivará"

—Shinichi —Dirigió la mirada hacia su amada, éste le sonrió para tranquilizarla para luego cortar el último cable.

— Se detuvo —Suspiró aliviado al igual que la karateka.

Ran, dejó el artefacto en la silla para luego acercarse al detective, pero éste se impacto al ver un cable fino brillar en la espalda de su amada.

— ¡Ran ¡No te muevas!—Grito el detective del Este fijando su mirada en el fino cable, sabía que había gato encerrado.

—¿Qué ocurre?—Giró confusa por su actuación arrancando el cable que estaba junto a la bola de Mercurio haciendo que los último diez segundos dieran la cuenta atrás.

— ¡Vámonos de aquí!—Dijo Shinichi alterado.

El detective cogió a la katateka de la mano para hacer que ésta subiera las escaleras rápidamente junto a él.

Una vez fuera del lugar con solo siete segundos comenzaron a correr a toda prisa.

Siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno...Explotó.

Ambos, a pesar de haber corrido todo lo que sus piernas les habían permitido, no pudieron evitar ser golpeados por la onda expansiva.

Sueño [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora