Efectos secundarios

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Secuela de "¡Quiero a mi seme devuelta!" 

Advertencia: Fem!Rin y Out Of Character.

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Día de San Valentín, también conocido como el día rojo.

Rin no estaba preparado para recibir dicha fecha con alegría, pues claramente sabría lo que pasar un día entero con Haru significaba.

Solo once días habían pasado desde el incidente post cumpleaños -donde gracias a un lubricante el pelinegro había cambiado su género- y Haru parecía seguir molesto, asegurando que Rin había querido que siguiera siendo una chica y por ello no había buscado solución alguna. Era por esa razón que, durante dichos once días, Haru se había encargado de darle "su merecido", cosa que dejaba exhausto a Rin.

El día anterior, el pelinegro había entrado a su habitación en Samezuka en horario de prácticas de natación, con la ayuda de Sousuke, y se había marchado cargando su mochila en cuanto él había llegado, aunque no sin antes haber exigido un poco de "atención", diciéndole que al día siguiente lo esperaba en su casa, al amanecer.

Rin y Haru tenían un itinerario que cumplir ese día, pues ambos querían salir con sus amigos también, además de que Nagisa había organizado algo "especial" que incluía una tarde con todos reunidos... En casa de Haru, claro, y éste había aceptado sin objeción.

Así que Rin sabía lo que se cernía sobre él. Sabía que Haru estaba resentido porque él le había hecho usar una falda y un sostén y le había besado de distinta forma cuando Rei y Sousuke le convirtieron en chica. Y se sentía ciertamente culpable, por haber pensado que, quizá, así estaban mejor.

Tomó sus cosas y, preparado mentalmente para la idea de hacer el amor en el día rojo, salió de Samezuka temprano para llegar a la estación de Iwatobi justo cuando el sol llegaba con el amanecer. Sus puños golpearon la puerta de su novio con suavidad.

─Rin ─exclamó Haruka al abrir, se veía algo despeinado y el pelirrojo alcanzaba a escuchar el ruido de una licuadora.

─Bueno... ¿Feliz día? ─dijo en respuesta. El pelinegro lo dejó pasar, Rin miró con desagrado el lugar─ ¿Por qué está todo desacomodado? Y tú aún no te das una ducha.

─Me bañé en la noche. Y estaba buscando algo.

─Ah, que desorganizado.

─No te quejes, Rin ─Haru sonrió discretamente─. Dame un beso de buenos días.

─No, gracias.

El pelirrojo se sentó junto a la mesa, sintiéndose un poco mal por haber sido grosero con su novio. Pero... es que él no quería tener sexo ese día. Suficiente habían sido once días consecutivos de relaciones íntimas, ya estaba bien. Y Haru debía respetar esa opinión, por muy molesto que le pusiese el que Rin hubiera querido una novia antes que un novio.

No pidió perdón, pues no iba a ceder bajo ningún concepto.

Y fue por ello que Haru no lo pensó dos veces cuando puso un batido de fresa frente a Rin y colocó una taza de chocolate frente a sí mismo. El pelirrojo observó la bebida y la olfateó.

─Es dulce...

─Se que no te gusta lo dulce ─murmuró Haru, soplando suavemente a su propia bebida─. Pero la preparé para ti.

─Está bien... ─aceptó tomando el vaso y bebiendo el contenido─ Sabe algo extraño.

─Sí, lo siento.

Frío y no tan frío (HaruRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora