Grito para descargar su furia y salió nuevamente del edificio, sin rumbo alguno empezó a conducir esperando encontrarlo en el camino pero nada.
No había señales de él.
Dejo de observar por las ventanillas por un momento y se colocó el manos libres llamando a Hyung Jun
-¡Hey! ¿Qué paso que te fuis...
-Pásame el número de Kyu Jong por mensaje- dijo con seriedad interrumpiendo al menor y colgándole luego
Al minuto su celular timbro anunciando un mensaje, lo abrió y llamo al número que venía dentro.
-Hola- contestaron del otro lado
-Kyu Jong, soy Hyun. Saeng... ¿está contigo?-
-No.
-Por favor no me mientas. Es urgente- imploraba el mayor con la voz ahogada
-Es cierto, él no está conmigo- carraspeo - No sé qué haya pasado entre ustedes pero él dijo que vendría a mi casa a quedarse, le mande la dirección pero él aún no llega ¿Qué fue lo que p...
Ni se dignó a escuchar. Colgó nuevamente
No sabía a donde ir, a donde correr para encontrar a Young Saeng. Solo daba vueltas sin sentido en el auto y pensamientos deprimentes invadían su mente sin permiso. Estaba confundido, muy confundido y para evitar cualquier tipo de accidente se detuvo.
Tiro su cabeza hacia atrás y cerro sus ojos. No podía negarlo. Por primera vez en su vida dejo caer esa barrera que le evitaba que demostrara cualquier triste sentimiento dejándolo totalmente indefenso ante el dolor. Miles de preguntas invadían su mente y todas y cada una de ellas remitían a Saeng. Ahora si tenía una mínima idea de cuánto había calado Saeng en su vida. Era mucho. Demasiado para su gusto.
Se sentía ahogado en una triste oscuridad cuando recordó el día en que fue a buscar a Saeng a una plaza algo alejada. El menor le había dicho que necesitaba pensar sobre su futuro y era ahí donde más cómodo se sentía. Se afirmó en el asiento y piso el acelerador.
Llego al lugar y bajo de su auto olvidándose hasta de poner la alarma. Camino entre los arboles pasando por las recreaciones y solo veía niños jugar, se iba alejando cuando diviso entre unos arbustos y bajo un frondoso árbol el cuerpo de por quién tanto se desesperaba, allí, al lado de su valija, sentado en el piso y sosteniendo sus rodillas podía notar como se agitaba la espalda de Young Saeng, era obvio, estaba llorando sin consuelo.
Sintió su corazón apretarse por causar eso en el menor, se acercó y acaricio su hombro con delicadeza como si el simple rose fuera desaparecer el dolor que consumía a Saeng por dentro.
El menor levanto con susto su cabeza y lo miro a través de las lágrimas que se aglomeraron en sus rasgados ojos.
-¿¡Que quieres!?- pregunto con furia. Frente a él se encontraba el causante del alboroto en que se había convertido su vida.
-Lo lamento, Saeng. No sé bien porque...pero lamento hacerte llorar.- decía desde el fondo de su ser. Era cierto, no sabía porque pedía disculpas, no había obligado a Saeng a nada pero de todas formas al ver las saladas gotas recorrer las mejillas del menor supo que él era el causante. Se acercó levantando su mano para poder limpiar todo rastro de ellas -Saeng...- susurro al tocar la suave piel ajena.
***
-¿Por qué? ¿¡¡Por que!!? Maldición. No me toques. No quiero esto, no quiero- Decía en medio de tan desesperado llanto. Lo cierto era que bajo esa gran arboleda admitió que amaba al castaño. Por primera vez se sintió libre de decir lo más bajo que pudo que lo quería. Que aunque estuviera mal, aunque fuera algo que no esté totalmente aceptado, que siempre seria juzgado para su desgracia y rechazado. Él amaba a Hyun Joong. Lo quería tanto que le dolía saber que no podría olvidarlo. Dolía su estómago de tantos nervios por tenerlo tan cerca. Dolía su garganta al no poder gritar que amaba a otro hombro. Punzaban sus ojos por las lágrimas que salían por no poder liberar ese amor que lo consumía por dentro. Pero sobre todo sufría su alma...era la primera vez que deseaba algo con tanta fuerza y parte de él se negaba a tomarlo como suyo porque los prejuicios de su tradicional familia le inculcaron que ESO estaba mal. No era normal. Incluso él también pensaba eso hasta que conoció que el amor de su vida venia en el mismo cuerpo que él, también era un hombre pero lo amaba. El solo deseaba sentir esas cosquillas en el cuerpo por siempre, que lo hagan sentir completamente vivo eternamente.
Sintió como Hyun Joong oprimió sus muñecas atrayéndolo con fuerza hacia su pecho y abrazándolo con ternura. Sus lágrimas como por magia disminuyeron al sentir el calor que emanaba el castaño y sin poder contenerse lo abrazo también.
-No te vuelvas a ir, por favor- escucho como le rogaba el castaño inundándolo de gozo por cada palabra pronunciada con esa bella voz.
-No...no puedo-
-¿Por qué no? Si es por Mi Young...tú podrías...
-Termine con Mi Young, yo no podía engañarla de esta forma, no podía Hyun- decía totalmente afligido
-Entonces... ¿Por qué no?
-Porque no estoy seguro incluso si yo
-¡Maldición Saeng! ¿Crees que yo si estoy seguro? Hace tanto que no estoy en pareja, ni siquiera recuerdo haber tomado alguna en serio. Sin embargo, yo no te quiero lejos. No lo soporto. Te necesito a mi lado...siempre. Acaso ¿eso no es suficiente?
-Pero yo...tengo miedo- dijo al final confesando el peor de sus impedimentos
-Yo también- repetía el otro sorprendiendo al menor que jamás creyó escuchar por parte de Kim Hyun Joong que sentía miedo.
Con sus manos aun temblando del llanto y de los nervios, tomo el rostro del castaño acercándose cuidadosamente a sus labios, dándole un beso trasmitiendo la más pura de las dulzuras, transmitiendo todo el amor que se guardó desde hace meses.
***
Tiro su llave y el celular al sillón con fuerza de tanto enojo que traía encima y fue directo a la cocina. Puso a calentar agua y saco uno de los muchísimos paquetes de fideos con verduras de preparación rápida que tenía en la alacena. Espero a que el agua hirviera apoyado en la mesada y con el ceño fruncido de forma exagerada sin ninguna razón. No una válida.
El silbido de la pava lo trajo de las lejanías donde se encontraba su mente, tomó el paquete y lo abrió vertiendo el agua caliente. Tomo unos palillos y fue hacia la sala. Agarró una almohada y la tiro al piso, alcanzo el control remoto y encendió la televisión. Estaba tan enfadado. Tan frustrado que incluso ganas de tirar todo como un niño caprichoso le recorrían el cuerpo. "Me botó" se repetía con crueldad.
¡Genial Hyung Jun! Ni siquiera andaban y ya se deshizo de ti.
Que era lo que él tenía que todos se alejaban
No pudo evitar que el recuerdo de Jung Min al momento de rechazarlo llegara a su mente.
"Otra vez él" Nuevamente Park Jung Min estaba metido en sus pensamientos torturándolo. Haciendo sentir un imbécil, alguien sin ningún tipo de valor. Nuevamente lo hacía sentir no querido. Un rechazado. Un fracasado para el amor. Un nada. Eso significaba para Park: la nada misma. De seguro ni siquiera recordaba lo que hubo entre ellos. Ni debe pensar en mí más que como uno de sus subordinados. Debo ser solo una zorra con quien se acostó. Fui tan fácil para él "Mierda, mierda, mierda"
¿¡Que carajos haces, Kim Hyung Jun!?
Es que ¡No aprendes!
Estas retrocediendo al pensar en él. Debes olvidarlo. No. Ya lo hice.
No lo quiero. Mi amor por el ya no existe. Se esfumó...
No voy a permitir que alguien vuelva a humillarme de esa forma ya aprendi la lección y no pienso cometer el mismo error. Querer a quien me quiera. Eso es lo que haré de ahora en más.
Sentir ese vacío en el alma, llorar hasta quedar dormido y no tener ganas de levantarme. Es en lo único que pensé en este tiempo, lo único que me hacía enfrentarme frente e él con seguridad. Con la seguridad de saber que jamás volvería a estar de ese modo. Me lastimo, de las formas más inimaginables posibles, lo hizo. Riéndose de mí, presentándose frente a mí con su rostro sereno. Pasar a mi lado sin saludarme, sin preguntarme si estoy muriendo por él o si estoy bien. Jugar con mis sentimientos y mi cuerpo de la forma más cruel posible. Él lo hizo y aun así se presentó lo más tranquilo todos los días en el trabajo. Sin ningún remordimiento.
Lo detesto.
Aborrezco a las personas como Park Jung Min.
***
Llego a su hogar luego de un arduo día de trabajo. Estaba desecho. Saco sus zapatos y fue directo al baño para tomar una ducha.
Lavaba su cabello dejando que la espuma lo cubriera por completo, dejando que el agua recorriera rápidamente su formado cuerpo, con sus grandes manos aun masajeando su cabello pensaba en lo que había dicho esa tarde. No estaba seguro, estaba muy nervioso y eso le jugó en contra, solo esperaba no haber lastimado a Jun. No se lo perdonaría.
No cuando lo quería tanto. Tomo la esponja de baño empapándola en el jabón y empezando a frotar con delicadeza su piel. ¿Que pensara Jun de él? "Sí. Que eres un idiota" Se respondía a sí mismo.
O sea, primero voy y le clavo un beso y luego voy y le digo que no quiero nada. "No va a volver a hablarme" Debe pensar que soy un jugador de lo peor. Dios, cuando aprenda a no dejarme llevar por mis impulsos haré una gran fiesta.
Cerro la canilla y salió de la ducha, tomo una toalla y empezó a secarse pero el sonido del timbre lo interrumpió. Envolvió la toalla a su cintura y tomo otra colocándola sobre sus hombros.
Salió a velocidad del baño hacia la puerta de entrada resbalando a causa de lo mojado que estaba pero evitando caerse gracias a que se sujetó de una silla -Un momento- gritó incorporándose un poco y mirando el pie que se había golpeado
Llego a la puerta y abrió sin mirar quien era.
Encontrando tras ella a un desconocido, de traje negro formal, con un maletín en la malo y su cabello en una mezcla de castaño y colorado perfectamente peinado en una especie de rodete y un mechón cayendo a un costado terminando en un bien definido rulo.
-¿Si? - pregunto desconcertado esperando que el extraño se presentara
-Disculpe. Me presento, soy el abogado de su padre, el señor Kim y vengo a
-Cállese. - Lo interrumpió Kyu Jong - Lamento decirle que perdió su tiempo viniendo hasta aquí. No aceptaré nada de lo que él me diga. Ahora por favor retírese. - pidió algo descortés y sobrante
-Por favor escúcheme. Es importante que arreglemos
-No pienso arreglar nada. - Interrumpió por segunda vez a quien tenía en frente - No quiero hacerlo- decía con seguridad al hombre de traje -Váyase- agregó mientras cerraba la puerta
-Espere por favor- dijo el otro tomando la puerta y evitando que se cerrara -Deje que me presente y terminemos con esto- reclamaba
-No quiero. Suelte la puerta ¡Rayos! - dijo soltándola de golpe causando que el otro se tambaleara
-Disculpe pero comprenda...este mi trabajo. - Decía el hombre más delgado algo agitado -Soy Jang Geun Suk, abogado de su padre. Un gusto. - se presentó haciendo una notable reverencia demostrando todo el respeto posible al hijo del hombre para quien trabajaba.
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Amores De Revista [MinJun]
FanfictionEsta comprobado que la mayoria de las personas conocen el amor en sus lugares de trabajo y esta no sera la excepcion para estos hombres. La entrega total e ingenuidad del primer amor. El querer dar todo por una persona a la que quieres a tu lado ma...