Paula se había levantado más temprano de lo normal.
Ramiro la pasaría a recoger con los chicos.
Se ducho rápido, se vistió e hizo lo mismo con Uma.
Se escuchar sonar una bocina, pensó que era Ramiro, así que bajo con sus maletas y fue a abrir la puerta.
- ¿Estas lista?
- Si, ayúdame a llevar las cosas.
- Nada de esto va a caer en mi auto Paula.
- Tú me pediste que los acompañara - Paula rio.
- Lo se pero...
- Que venga conmigo - interrumpieron.
- ¿De verdad, Pablo?
- Si -sonrió.
Paula levanto una ceja y lo pensó.
Suspiro y acepto.
Pusieron la silla para Uma y luego subieron ellos.
La bebe iba atrás mirándolos a los dos.
Mientras que ellos iban en silencio.
Pablo puso la radio y luego miro a Paula, quien se estaba sacando la chaqueta.
- ¿Qué haces? - le preguntó
- Hace calor.
Apago la calefacción y la miro de reojo.
El top se le caía por un lado dejando ver su hombro y parte del sujetador.
Pablo se relamió los labios e intento concentrarse en la carretera, pero le era imposible teniendo a Paula así.
- ¿Qué pasa?
- Nada, ¿Por qué?
- No lo se, no dejas de mirar.
- ¿Ahora no puedo mirarte? - rió.
- Los ojos se hicieron para mirar lo que no puedes hacer es tocar - dijo, susurrando lo ultimo.
Pablo rio.
No volvieron a hablar, Paula se había quedado dormida al igual que Uma
Cuando llegaron, bajaron y se quedaron admirando la casa.
- Cabaña le decían... - dijo Sergio- Es inmensa -rio.
- No es para tanto, entren -dijo Rama.
Sergio tenía razón, era inmensa, no parecía para nada una cabaña.
Todos se acomodaron en parejas.
Nacho con Marian, Bruno con Mica, Sergio con Lucia y Ramiro con Virginia.
Pablo dormiría solo y Paula con Uma.
Cuando fueron las siete de la tarde los chicos bajaron a comer, exepto Paula.
- Pablo, ve a buscarla - ordeno Bruno.
- ¿Por qué yo?
- ¡Anda! -hablo Sergio.
- Yaya...
- Paula se va a enojar- dijo Micaela cuando Pablo estuvo lejos.
- Na.
Pablo subió las escaleras y sin tocar la puerta entro a la habitación de Paula.
- Dicen que bajes a comer...
La mandíbula de Pablo estaba por el piso...
- ¿¡Por qué no tocaste!? - dijo Paula terminando de ponerse el sujetador.
- Y-yo, lo siento...
La había visto recién salida de la ducha, sin sujetador.
Todavía no despegaba la vista de ella.
Su cuerpo definitivamente no era el mismo, estaba mucho más desarrollada que la última vez que la había visto desnuda.
Continuara....
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Perdonen la tardanza, se me rompio la tablet y estoy escribiendo desde el celu :(
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Besos
