De mal gusto

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No estaba seguro de presentarse en ese lugar, no se encontraba con ánimos de fiesta y mucho menos de sociabilizar con toda la gente que estaría allí presente. Definitivamente no quería ir. Algo dentro suyo le decía que se terminaría arrepintiendo pero si no lo hacía quedaría con una mala imagen frente al Presidente de la compañía y quería evitar eso. Solo iría a saludar, sonreír falsamente a unas cuantas personas y se marcharía.
Busco en su guardarropa un traje no tan formal, se peinó y terminando de saludar a su madre, salió de su casa.

Que fastidio.

Llego al lugar y tal como lo había predicho estaba lleno.
¿Realmente todos eran personal de la revista?
Entro de forma desinteresada y sin siquiera habérselo propuesto llamo la atención de varias mujeres y hombres. No puede negarse, definitivamente Park Jung Min era un hombre muy guapoe interesante a los ojos de terceros.
Luego de saludar a quienes creyó conveniente conocer se alejó para tomar asiento en uno de los preciosos sillones que estaban colocados en el lugar mientras tomaba un bebida viendo la emoción reflejado en rostro de sus compañeros de trabajo.

-Que desperdicio- dijo entre dientes

Termino el contenido de su copa y se disponía a salir cuando se vio atrapado por la escena de que sus ojos estaban siendo presentes





Acomodo nuevamente su saco, se miró por última vez en el espejo y salió a esperar a su amigo en el pasillo. Lo vio salir y se dirigieron al auto de Hyun Joong.

-¿Junnie, hoy te pusiste especialmente guapo para Kyu Jong, cierto?
-Eh!?
-Solo digo... que últimamente se hicieron muy cercanos. Está bien. Me agrada. Deberíamos hacer una cita doble un día. Tú con Kyu Jong y yo con Saeng- dijo el mayor gracioso guiñandole el ojo.
-No molestes, Hyun- respondió nervioso Jun

Llegaron a la fiesta y allí lo esperaba Kyu Jong, tal como habia dicho que lo haria.

-Kyu- dijo regalándole una sonrisa
-Jun, te ves muy bien- lo adulo
-Kyu Jong, disculpa pero te lo voy a robar un rato, debemos ir a saludar- interrumpió Hyun Joong
-Oh, claro, nos vemos en un rato entonces- expresó alejándose de ese par.
-Vamos, vamos sino tu novio se va a enojar- bromeo Hyun
-Cállate. ¿Te quieres apurar para ir a molestar al nuevo chico de la cafetería, no?- dijo Jun dejando sorprendido a su mayor dibujándole una sonrisa sínica en el rostro

Una vez acabado de tener cortas charlas con sus superiores cada uno tomo caminos distintos. Tal como Jun lo había dicho el castaño solo se encargaba de buscar a Saeng, dijo que iría así que solo era cuestión de minutos para que lo encontrara entre tanta gente.
Cuando al fin lo hayo se le acerco por la espalda, llegando a su oído lo llamo por su nombre provocando en el más bajo un escalofrió que recorrió toda su columna vertebral. Con solo decir su nombre había logrado hacer que se ruborizara. Hacer que las mejillas de Saeng tomaran un color carmín se había vuelto uno de sus pasatiempos favoritos.

-¡Hyun Joong! ¿Qué haces?- recriminó
-Ay, ¿por qué tan molesto, Sangie?
-No me llames así. Y no estoy molesto solo... uhm me sorprendiste- explico Young Saeng
-¿De que estas molesto, Saeng?- cuestiono más seriamente
-Disculpa, no es contigo. Solo que las cosas no mejoraron con mis padres. Lamento haberte tratado así- dijo Saeng haciendo una leve reverencia
-No seas idiota, no tienes que pedir disculpas.-

Conversaron un momento pero Saeng empezó a sentirse cansado y luego de pensar sobre el mismo tema se animó a preguntar a Hyun

-Hyun, sé que no nos conocemos hace mucho pero yo no tengo a quien más acudir y me siento en confianza contigo por eso yo...- decía el menor dándole vueltas al asunto tratando de tomar valor- Tu- dejo escapar un largo suspiro- ¿Podrías dejar que me quede en tu casa?
-¿Eh?- alcanzo a decir Hyun Joong. Esa pregunta definitivamente lo había tomado por sorpresa
-Mis padres me echaron de casa, no tengo a donde ir, será por poco tiempo hasta que consiga donde quedarme, por eso... por favor permíteme quedarme en tu casa esta noche, por favor.

¿Esto es un sueño? Tantas veces había soñado con tener a ese muchacho en su casa, en su cama y ahora él mismo rogaba por ir. Debía ser un sueño, no podía creer que algo como estuviera ocurriéndole. ¿Qué buen acto había hecho para que fuera bendecido de esa forma? Uno muy bueno, sin duda.

-Claro que puedes quedarte- expresó una vez que había terminado de reírse interiormente


Amores De Revista [MinJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora