Perderte de nuevo.

Capitulo 21.

Lali: me duele Pipi.
Peter: ya se mi amor - acaricié su mejilla - pero ya se te va a pasar.
Fede: que haces acá? - entró a la sala de terapia -
Peter: quería verla.
Fede: bueno pero no podes estar acá

Bufé y salí enojado de la habitación. Este estúpido venía a hacer una escenita, a refregarme en la cara que él si podía estar ahí con ella y yo no, venía a echarme. Ya no me lo estaba bancando nada y en cualquier momento me iba a cansar pero evitaba esa situación solo por Lali.

Cuenta Lali.

Lali: no era necesario tratarlo así
Fede: bueno pero tampoco puede hacerse el nene ofendido, en un rato vas a la habitación y puede entrar si quiere.

No le contesté más nada porque sabía que estaba enojado, se le notaba pero nose porque. Después de ver si me sentía bien se fue para volver con dos enfermeras que me llevaron a mi habitación. Fue muy doloroso tener que pasar a la cama pero Fede me había puesto un calmante en el suero, ya se me iba a pasar.

Majo: hola, hola! - entró junto con papá -
Lali: hola -sonreí -
Carlos: como estas hija? - me beso la frente -
Lali: bien, un poco dolorida pero bien.
Majo: y como para no, con todo lo que te deben haber toqueteado ahí adentro. - se acercó ella también y me dio mil besos en la mejilla -
Lali: mamá - me quejé riéndome -
Majo: bueno, es que estaba muy nerviosa y ansiosa por verte.
Lali: gracias a Fede salió todo bien.
Majo: gracias a tus ganas de mejorar salió todo bien - me miró sonriendo - que onda ese Fede?
Lali: mamá - la reté -
Majo: que? - papá me miró y rió -
Carlos: yo voy a buscar el bolso de tu mamá y vengo - se fue -
Lali: que bolso?
Majo: me quedo acá a cuidarte.
Lali: no es necesario ma, de verdad.
Majo: basta Mariana, me quedo y punto - me sonrió y se sentó a los pies de la cama - mejor contame de tu amigo.
Lali: vos lo dijiste, mi amigo - me miró obvia - no da contarte ma. Es un quilombo que ni yo entiendo.
Majo: pero te puedo ayudar, dale.
Lali: bueno - tomé aire - lo conocí cuando entré a hacer las practicas acá, en el hospital y después de un tiempo de ser mi amigo me dijo que él sentía cosas por mí.
Majo: y vos? Sentís algo más que amistad por él?
Lali: sino no hubiera estado con él mamá -reí - Hace como un año que vamos y venimos pero nunca le puse decir del todo que si, a pesar de que él nunca me pidió formalizar la relación.
Majo: y por qué hija? - la miré obvia - Peter - se contestó sola mientras se reía -
Lali: es más fuerte que yo, ya nose si es solo por lo lindo que vivimos o porque de verdad no puedo dejar de amarlo.
Majo: no conozco a Federico pero parece buen chico y me parece que no se merece que le mientas... ni vos te mereces mentirte a vos misma.
Lali: a mi puede ser que me mienta, pero ni a él ni a Peter les mentí en ningún momento.
Majo: y ahora? Que vas a hacer con los dos acá todo él día?
Lali: nose, ya ninguno se está bancando la situación y yo menos.
Majo: Peter no se quiere ir, ya le insistí y no quiere.
Lali: que terco que es - alguien se asomó a la puerta y yo no podía ver porque estaba a mi espalda pero mamá le sonrió y dijo que espere -
Majo: vino a verte alguien, yo ya vuelvo.
Lali: quién es? - la miré y no me dijo nada solamente apareció Euge sonriéndome -
Euge: hola amiga! - casi se me tiró encima para abrazarme y yo igual -
Lali: te extrañé mucho. No te vayas más - reímos -
Euge: yo también te extrañé, así que la próxima vez vamos juntas.
Lali: no me lo pierdo ni loca.
Euge: como estas? Te duele mucho? - se sentó donde antes estaba mamá -
Lali: un poco, pero ya se me va a pasar... contame vos como te fue, qué hiciste, a donde fuiste.
Euge: No sabes lo que es ese lugar Lali, es hermoso, igual que en las películas - nos reímos - fueron Agustina y Cande un par de días y volvimos ayer las tres juntas.
Lali: me hubiera encantado estar ahí amiga.
Euge: a mí también - me agarró la mano - ya vamos a tener tiempo para viajar otra vez.
Lali: estás segura?
Euge: Mariana! - me retó y reímos - no te quiero escuchar decirme otra vez algo asi.
Lali: bueno che, un chistecito.
Euge: mejor contame como va ese corazón, ya me enteré de que sos doña Flor y sus dos maridos.