4.- Sostenes en la cabeza

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Al fin un descanso.

Había llegado la hora del final de las clases, hora en la que centenares de estudiantes salían entusiastas de las aulas para respirar el aire contaminado de la ciudad y cegarse con el brillo del sol tras largas horas en clases iluminadas con fluorescentes. Como una más de esos estudiantes, Ash avanzaba apresurada por los senderos de la universidad, tratando de ver a duras penas por dónde caminaba a pesar del sol. Al llegar a la cafetería, después de una sesión tonificante de codazos, patadas y empujones para poder atravesar la masa de gente que se agolpaba a la entrada, consiguió llegar a la mesa donde se encontraba Susan.

- ¿Se puede saber qué demonios te ha pasado? Estaba a punto de irme.

La chica de ojos marrones y pelo rubio la miraba esperando una explicación, con el ceño fruncido, como el de una madre al encontrar que su hija no ha llegado a casa a la hora que le había dicho.

- No es mi culpa que todos los retrasados de la escuela se agolpen en la entrada de la cafetería.

Señaló a la puerta con enojo mientras soltaba en la mesa los libros y la chaqueta con desgana.

- ¿Y esos cuantos idiotas han hecho que te retrases 20 minutos?- preguntó la rubia sabiendo la respuesta- Como mucho has tardado 5 minutos en entrar- hizo una pausa para que la chica la prestara atención y se dejara de evasivas- ¿dónde has estado el resto del tiempo Ash?

La mirada de Susan era serena y astuta. Ash podía sentir que sabía mucho más de lo que ella quería contarle, y no pararía hasta que lo confesara todo. No la gustaba que la gente llegara a conocerla tanto, pues se veía obligada a ceder parte de su intimidad. Y aunque intentaba no confiar sus secretos a nadie, Susan siempre le ganaba la jugada.

- He-He estado hablando con el señor Hophfofjhgkings...- el final de la frase se perdió en su boca, carraspeó y desvió la vista a la multitud del fondo, prefiriendo estar en medio de ese tumulto agobiante antes que teniendo esta conversación.

- Hopkings, el señor Hopkings- aclaró la rubia- Pero Ash, ¿no te das cuenta de lo que haces? Es un profesor de la universidad que te da clase y por lo que me cuentas, tú no tienes ningún tipo de interés. ¿Pero y él? ¿A caso te has parado a pensar lo que puede significar tanto interés de su parte? No sabes si está casado, si tiene hijos o si cuida de su gato enfermo...- Ash inspiró profundamente y rodó los ojos, alejándose por unos momentos de lo que decía su amiga y había escuchado por tantas veces. ¿Qué se suponía que estaba haciendo ella mal? Le gustaba esa asignatura y tenía interés en saber más que lo que se explicaba en clase. Ella no tenía la culpa de no conformarse con el nivel que tanto costaba a sus compañeros. Pasaban largos ratos hablando al final de cada clase, sí. Pero todo giraba en torno a fórmulas químicas y degradaciones de compuestos ¿Qué de malo había en eso?-...tanto tiempo contigo. Ash, ¿eres consciente de lo que haces?

- ¿Y qué hago Susan?- la pelirroja ya no aguantaba más las absurdas ideas de su amiga- Sólo son conversaciones sobre cuestiones teóricas.

- Ya...pues eso no es lo que dicen los pasillos- Susan miraba a la pelirroja con preocupación.

- Me importa una mierda lo que digan las niñas bastardas de la universidad- Ash cruzó los brazos y se reclinó contra el respaldo, embravecida- Andan por ahí babeando por cualquier profesor y tienen envidia de que yo sea capaz de tener una conversación adulta y técnica de más de 2 minutos con el profesor de Fisicoquímica- se acercó a la mesa y junto sus puños- Me entran unas ganas de arrastrarlas de los pelos por todo el aulario...

- Que me vas a contar, si soy la primera que cuando las oigo en los pasillos empiezo a repartir codazos como si no hubiera mañana...- suspiró la rubia recordando esos buenos recuerdos- Pero el tema es que por mucho que digas que no pasa nada, la gente puede llegar a hacer que la ficción sea más creíble que la verdad, me entiendes ¿no? Y bueno... aunque Hopkings tiene un toque atractivo y jovial, te saca 20, sino 30 años. No sé, Ash. Se juntan muchos factores para que la gente hable, y hable mal. Yo confío en ti, eres inteligente y sé que no estás alimentando falsas esperanzas, pero... escoge bien tus pasos, ¿de acuerdo?

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2018 ⏰

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