El Cielo En La Tierra (Camren Gip)

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<Ordena tu mente, para ordenar tu vida>...

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Camila Pov.

Lauren me decía cosas en el oído mientras jugaba con nuestras manos, planeo decirle que hagamos un lazo o matrimonio.

No puedo soportar estar lejos de ella y no dejaría que nadie nos separe, porque según Simón las dos somos puras, osea que no tenemos maldad en nosotras.

-¿Chicas?-. Pregunto Simón entrando y Lauren se alejo pero dejando nuestras manos entrelazadas.

-¿Que sucede padre?-. Le pregunto Lauren viendo a Simón.

-Hay una historia que tienes que saber mi pequeña-. Dijo tomando una silla y quedando enfrente de nosotras.

-¿Que historia?-. Pregunto Lauren viéndome de reojo.

-Escucha con atención-.

-Un lobo siguiendo un rastro que había sentido más temprano, al llegar cerca al arroyo pudo ver el venado que tranquilo tomaba algo de agua, era un venado pequeño, pero servía, habían pasado días desde su última comida. Se preparó y con sumo cuidado se acercó a su presa, cuando esta se agachó para un nuevo sorbo de agua, el Omega de la manada arrancó con furia y atravesó la garganta del venado-. Paro un momento viendo a Lauren.

-Inmediatamente, con el venado muerto, aulló con fuerza y su manada vino a su encuentro mientras él se lavaba su hocico con el arroyo. Cuando se dio vuelta para el encuentro de su manada sintió los dientes cerca a su cuello y se dio contra el piso lastimado-. Dijo y pude ver la tristeza en sus ojos.

-Un lobo blanco había atacado sin piedad al joven, atrás suyo un lobo negro y una hembra esperaban. Los tres estaban flacos y se notaba la falta de alimento. La hembra era conocida para el líder de los siete lobos; era aquella que se había lanzado contra la fogata. Los lobos frente a ellos eran los restos de su manada enemiga-. Termino todo sin dejar de mirar a Lauren.

-No comprendo-. Dijo Lauren y yo asinti porque tampoco entendí nada.

-El lobo fue traicionado, traicionado por su propia manada, porque ese lobo iba hacer el líder de todos los clanes, los dioses lo habían escogido para marcar paz en la tierra. Él era el único que había logrado que los vampiros, lobos, brujas, humanos estuvieran en paz por siglos-. Dijo sonriendo un poco.

-El rey de todos los clanes, pero su amada fue egoísta, lo mato a sangre fría por querer el poder que representaba, esa loba estaba embarazada y la leyenda cuenta que esa criatura traería la paz en la tierra pero no sobreviviría al pelear contra su verdadera madre-. Dijo bajando el tono de su voz.

-¿Quien es la chica?-. Pregunte tratando de pensar.

-Lauren-. Dijo y tense mi cuerpo.

-¿Que?-. Pregunto ella con asombro.

-Tu eres la hija de Clara, la mujer mas cruel y sádica que hay en este mundo, ella logro que la oscuridad la ayudara y nadie puede matarla-. Dijo y apreté la mano de Lauren.

-Ella te abandonó, yo te encontré cuando eras una bebé de tan solo unos meses de nacida, sabia que eras importante en cuando tus pequeños ojitos se centraron en mi-. Dijo y se levanto mirando con amor a Lauren.

-Analiza lo que te he dicho hija mía y cuando estés lista ven a mi y te daré las respuestas que quieras-. Dijo y se marcho.

Lauren se quedo ahí pensando para después romper a llorar, sabia que ella apenas se enteraba de donde venia y suponiendo que su propia madre mato a su padre para después dejarla abandonada le dolía.

Lloro como un pequeño cachorro, la abraze a mi tratando de tranquilizarla y tratando de procesar todo lo que estaba ocurriendo.

-¿Porque?-. Preguntaba pero yo no sabia que responderle.

-Mirame...-. Dije tomando su rostro entre mis manos.

-No te voy a dejar... ¿Lo entiendes?-. Pregunte y podía ver sus ojos rojos de tanto llorar.

-Si te quedas conmigo saldrás lastimada-. Dijo y negue con la cabeza.

-No me importa, dejame estar contigo-. Dije pero ella negó con la cabeza.

-Alejate de mi-. Dijo en un susurró.

-¡No pienso hacerlo!-. Le grite tomándola de la camisa.

-No quiero que salgas lastimada-. Dijo pero la tome mucho mas fuerte.

-Casate conmigo-. Dije y abrió mucho los ojos.

-¿Que?-. Pregunto mientras la abreze mas a mi.

-Casate conmigo-. Dije para después besarla con fuerza.

Poco a poco fuimos rescostandonos en el sofá mientras me besaba el cuello.

-Quiero unirme a ti-. Dije jadeando.

-¿Estas segura? ¿Donde quedo lo lento?-. Pregunto mientras mordi su mano.

-No tenemos tiempo para ir lento, quiero unirme a ti ahora-. Dije besando sus mejillas.

-¿Para siempre?-. Pregunto alzandome, enrede mis piernas en su cintura y mis manos en su cuello.

-Para siempre-. Dije sonriendo mientras caminaba a la cama de su cuarto.