El Principio

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A través del tiempo, el mundo ha sido poblado por muchas y muy diversas criaturas que convivían pacíficamente con los humanos; habitando diferentes lugares y manteniendo pocas, pero amables interacciones.

Sin embargo en un punto de la historia estas diferentes especies empezaron a decaer en población por lo que, para mantener su legado, se vieron en la necesidad de reproducirse con los humanos, dando así lugar a una nueva especie: los hanyou.

Los hanyou son seres híbridos con apariencia mayormente humana pero con ciertas características, habilidades y leves rasgos físicos según la especia de la que desciendan, además de poseer agudos sentidos e instintos.

Estos hanyou debieron aprender a ocultar aquellos rasgos físicos a medida que la sociedad humana avanzaba y se olvidaba de la diversidad de especies de las que descendían, quedando solo como antiguas leyendas.

Los hanyou tienen una pareja predestinada desde el momento de nacer, cuando le encuentran deben entregarle un objeto especial, un colgante que contiene su esencia y si, efectivamente, es la persona indicada ese objeto será el símbolo de su unión.

Normalmente las parejas de los hanyou son humanas, dado que los hijos de dos hanyou tienen cierta dificultad para ocultar sus características especiales, además de tener un fuerte y hasta agresivo carácter junto a intensos instintos.

Los genes especiales de los hanyou son muy dominantes, por lo que es casi imposible que sus bebes sean humanos a pesar de que su pareja lo sea, de esta manera mantienen su especie.

Los hanyou tienen la capacidad de controlar el momento en que su cuerpo pueda crear nueva vida independiente de que sea macho o hembra, aun así llegan a la madurez alrededor de los 14 años, a partir de esa fecha cada cierto tiempo entran en etapa de celo, momento que dura alrededor de 3 días, aumentando hasta una semana al encontrar su pareja. Todos los hanyou entran en etapa de celo durante la primavera.

-o-

─Por aquí ─gritó el tricolor.

─Pase largo ─le gritó de vuelta el albino, pateando el balón de soccer hacía el otro extremo de la cancha.

─Lo tengo ─el tricolor lo recibió con el pecho y de inmediato fue corriendo hacia la portería.

En el camino fue acorralado por tres jugadores del otro equipo, entonces divisó al moreno cerca ─ ¡cambio! ─le dijo este.

─Hai ─el tricolor movió varias veces el balón entre sus pies para despistar a los demás antes de pasarlo a su compañero y seguir corriendo.

El de cabellos cenizos se regresó a la mitad de la cancha frente a la portería y esperó a que la mayoría lo rodeara para regresarle el balón al tricolor quien estaba ya cerca de la portería.

─ ¡Goooooool! ─las chicas corearon a gritos cuando los de la clase B hicieron la anotación ─ ¡Atemu-san es tan genial! ─gritaron algunas ─ ¡Thief-san es tan sexy! ─esos y más halagos soltaban las féminas de la institución ─ ¡Kuroi-san es fabuloso!

─Buen partido ─celebraron los chicos que estaban jugando.

Una campanada se escuchó ─Ehhhh... es hora de entrar a clases ─se quejaron casi todos.

─Estuvieron muy bien chicos ─un muchacho rubio apareció al lado del tricolor pasándole un brazo por los hombros.

─ ¿Joey? Pensé que aún no habías llegado ─se burló.

─Que gracioso Yami ─refunfuñó con sarcasmo ─no quería ponerme a forcejear entre su enorme club de fans.

─ ¿Dónde está el gato roñoso de tu novio? ─preguntó el albino.

La Persona Que Es Para MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora