-La luna sólo quiere ser admirada-

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Capitulo 2.

Llegué a casa un poco tarde, ya que soy caprichosa decidí ir a ver los gatitos antes de llegar a casa.

-Hija ¿dónde andabas?- Preguntó mi madre acercándose a mi y oliendome.
-Mamá ¡no puedo creer tu desconfianza!- dije rodando los ojos.
-Hija yo también tuve tu edad.
-Si mamá, voy a bañarme, saldré en la noche.
-¿Quién es tu pretendiente? - dijo con una cara picarona.
-Mamá saldré con Abbygail-hice una pausa pasa esconder mi sonrisa.-Y con un chico.
-¡Un chico!- dice en tono alarmante.- Y, ¿es guapo?
-¡Mamá!- reclamé tomando la barandilla de las escaleras.
-¿Te puedo peinar? - pregunta mamá agarrándome del cabello.
-Mamá sólo comeremos pizza.
-Que poca clase tienen los jóvenes ahora.
-me reí y subí corriendo las escaleras.

Me duche lo más rápido posible, salí y fui a mi guardarropa para elegir que ponerme, quería verme bien hoy.

Sonreí. Esas sonrisas tontas que a menudo se nos salen. No puedo creer que esté tan emocionada solo para ir a comer pizza con un tonto que se quedó con mi libro favorito. Volteé a ver hacia mi cama, miré mi mochila, y pensé: quizá hoy esté de suerte, he visto esto en varias películas de seguro hay una notita con el nombre y el número de él en mi libro. Corrí hacia mi cama y me lancé sobre mi mochila, inmediatamente saque mi libro y lo hojee de lado a lado, lo sacudí, revisé hoja por hoja buscando el famoso papel, sinceramente me sentí apenada luego de hacer ésto
-Que tonto pensar que me sucedería algo de película.- dije en voz alta levantándome de la cama solo para buscar algo lindo. Finalmente me decidí por unos jeans negros pegados y una blusa color crema, holgada.

Tocan la puerta
-¡Pase!- grité poniéndome unos tenis negros.
- Hola Bo.- dice Abbygail abriendo la puerta.
-Hola, estoy lista.
-Bo, ¿esos zapatos?- dijo cruzándose de brazos.
-¿Qué? Me gustan.
-Bo, eres enana, e ¿iras en zapatos bajos?
-Pues si, amo ser enana.- dije tratando de peinar mi cabello.
Abbygail entró cerrando la puerta a sus espaldas y se dirigió al armario.
-¿Oye qué haces?
-Ten, pruebate éstos.- me entregó unos zapatos de tacón alto negro y de gamuza.
-¡Oye no! ¿Qué tal si hay un incendio? Me caeré en el camino con éstos.- dije señalándolos.
-Oye creo que eres la única rara, que cuando sale piensa en muerte e incendios.
-No me culpes. Siempre estoy preparada para emergencias.
-No, sólo estás preparada para matar a alguien.- sé ríe
-Ríete. - la miré fulminante.
-¡Póntelos!
-Ya, ya, ya voy.
Los tomé, me senté en la cama y me los probé, me levanté junto a Abby y reí al ver que aun con tacones no lograba alcanzarla.
-Umpalumpa.-dijo Abby alzando el mentón y mirándome.
-¡JAJAJAJA! ¡OYE!- Tome mi celular y salí de mi habitación.
-¡Oye espera!- grito Abby- ¡Deberías ponerle color a tus labios! Cerró la puerta y camino tras de mi.
-Lo siento, se me acabo el lápiz negro-dije besando a mamá en la mejilla.
-Ja, ja, muy gracioso eso que dijiste.- dijo en tono sarcástico. Despidiéndose de mamá también con un beso.
-¡Que les vaya bien!-dijo mamá desde la cocina.
Salí por la puerta principal y estaba el chofer personal de Abby frente a mi casa.
-¿Oye por qué el lujo?- pregunte refiriéndome a el chofer.
-Fue mamá.

Nos subimos al auto de Abby, y empezó su camino a la pizzería, había trafico, eran las 8¦10 y aún no llegábamos.
-Oye Bo tranquila.
-¡Abby, no me gusta llegar tarde!

El auto siguió su camino segundos después y nos dejo frente a la pizzería. Nos bajamos y vimos a través del vidrio a Jhonny sentado en una de las mesas escribiendo en su celular.

-Abby, ¿Qué le diremos?
-La verdad.

Entramos y sonó la campaña de la puerta. Jhonny alzó su mirada y sonrío al vernos, nos dirigimos a el Abby y yo nos sentamos juntas a un lado de la mesa.

Después De Ti (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora