Capitulo 19.

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Un nuevo día empezaba y con muchas ganas de que ya termine. Hoy operaban a Lali y estábamos todos muy nerviosos. Me quedé a dormir en su depto y ahora estaba preparando el desayuno para los dos.

Peter: buen día mi amor - la vi sentada en la cama y la besé -
Lali: hola - desganada -
Peter: cambiame la onda por favor te lo pido, ya lo hablamos ayer.
Lali: tengo mucho miedo.
Peter: ya se gorda - dejé la bandeja y me senté al lado de ella para abrazarla - va a salir todo bien.
Lali: te amo mucho, desde el primer día en que nos vimos te amo.
Peter: yo también Lali. - le agarré la cara e hice que me mire - y siempre lo voy a hacer, vamos a amarnos hasta que estemos viejitos.
Lali: hasta ahí nada más?
Peter: que tonta que sos - me besó - hice el desayuno
Lali: no tengo hambre.
Peter: dale que después vas a estar toda la tarde sin comer nada.

4 de la tarde estábamos entrando al hospital, algunas enfermeras la saludaron y desearon suerte. Nos dieron una habitación y estuvimos esperando ahí hasta que llegó Federico. Me fui de la habitación aunque ella me dijera que no lo haga. Podía ser re buen tipo pero cada vez que lo miraba lo imaginaba besándola o haciéndole el amor y me daba bronca.

Majo: como va todo? - me saludó cuando nos encontramos en la sala de espera -
Peter: recién entró el médico por eso salí
Majo: estas bien vos? - me acarició la mejilla -
Peter: un poco nervioso nada más - me abrazó - va a salir todo bien no?
Majo: si mi vida, vos tenés que estar tranquilo asi ella también lo está
Peter: hago todo lo que puedo.
Carlos: hola Peter - llegó y me saludo - se sabe algo?
Peter: recién entró el médico ahora cuando salga pueden entrar ustedes a verla.
Carlos: que nervios dios mio!
Majo: al final están ustedes dos peor que yo - los tres reímos - tranquilos que Lali es fuerte.
Fede: claro que si - apareció de atrás mio - que tal yo soy Federico - saludó a los papás de Lali, no podía creer que no lo conocían -
Majo: como está mi hija?
Fede: bien, a las 9 va a tener que estar lista para ir al quirófano. No puede comer ni tomar nada más que agua.
Carlos: podemos pasar ahora?
Fede: si los está esperando.
Majo: gracias y por favor salve a mi hija.
Fede: es lo que más quiero.

Saludó y se fue. Carlos y Majo entraron al cuarto así que yo me quedé ahí sentado esperando a poder verla otra vez.

Cuenta Lali.

Fede: hola - me dijo cuando cerró la puerta atrás de Peter -
Lali: todo bien?
Fede: si - se sentó al lado mio en la camilla - como estas vos?
Lali: re cagada - reímos -
Fede: tranquila - me abrazó - voy a hacer lo posible para que salgas rápido
Lali: gracias por todo esto
Fede: gracias a vos por confiar en mi

Nos quedamos un rato más abrazados sin decir nada. Cuando se separo me dio un beso en la frente y salió de la habitación. Después entraron mamá y papá. Casi que no hablamos porque los nervios y la tristeza hacia que nada más lloremos. Nos abrazamos los tres y me llenaron de besos antes de irse y que me quedé ahí sola de nuevo.

Peter: estas bien? - me tocó la espalda porque estaba acostada de espalda a la puerta -
Lali: - me di vuelta y sonreí - no sabía que estabas acá
Peter: no llores linda - me limpié la cara -
Lali: listo ya está.
Peter: tenés que prepararte con la ropa del hospital y eso - me la dio ya que la tenía en la mano - queres que te ayude? - me miró pícaro y me hizo reir
Lali: - me acerqué al él y lo besé - me encantaría que seamos uno en este mismo momento - le susurré en el oído -
Peter: sos loquita heee! - me besó otra vez - a mí también me gustaría linda pero puede entrar alguien.
Lali: te necesito mi amor - me pare al lado de él y abrazándolo lo empecé como a empujar hasta el baño -
Peter: Lali... dale me da vergüenza.
Lali: vergüenza? Vergüenza es robar, Pedro!

Lo acorralé sobre la puerta del baño del lado de adentro y le empecé a besar el cuello, sabía que se volvía loco y eso era lo que quería. Tenía tanto miedo de que sea la última vez que estemos juntos que intenté disfrutar al máximo esta locura que estábamos haciendo, haciendo por amor así que todo valía en ese momento. Terminada dicha acción estábamos sentados en el piso, con casi toda nuestra ropa puesta, yo arriba de él, abrazándonos como si pudiéramos meternos en la piel del otro y ser uno solo para siempre. Fue uno de los momentos más lindo que habíamos pasado juntos y para no arruinarlo intenté olvidarme de que no habíamos usado preservativo.

Perderte de nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora