Capítulo 9 - Sensei

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Miguel Ángel se encontraba sentado mirando a un peluche que sostenía en sus manos. La falta de luz hacía que no pudiera distinguir bien sus rasgos, sin embargo él mostró una ligera sonrisa al recordar que fue Rafael el que le había dado este obsequio. De pronto notó como el hilo viejo se alargaba haciendo parecer que el muñeco había perdido un ojo.
—Recuerdo cuando me regalaste esto— Él se aferró más al peluche. —Como quisiera que esos días regresaran, pero lo que se fue nunca volverá— Sonrió para levantarse y caminar hacia la oscuridad.

Mientras tanto los demás fueron a ver a Sensei. Leonardo miró hacia la puerta sin abrirla. —Sensei ¿Está aquí?— Pero no hubo respuesta. —No está—
—¿Cómo que no está?— Preguntó Donnie confundido. —Él siempre...—
—¡Tiene que estar!— Rafael empujó a Leonardo y deslizó la puerta tan fuerte que se escuchó como se rompía y varios pedazos caían al suelo.
—¡Rafael!—
Sin más, miraron al interior y pequeñas gotas rojas se dirigían al interior de la habitación. A medida que la sangre aumentaba, se hacía más oscura la habitación. Al avanzar alarmados notaron que el rastro se detenía topando con la pared.
—Sen...sei— Leonardo tartamudeó y sintió lagrimas deslizarse por sus mejillas.
Su padre que había cuidado de ellos yacía muerto topando en la pared, con sus entrañas fuera y su cabeza partida.
Leonardo se arrodillo ante el cuerpo y lo abrazó con mucha fuerza, no queriendo que su padre lo haya dejado.
Donatello no pudo mirar, cubrió sus ojos y temblaba.
Rafael no quería llorar, pero poco a poco se derrumbó.
—No tenía que pasar esto... ¿Por qué?— La voz de Leo comenzó como un susurro y fue terminando con gritos. —¿¡Cómo pudo asesinar a su padre!? ¿¡Cómo!?—
—Mikey...— Susurró Rafael. —Ese maldito—
—¡No le llames así!— Replicó Donatello. —¡Es nuestro hermano!—
—¡Ya no lo es!–
El de bandana roja se paralizo al sentir una bofetada, su ira se acumulaba pero no se movió.
—No vuelvas... A decir eso— Dijo Donnie entre sollozos.
Leonardo no soltaba a su padre, no dejaba de llorar. —¿Por qué te fuiste padre?— Gritaba desesperadamente mientras su voz se rompía por el llanto.
—¡¡¡MIKEY!!!—
Unos pasos lejanos se escucharon acercarse poco a poco. Rafael alzó la mirada para ver hacia la entrada de la puerta que había dañado.
—¿Mikey?—

Unseen (TMNT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora