08.

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Las primeras sombras de la noche se ciernen sobre el pequeño pueblo de Beacon Hills, envuelto bajo una profunda y silenciosa oscuridad. Los destellos blancos que iluminaban el firmamento, te invitaban a mirar el brillante parpadeo de las estrellas, así como la enigmática y cegadora luz de la luna.

La temperatura ahora era más fresca que en la mañana; la brisa un poco más fuerte erizaba los finos pelos de mis brazos, aquel ambiente recordaba a una de las tantas noches de verano que solía pasar en el bosque junto a Stiles y Scott.

-¿Tienes frío? -preguntó Stiles al percibir mi tiritera, sin esperar respuesta, el chico abrió la puerta delantera del vehículo, sacando de su interior una chaqueta de un oscuro color rojo, colocándola a continuación alrededor de mis hombros.

-No era necesario -sonreí ante el cordial gesto del joven, honestamente tenía la piel de gallina.

-¿En serio? Entonces el castañeo de tus dientes como música de fondo ¿qué era?-cuestionó con su tono sarcástico habitual, al que respondí con una mirada glacial

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-¿En serio? Entonces el castañeo de tus dientes como música de fondo ¿qué era?-cuestionó con su tono sarcástico habitual, al que respondí con una mirada glacial.

Será mentiroso, mi mandíbula no estaba haciendo sonidos rítmicos, tal vez estuviera temblando un poco, pero todo lo hacía con un fin concreto, la contracción de mis músculos para producir calor, estos frenéticos espasmos ayudaban a mantener una correcta temperatura en mi cuerpo, o al menos eso pensaba.

-Además, no creo que me haga falta en México -añadió el joven, retomando el proceso de reparación mecánica del vehículo, o mejor dicho, supuesto ''intento'' de reparación.

Al parecer Stiles había recuperado su amado jeep, Roscoe, pero aún requería de algún que otro arreglo. Frente a la enorme y hogareña casa de Scott, el chico revisaba el motor del automóvil en su totalidad, para prevenir inesperadas averías durante el largo viaje.

-¿Seguro que no quieres que os acompañe? -pregunté, colocándome correctamente la prenda de vestir.

Ayer por la tarde Scott y Stiles determinaron llevar a cabo la dura misión de encontrar, salvar y traer de vuelta a Kira. Su padre, el Sr.Yukimura, nos aportó información acerca del lugar en el que se encontraba la chica, nos explicó que su madre, la llevó consigo a un insólito sitio localizado en Nuevo México, denominado ShipRock. El haberla trasladado allí, había sido por su bien, en su interior se hospedaba un zorro asesino que debía de vencer, evitando de ese modo que continuará oscureciendo su aura.

-Te necesitamos aquí -repuso distraído, mientras extraía una pequeña pieza metálica del interior del motor -Necesitamos que vigiles a Theo.

-¿Todavía desconfías? -cuestioné entregando al chico una de las tantas llaves inglesas que guardaba en la caja de herramientas.

-Nunca he dejado de hacerlo -masculló con voz entrecortada por el esfuerzo aplicado en el enrosque de tuerca -Siempre nos lleva un paso por delante, tenemos que averiguar que está tramando.

Theo Raeken || Nobody's ever loved me to the truth [2] En Pausa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora