Antes de que salieran Pablo la beso.
Paula estiro el brazo para alcanzar la toalla y ponérsela enrollada en el cuerpo.
Salió ella primero y luego él.
- Es tarde ya, debes irte.
- No me puedo ir así -dijo mientras se terminaba de poner la toalla en la cintura.
-La vez que te quedaste con Uma dejaste una camiseta aquí, esta abajo, ahora te la traigo.
- ¿Y ropa interior?
- Se hombre, vete así, vas en el auto Pablo- Paula rio.
Paula se puso el pijama y bajo a buscar la camiseta y volvió a subir sin hacer ruido pues su madre dormía.
- Listo toma - dijo pasándole la camiseta blanca.
Luego se tiro en la cama y tomo su celular.
- No veas eh.
- No hay nada ahí que no conozca.
Pablo se sonrojo y termino de ponerse la ropa.
- Mañana la vendré a buscar en la noche.
- Mañana es domingo, el lunes hay que ir a la escuela.
- Pido permiso para salir temprano...
- ¿Quién se quedara con ella?
- Mamá, quiere verla.
- Esta bien -sonrió.
Pablo se acerco a la cuna y le acaricio la mejilla a la pequeña.
Sonrió, se acerco a Paula le robo un beso y le susurro un adiós.
Salió por la puerta dejandola atontada y sonriendo de oreja a oreja.
Al día siguiente Paula se levanto enojada. Uma había despertado a media noche llorando y no la había dejado dormir.
Miro por la ventana y estaba nublado, se vistió y tomo en brazos a la bebé.
La dejo sentada en la cama y fue a buscar ropa para ella.
- Quédate quieta, Umita.- le ordenó dulcemente.
Hizo caso y se quedo quietecita mientras Paula le escogía ropa.
Cerró el closet con la ropa en mano y se acerco a ella para vestirla.
Uma la miraba a los ojos mientras terminaba de ponerle un gorro de algodón blanco.
Paula tomo una manta y la tapo mientras la sostenía y bajo al primer piso.
Paso por la cocina y saludo a su madre, quien tomaba desayuno.
Le ofreció, pero Paula no quiso y se fue al living.
Se sentó con ella en el sillón y prendió la televisión.
Mientras que Uma tomaba pecho Paula cambiaba de canal.
Paso por donde estaban dando Barney, y Uma la soltó de inmediato para ver que sucedía.
- ¿Por qué les llama la intención un dinosaurio gay? - Paula rio.
- ¿A que hora se fue Pablo ayer? - apareció su madre.
- Huum, algo tarde - dijo nerviosa, rogando por que su madre no allá dado cuenta de lo que hacían en el baño de la habitación.
- ¿Qué hacían?
- Nada, el cuido de ella mientras estaba estudiando tu lo viste...
-¿Y luego?
- Agh, mama subimos el la cuido mientras me bañaba.
- ¿Y nada de... ya sabes?
- ¡Mama! - Paula abrió los ojos.
- Paulita somos amigas, puedes decírmelo.
- Mama, no somos amigas, somos madre e hija...
- En mis tiempos las hijas le contaban todo a su madre, esos eran tiempos... había mas confianza, ahora no, todo se cuenta a las amigas del colegio...
- Mama, esos tiempos ya pasaron estamos en el siglo veintiuno actualízate, eh. Hablar con amigas es más fácil, las madres utilizan palabras que no existen en nuestro vocabulario - Paula rio.
- No quiero imaginarme las palabrotas que usas, Pau -rio.
- Si, no quieres oírlas - arrugo la nariz.
Su madre desapareció de ahí riendo, mientras Paula seguía cambiando los canales en cuanto Uma había vuelto a tomar leche.
Eran alrededor de las cinco de la tarde cuando el timbre de la casa sonó.
Paula dejo a la pequeña en la sillita encima del sillón y se levanto a abrir la puerta.
Ahí se encontró con la cabellera castaña y esa sonrisa picante.
- ¡Nacho!
Paula se colgó del cuello y lo abrazo con fuerza.
- Pau, no respiro.- respondió Nacho
- Lo siento, pero te extrañe -sonrió.
- También yo, estas muy cambiada - dijo revolviéndole el cabello.
- Estoy igual que siempre.
Paula vio a una chica aparecerse atrás de Nacho, le veía cara conocida.
- ¿No me presentas? - dijo dándole un golpe en el brazo.
- ¡Para de golpearme, mujer! - rio y la abrazo por la cintura-. Paula, Marian, Marian, Paula.
- Hola - saludo tímida.
- ¡Hola!, soy Marian - la saludo con un beso en la mejilla-. ¿Eres la antigua novia de Nacho?, ¿Es normal que coma cada una hora?, tu bebe! , ¡Quiero verla! -dijo sonriente.
Paula Rió.
- Soy Paula, soy la antigua - volvió a reír-. Creo que es normal ,mi bebe esta adentro y si... puedes verla -sonrió.
- Si, también quiero verla -dijo Nacho.
Paula asintió y los hizo pasar, en cuanto Marian la vio corrió hacia ella y la tomo en brazos, mientras que Uma la miraba un poco asustada pues no la conocía.
- ¡Que linda!, mira Nacho -sonrió-. ¡Tengamos una!.
- El perro es como un bebe, amor. Es lindo - le sonrió también.
- Para ti lo será, tu no tienes el patio de tu casa lleno de mierda...
Paula rió fuertemente y se acerco a ella junto con Nacho.
- Se parece a Pablo- dijo Nacho.
Estaba en lo correcto, tenía los mismos ojos, los mismos labios y Paula podría creer que se le formaban hoyuelos cuando sonreía.
Continuará....
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