¿De mal gusto? (Segunda parte)

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Estaban a poco de llegar al lugar donde recordaba era la casa del Kim Hyung Jun, agradeció recordarlo porque a medida que pasaban los minutos dudaba de que el menor pudiera formular palabra sin empezar a gemir. Miro rápidamente a Jun. Con sus brazos intentaba cubrir su rostro mientras se agarraba del asiento. Se retorcía y parecía perder la razón, pateo la guantera nuevamente y esta vez con mucha más fuerza

-Vas a hacerte daño- Musitó Jung Min
-¡No me jodas!- le contesto furioso.

Ganas de detener el auto y lanzarlo fuera le sobraban, él no era poseedor de gran paciencia y el menor estaba agotando la poca que tenía. ¿Desde cuándo se había vuelto tan insolente? ¿O siempre fue así? No lo creía, prefirió pensar que era por la droga, se obligaba a pensar que esa era la razón porque si no fuera así no sentiría remordimiento alguno en dejarlo tirado en medio de la calle.



¿Por qué el camino a su casa se hacía tan largo? Mierda
Apenas llegara a casa se bañaría con agua fría, pondría hielos sobre sus genitales si era necesario para ver si de esa forma dejaría de estar tan duro y excitado.
No lo soportaba más, era cuestión de minutos para que su autocontrol se fuera a joder. No podía retener mucho más las lágrimas de frustración que amenazaban con salir de sus ojos. Sollozaba lo más bajo que podía, no quería que Jung Min lo viera aún más frágil.

-Llegamos- anunció Jung Min mientras detenía el auto frente a la puerta de su departamento.
Estaba bajando para ayudarlo pero el menor bajo solo y salió rápidamente hasta su casa.
Jung Min gruño molesto por la falta de agradecimiento y se disponía a irse cuando vio como Jun se iba al piso. Lo alcanzó levantándolo de un brazo y lo ayudo a abrir la puerta del edificio pero él nuevamente corrió hacia el ascensor aunque esta vez no quiso irse, fue tras él y entro antes que se cerraran las puertas del mismo.

-¿Qué haces?- pregunto mientras se apoyaba en una pared golpeándola con un puño
- Quiero asegurarme que llegues bien- dijo mientras veía como Jun golpeaba furioso la pared en busca de control - ¿Que parte de que te harás daño no entiendes?- le dijo tomándolo de la mano pero se soltó bruscamente para salir del ascensor y entrar a su hogar en cuestión de segundos sin darle importancia al dejar la puerta abierta con la llave puesta.


Park Jung Min entró y se descubrió en un hogar muy agradable.

Cálido.

Típico en personas como Hyung Jun pensó. Un ambiente sereno, que te trasmite un sentimiento encantador con solo verlo. Supongo que así se siente cuando se está con él, volvió a decir en sus adentros. La sala era bonita, bien arreglada y moderna, estaba distraído mirando unas fotos cuando algo empezó a enredarse entre sus piernas

-¡Que mie...-

Aquello le saco una pequeña sonrisa, era un perro de tan solo unos pocos meses . Un animalito de color marrón oscuro y unos bellos rizos muy simpático que incluso sin conocerlo le pidió cariño. Sin duda estaba acostumbrado a las caricias y a que jugaran con él, obra de Jun por supuesto.
No le extrañaba para nada, Kim Hyung Jun era ese tipo de persona después de todo, dulce y cariñoso. Todo lo contrario a él, esa muestra de sentimientos se le hacían totalmente innecesarios y no pudo evitar preguntarse si en algún momento él había sido de ese modo, un niño amoroso. No lo recordaba, quiso olvidar todo respecto a su pasado y su mente le concibió ese deseo.
Estaba totalmente inmerso en sus pensamientos cuando el grito del menor hizo que ambos se alarmaran, siguió al cachorro y se encontró con Jun de rodillas en la ducha, se había resbalado, estaba sobre sus tobillos y el agua caía sobre sus hombros desnudos, solo tenía puesto el pantalón, queriendo ocultar hasta de él mismo la vergüenza que guardaba en sus pantalones por ser tan descuidado. Entró con intenciones de ayudarlo pero el menor levanto su cabeza mirándolo furioso

-¡Vete!- grito con fuerza

Sin tomar atención a sus palabras se acercó provocando que el pelinegro se levantara volviendo a resbalar sobre la ducha, entro en ella notando que el agua estaba congelada y quiso sacarlo de ahí, no podía ser tan idiota de pensar que eso se iría con una ducha helada ¿Cierto? Pero no, Jun creía que esa sería la solución. Abrió la canilla de agua caliente para templar el agua, no quería que muriera de una pulmonía, no mientras él lo pudo haber evitado.

-¡¿Qué quieres?! ¿Verme dar un espectáculo?
-No creo que ver sufrir a las personas sea un espectáculo- respondió Jung Min que estaba siendo mojado también



Hyung Jun no quería seguir peleando con el mayor, no tenia fuerzas para ello, sentía que en cualquier momento se correría y definitivamente no deseaba que fuera frente a él, quería que se largara de una buena vez, al menos se evitaría el papelón.

-Por favor... Mmh! Vete ¡AAGH! - le rogo, el agua golpear sobre su cuerpo le causaba sensaciones desconocidas.
Cerro sus puños y golpeo la pared, sintió la calma irse por completo de su cuerpo y largo un gemido demasiado audible y perturbador para ambos ¡No! ¡No quería venirse en sus pantalones! ¡No frente a Park!

Jung Min no pudo contenerse antes las reacciones que el menor provocaba en su cuerpo y lo levanto de un brazo enderezándolo y con su otra mano tomo con firmeza su entrepierna por encima de su ropa mojada

-¡¿Qué hac... Mmh!
-¡Silencio!- le ordeno molesto - No parecías ser tan maleducado, te estoy ofrecien...
-¡No necesito tu lastima!- lo interrumpió queriendo moverse cosa que el mayor no le permitió, todo lo contrario
-Si la necesitas- le respondió tomando con más fuerza su miembro haciendo que dejara de forcejear - Si te mueves para mí como la otra vez, lo ultima que sentiría por ti es lastima- le dijo en su oído tomándolo y dándoles una pequeña mordida provocando que el menor gimiera

Entonces... ¿El recordaba lo que había sucedido esa noche? ¿En serio lo recordaba?
Uno de los pensamientos que le espantaban el sueño por las noches era que Jung Min no recordara lo que había hecho con él, que no recordara como entrego por completo su cuerpo y su corazón esa oscura noche al mayor haciéndolo sentir sucio incluso; pero ahora él le venía con que si lo hacía y que además lo había disfrutado.

- Me gusta como gimes- dijo Park

Ese tono de voz... que jamás pensó haber podido escuchar además de en sus sueños. Lo hizo estremecer por completo, dejándolo en total éxtasis. Por la mente de Jun solo cruzaba la idea que se sentía satisfecho con solo escuchar esa entonación en la que le había hablado Jung Min pero lo caliente que estaba su cuerpo le hizo recordar que eso no sería suficiente. Es cierto, lo necesitaba. Lo necesitaba mucho más, no se conformaría con eso.


Esas palabras eran las más verdaderas que Jung Min recordó haber dicho en mucho tiempo. Le encantaba como gemía el menor, le encantaba ver lo que provocaba en ese pequeño, se dijo que tal vez era solo por la droga pero la vez anterior también había sido así. No recordaba por completo como habían llegado a ello y como se entregó a él pero su cuerpo le decía que lo había disfrutado. Y las pocas cosas que aparecían en su mente le resultaban totalmente agradables y placenteras, cada sonido en esa habitación lo recordaba como excitante y estaba seguro que esta vez no se quedarían atrás, superaría la anterior, quería volver a sentir la respiración agitada de Jun, quería sentir como su cuerpo se tensaba con el dentro y el sonido de sus cuerpos chocar por cada embestida. Inmortalizaba esos momentos por alguna extraña razón y aún más la confesión del pelinegro esa noche.
Kim Hyung Jun era por completo suyo, únicamente se había entregado a él. Y aunque en otra persona le había resultado algo insignificante con él se sentía distinto.
Sabía que era una persona pura y sensible. Totalmente distinto a él.

Amores De Revista [MinJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora