Alerta

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Ran y Shinichi seguían mostrándose el amor que se tenían el uno hacia el otro, se miraron con ternura, como si nadie más existiera, solo ellos, pero Ran no pudo evitar recordar de nuevo a su hijo cuando miraba a Shinichi, no sabia como contárselo ni como se lo tomaría, después de todo le privó de conocerle, se reflejo en ella la preocupación y eso es algo que a Shinichi no le paso desapercibido.

—¿Qué sucede Ran? —Le preguntó Shinichi.

—¿eh? no, no es nada Shinichi, estoy bien —Le respondió Ran forzando una sonrisa.

—¿Estás segura? sabes que puedes contar conmigo ¿verdad? —Le sonrió Shinichi.

—Lo sé, es solo que..verás Shinichi tengo que decirte algo yo.. —Dijo Ran bajando la mirada.

Ran se callo brutalmente ya que al levantar la mirada vio que Shinichi la miraba fijamente, esos ojos azules, le parecía tan... atractivo, se quedó sin habla.

—¿Ran? —La llamo Shinichi.

—¿Si?

—¿Qué tienes que decirme? —Esperaba ansioso.

—No, no es nada, es solo que iba a decirte que me tengo que ir, ya sabes para recoger a Takheru —Le respondió Ran con una gota de sudor en la frente.—"No puedo"—Pensó ella.

—Ah, si es verdad, entonces no haré que te retrases más—Le dijo Shinichi —Ten cuidado por el camino ¿de acuerdo?

—Si, lo tendré —Le respondió ella.

Shinichi la abrazó fuertemente como manera de despedida, si fuera por él se quedaría así el resto de su vida.

—Te quiero, Ran.—Le susurró Al oído apretándola más fuerte contra su pecho, mientras que una leve sonrisa se formaba en su rostro.

—Yo también, Shinichi.

Se separaron, Ran tenia que irse a por su hijo y Shinichi tenia que ir a recoger a sus amigos de Osaka, le dio un beso y emprendió su camino.

—Cuando vuelvas ¿podrías avisarme Ran?—Le pregunto Shinichi girandose.

—Si, esta bien—Le respondió Ran con una sonrisa

Mientras Shinichi se alejaba, Ran bajo la mirada decepcionada al no haberle contado lo de su hijo, pero cuando recapacito las cosas, era mejor así, pues primero tenia que hablar con Takheru, ella había decidido esperar a que él creciera un poco para decirle la verdad, aunque aún así, él niño con solo cinco años era demasiado inteligente, podría odiarla por haberle ocultado algo tan importante.

Un rayo de luz paso por la mente de Ran en aquel instante.

—"Que no veamos la solución a un problema, no significa que ésta no exista"—Pensó Ran recordando como lo decía Shinichi.

Sonrió finalmente, debía estar preparada ante cualquier dificultad, no podía decaer, no ahora, cuando todo estaba empezando a volver a su sitio.

Miró el reloj que tenía en su muñeca, se sorprendió, eran las once, la profesora de su hijo llamó una hora antes para que ella lo recogiera, entró con prisas a la casa, se vistió rápidamente y cogió las llaves del coche, no era el momento de pensar, ya lo haría después.

—Bien..ya está todo—Dijo mientras cerraba la puerta de la casa con llave.

Mientras tanto Shinichi caminaba feliz de la vida, nada podía ir mal, ni siquiera se dio cuenta de que alguien lo estaba siguiendo.

Sueño [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora