-Abby-

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Capitulo 8.

—¡Adiós!- me despedí de Bo y de Jhonny.
—Abbygail.- Habló Casper halandome de la camisa.
—¿Qué?- pregunte dándome la vuelta.
—Ven.- dijo tomandome de la mano y caminando.

Subimos las escaleras, Casper conoce muy bien ésta casa, él se paseaba a diario por aquí con mi hermana, eran muy unidos Sunshinne parecía más hermana de él que mía,  quizá solo me sentía realmente celosa debido a eso, no se porque le guardo rencor. Si tal vez es por haber sido la causa de los 3 años perdidos de la vida de mis padres, o si quizá es porque él conocía mas a mi hermana que mi propia madre. Entramos a mí habitación.

— ¿Qué hacemos aquí?- dije entrando detrás de él y cerrando la puerta.
—Solo quiero hablar a solas contigo.- respondió sentándose en la silla de la computadora.
—¿Qué es lo que quieres Casper?- respondí con enojo.
— ¿por qué no intentas dejar de odiarme y me das una oportunidad?- dijo Casper con su mirada clavada en mis ojos.
—Casper mi hermana.- interrumpida.
—Está muerta.- responde cortante.
Mis ojos se llenaban de lágrimas mientras miraba a Casper boquiabierta.
— ¿Cómo te atreves a decirlo así?- dije acercándome.
— ¿No es la verdad?- dice con la mirada fría.
— ¡Cállate!- Lo abofetee haciendo que su cabeza girara de medio lado. Casper se levanta enojado y me toma de las muñecas con su cuerpo contra la cama.
— Tu la mataste.-  susurré mirando sus ojos, marrón claro y una peca en su mejilla.
— No la mate.- dijo en el mismo tono.- No fue mi culpa.- dijo separándose de mí y sentándose en mi cama en posición fetal.- No quiero que me odies, yo no te odio.- dijo con la voz quebrada.
Me acerqué a él, por primera vez pude presenciar el dolor de un chico arrepentido, levantó su cabeza para poder mirarme y su expresión melancólica me llenaba de su tristeza.
—Yo solo quería venir a disculparme contigo, no encontré otro momento. Realmente necesitaba hacerlo.- dijo tratando de forzar una sonrisa.
—Casper.- interrumpida.
—Te pido que por favor me des una oportunidad. Quiero que veas con tus propios ojos que no soy tan malo.- dijo mientras una lágrima bajaba por su mejilla.
Quede boquiabierta, no podía reaccionar, o quizá simplemente no quería hacerlo.
—Casper.- lo miré.
—Abbygail.- me miro.
Limpie la lágrima que se secaba poco a poco a medida que bajaba.
—No me gusta llorar.- sonríe.
—Pero lo estás haciendo.- sonrío.
—Solo frente a ti.- respondió apenado.
—Entonces cuando lo hagas me encargaré de secar tu rostro.

Me miro boquiabierto mientras poco a poco mis mejillas se coloraban. Casper notó mi estado y se ríe a carcajadas. Creo que hasta ahora es la risa mas graciosa que he escuchado. Me reí tapando mi rostro con mis manos.

A la mañana siguiente.

Desperté al sentir algo pesado caer al suelo, trataba de recordar lo que había sucedido anoche pero mis recuerdos no resultaban ser muy claros.

—¡Ahh! ¡Oye!- Casper sé quejó levantándose del suelo y sobando su cabeza.- ¡Me tiraste!
—¡Ahhhhh!- grité lanzándole  una almohada a Casper en la cara.
-¡oh, Abbygail!- grito.
— ¿Qué haces aquí!- pregunté.
—Dormí a tu lado, ¿olvidas?- sé acuesta de nuevo.
— ¿Qué?  ¡No!  ¿Yo permití tal cosa?- me ignoro.— ¡Fuera de mi casa!- Lo empujé al suelo de nuevo.
— ¡Oye!- gritó.
—¿Hija hay alguien contigo?- pregunto mi madre tocando la puerta.
— ¡Sal por la ventana!- susurré empujando a Casper.
—Pero...-lo Interrumpí.
— ¡FUERA!- susurré
— ¡Mis zapatos!- susurró Casper riendo.
— Abbygail, voy a entrar si no respondes.- dijo mamá.
Corrí por sus zapatos y los lancé a su pecho mientras salía por la ventana de mí habitación. 
—Un momento.- dijo Casper a medio salir.— ¿Mi beso?- estiró sus labios.
Tome un peluche cerca de la ventana y lo puse en su boca.
— ¡Vete!- lo empuje.
—¡Abbygail!- dijo mi madre entrando. Rápidamente me lancé a la cama haciendo que duermo.
—Abbygail ¿por qué no respondes?
— ¿Qué sucede mamá?- respondí fregandome los ojos.
— ¿Estabas durmiendo?
—Sí.- me senté en la cama.
—¡Niña te vas a resfriar!- dijo caminando hacia la ventana. Tenia los nervios de punta. Mamá la cerro sin decir pero.
—Estás pálida.- dice mamá acercándose.— ¿Te sientes bien? Baja a desayunar.- dijo saliendo de mi habitación.— ¿A qué huele?- dijo deteniéndose en la puerta.
—¿De que hablas?
—Huele como... Huele a chico lindo.- dijo mamá picarona.

Después De Ti (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora