Daddy ↠ j.b

Daddy ≈ Capítulo 4

Isabella

Me despierto porque unos rayos de sol empiezan a darme en la cara y me están molestando. Me siento en la cama y me estiro. Me paro y en el piso veo unas pantuflas con forma de conejitos, sonrío mucho y luego me las pongo. Nuevo mis pies y rio al ver como las orejas que tiene hacen ruido, son tan lindas. Me giro y tomo un peluche de un osito que hay, es el que más me gustó. Me pongo a jugar con este hasta que mi panza hace ruido por lo que hago un mohín con mis labios.
-Hambre –dejo de jugar y me bajo de la cama. Voy hasta la puerta y salgo en busca de la habitación de papi. Voy una por una, revisandolas a todas hasta que, por fin, la encuentro. Entro despacio, tratando de no hacer ruido, ya que suelo ser muy torpe a veces y además las orejas de mis pantuflas hacen ruido. Me pongo al lado de la cama, justo donde él estaba pero bufo y vuelvo a hacer un mohín al ver que duerme aún. Siento mi pancita hacer ruido otra vez y rio tapando mi boca para no hacer ruido. No quiero que el señor Bieber se enoje otra vez conmigo, así que decido no despertarla y espero hasta que él de despierte sólo para pedirle algo para comer. Me doy media vuelta y me voy de ahí para volver a mi cuarto, ya que no conozco la casa y tengo miedo de perderme.
Cuando entro a mi cuarto, corro a mi cama y agarro los peluches y me pongo a jugar otra vez.

Estoy jugando cuando escucho la puerta de mi cuarto abrirse y enseguida me emociono pensando que es papi. Pero me desanimo y a la vez me asusto al ver que es una mujer. Ella me da una sonrisa que me hace acordar a nana y enseguida me calmo y le sonrío tímida.

-Hola linda, me llamo Adriana –me dice aún sonriéndome -Tu debés de ser Isabella.

Asiento con mi cabeza -H-Hola, puedes decirme Bella –le sonrío también.

-Un gusto señorita Bella. Yo soy la encargada de limpiar la casa y de cocinar a veces. Si no te molesta, haré tu cama ahora ¿Sí? –vuelvo a asentir con la cabeza.

-¿P-Puedo ayudarte? Es que, e-estoy aburrida y  el señor Bi-papi duerme aún –hago un mohín y ella ríe.

-Claro que sí linda, ven.

Justin

Me despierto y tomo el celular para mirar la hora, las 9.26 am. Me estiro haciendo que mis huesos tronaran. Wow, hace mucho tiempo no dormía tanto y tan bien, todos los días debo despertarme a las 6 am y voy a la cama a la 1am. Me paro de la cama y voy al baño y hago mi rutina diaria. Después de darme una rápida ducha, me pongo unos pantalones cómodos y una remera blanca, muy raras veces puedo estar así de cómodo. Salgo de la habitación y rápidamente hasta la pieza de mi pequeña princesa para despertarla, pero cuando llego a la puerta escucho unas pequeñas risas. Entro y me encuentro que Adriana está haciendo la cama e Isabella la estaba ayudando. Sonrío ante la vista de mi pequeña en su pijama y con su pelo hecho cualquier cosa, y aún así se veía tierna y hermosa. Isabella se gira y me ve a lo que sonríe ampliamente.

-¡PAPI! –rio, sí que tiene unos pulmones fuertes. Abro mis brazos y me agacho un poco para cuando ella llegara a mi, me dé un fuerte abrazo.

-Buenos días pequeña –doy un sonoro beso en su mejilla y miro a Adriana -Buenos días Adri

-Buenos días señor Bieber

-Ya te dije que no me digas así, Adri

-Lo siento Justin –ríe y sigue con su trabajo y yo miro a Isabella.

-¿Ya te has higienizado, nena? –ella niega con la cabeza -Bien, vamos –la llevo al baño y cepillo sus dientes y luego lavo su cara. La siento sobre el váter y lleno la tina con agua y pongo algunas burbujas sin que ella se dé cuenta. Cuando el agua está bien, la desvisto totalmente y siento como mi polla se endurece al verla totalmente desnuda. Mierda Justin, calmate. Hago que entre a la tina, tratando de ignorar el dolor que empezaba a sentir ahí abajo. Ella ríe por las burbujas y juega con los juguetes que le hay en al tina. Dios, ¿Qué hice bien para tenerla a ella conmigo? Cuando termino de bañarla, cosa que fue difícil sin tocarla más de lo debido, la envuelvo en una toalla y seco su cuerpo y le pongo una bata de seda color rosa. Seco su cabello y le hago una trenza. Busco ropa y la visto. Ella me mira mordiéndose el labio y pude adivinar que algo quiere -¿Qué pasa pequeña?