I Want To Bite [Frerard]

Capitulo tres: Sangre inocente 1/2

Frank se quedó de pie en la entrada.

Gerard preguntó molesto — ¿Qué estás esperando? Entra de una vez.

Trató de deshacerse de su enfado durante el recorrido en taxi. Pero estaba molesto.

Frank dijo con voz exasperada. —Eres un tanto descuidado para ser cazador, ¿no crees? ¿Invitando a un vampiro?

—Maldita sea, ¿entrarás o no?

—Ese temperamento, ese temperamento... Vas a provocarte un derrame.

—Oh, cállate y cierra la puerta con llave.

Frank ingresó al departamento y cerró la puerta como se le indicó. El estrecho corredor tenía una puerta a cada lado, y al final se encontraba la sala. A la derecha una pequeña cocina y a la izquierda la puerta que daba al dormitorio.

Frank se quedó parado en la entrada de la sala examinando el interior. Un viejo sillón de cuero, una mesa, una lámpara, libreros y una pequeña televisión de pantalla plana, eran toda la decoración interior.

—Mmm está mucho más ordenado de lo que esperaba.

— ¿De lo que esperabas? Me gusta el orden.

—Como dije, es inesperado.

—Diablos, eres molesto. No me siento de humor para interpretar al buen anfitrión.

—Oh, un té sería agradable, con leche.

Demasiado enfurecido como para discutirlo, Gerard suspiró y se dirigió a la cocina. ¿En qué demonios estaba pensando al traerlo aquí? Se dijo a sí mismo molesto mientras encendía la hornilla.

Buscó en sus gabinetes y encontró una caja con olor a té en el fondo.

Lanzó la bolsa de té dentro de un pocillo, vertió el agua hirviendo y le añadió leche, que estaba a punto de caducar.

Cuando regresó a la sala, vio como Frank levantaba una fotografía de la librera y la examinaba. Gerard tomó el marco y le colocó el pocillo en la mano.

—Respeta la propiedad ajena.

—Lo siento, ¿es tu familia?

Gerard volvió a colocar el marco en la librera, luego tomó su pocillo y se dejó caer sobre el sofá, sorbiendo un poco de su té. —Sí, fueron asesinados por vampiros.

Frank permaneció en silencio. La fotografía había sido tomada hacía ocho años en una fiesta de cumpleaños. Mostraba a un Gerard de doce años junto a su hermano, Michael, y a sus padres. Gerard fue el único superviviente. La tragedia aconteció tan sólo un mes después de que esa fotografía fuera tomada.

El odio de Gerard por los vampiros surgió en ese momento por haberle robado a su familia dejándolo solo, juró que se vengaría de esos monstruos y se convertiría en un cazador para impartir su venganza.

Sin embargo, al día de hoy, no sabía quién la había destruido y por eso, todos los vampiros se habían vuelto el objetivo de su odio. Incluyendo el que estaba parado frente a él en su sala.

Gerard levantó la mirada y vio a Frank. Estaba sosteniendo el pocillo con ambas manos, estudiando la fotografía. Una mirada de dolor, como si sintiera una enorme tristeza, apareció en su rostro.

Gerard retiró la mirada y dijo cortantemente. —Si sabes algo acerca de los perpetradores, entonces dímelo.

—Si lo hago, ¿escucharás mi propuesta?