Capítulo IV: El Monstruo Gangoso

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Un año antes...

-¡SEMPAAIII!!!

Una joven de rasgos afilados y ojos felinos se giró extrañada, cómo tantos otros estudiantes de la universidad.

-Que narices...

Una preciosa muchacha, similar a una muñeca de lo perfecta que era, se tiró a su brazos, cayendo ambas al suelo.

-¡(T/n) sempai! Adivina quién es una nuevo miembro del club de periodismo.

La chica más mayor suspiró avergonzada. Muchos estudiantes las miraban divertidos por la situación, y a ella precisamente no le gustaba hacer el cuadro. Cogió a su compañera de la cintura para apartarle suavemente.

-A ver si acierto....¿tú?

-¡Siiiii! Estoy tan contenta...¡Tenía muchas ganas de verte!Te he echado mucho de menos...

-Yo también te he echado de menos, (___). Ven, vamos dónde no nos mire todo el mundo.

Caminaron dirección al restaurante de la universidad mientras (___) no callaba.
(T/n) la miraba sonriente. Se conocían desde que eran pequeñas. Habían sido vecinas puerta con puerta, estudiado en el mismo colegio,al mismo instituto...y aunque (___) era unos años más pequeña que (T/n), se hicieron inseparables.

-Bla bla bla...Y la perra de la vecina tuvo crías. Mamá se ha quedado una. Bla bla bla...Y el profesor me dijo que soy una privilegiada...Bla bla bla...Bla

-...........

-Bla bla bla...Y así es cómo me han adelantado el curso y he podido entrar antes en la universidad. Y con matrícula.

(T/n) removió el cabello de su amiga con energía. Había pillado sólo la mitad de la historia, pero al menos había oído lo fundamental.

-¡Ésa es mi chica! Aquí voy a tener que protegerte más de lo normal...muchos babosos intentarán ligar contigo.

-Eso no es verdad. (T/n), eres más llamativa que yo...

Llegaron al restaurante,dónde a esas horas todavía estaba bastante vacío. (T/n) pidió un café sólo, mientras que (___) se decantó más por un plato de gofres con chocolate y nata.

-Veo que te sigues alimentando a dulces....

-Y tu a cafés...No se cómo no vas hiperactiva siempre.

Se sentaron en una mesa, alejadas de las pocas personas que acudían a descansar de las clases.

-Sempai...

-Llámame por mi nombre,(___). Me siento incómoda.

-Entonces (T/n)-sempai está bien. No quiero que la gente olvide tu rango.

(T/n) se sonrojo muchísimo.

-¿Qué dices?...tsk...Llámame como quieras...joder...

(___) rio dulcemente. Le encantaba ver a su mejor amiga sonrojada de esa manera. Hasta la fecha, ella había sido la única en conseguir tal efecto.

-Quería saber si seguia por tu cabeza la idea que tenías. La que sería un éxito.

(T/n) pegó un sorbo de café, mirando sus apuntes. La idea...su gran idea de éxito.

Que fracaso.

No sólo le negaron la oportunidad de poder grabar un reportaje de prueba, además le tacharon de loca y temeraria.

Temeraria ella...con lo tranquila que era...

-Está todo en proceso. La única diferencia es que en lugar de contar con el apoyo de la universidad, lo haré de forma individual. Será un programa gratis online.

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