Sentimientos Revueltos

1.6K 95 33
                                    

— ¿En serio quieres confirmarlo? Bien, que conste que tú lo pediste —Ryou sintió que su cuerpo dejaba de reaccionar cuando Bakura le tomó de ambas mejillas y empezó a bajar su rostro lentamente hacia el suyo.

¡¿De verdad iba a besarlo con tal de que Alister lo dejara en paz?!

Justo cuando intentó coordinar su cerebro y cuerdas vocales para decirle que no tenía por qué hacerlo, sintió los cálidos y finos labios de Bakura contra los suyos.

Ahora sí que su cerebro dejó de funcionar.

-x-

Alister se quedó, cuanto menos atónito, ante la escena frente a sus ojos.

Claro, nada comparado a lo que sentía Ryou. Su cuerpo estaba casi inmóvil, apenas si pudo cerrar lentamente los ojos a la vez que sentía la sangre subirle a las mejillas, las cuales dejaron de estar presas por las manos de Bakura sólo para que estas bajaran a su cintura.

Sus brazos, que desde antes estaban rodeando a Bakura, ni sabían si empujarlo o presionarlo más, así que estaban tensos; su cola por otro lado sí que seguía un instinto profundamente oculto en su interior que le obligaba a mantenerlo cerca a la vez que sus labios correspondían tímidamente al beso de Bakura.
Realmente dudaba si debía corresponder o no el gesto, después de todo era mera actuación... ¿cierto?

Aun así, había algo en los labios de Bakura que lo incitaba a seguir con aquel beso, algo que despertaba su instinto y hacia ronronear a su mitad neko tanto como mantenía saltado a su mitad usagi. De repente, el aroma de la naturaleza y el agua salada a su alrededor desapareció, solo podía sentir el aroma de Bakura envolverlo lentamente... y lo estaba haciendo derretirse entre sus brazos.

Un pequeño jadeo de gusto se escapó de sus labios, justo cuando separaron sus bocas. Bakura lo miró sorprendido y algo sonrojado al oír semejante reacción. Aquel beso le había hecho acelerar el corazón, pues los labios de Ryou tenían algo delicioso que le hacía querer seguir besándolo y no parar.

Estaba confundido.

Pero no más que el propio Ryou, los ojos chocolates del hanyou se abrieron de impresión y tuvo que resistir el impulso de llevarse una mano a la boca para que Alister no sospechase nada ¡¿Por qué se dejado llevar tanto por el beso de Bakura?! Y sobre todo ¡¿Por qué sentía el impulso de repetirlo?!

Para evitar levantar alguna sospecha, ocultó su rostro en el pecho del mayor, fingiendo que simplemente lo abrazaba cuando en verdad buscaba ocultarse, de Alister, de Bakura, incluso de su propio sentir.

Bakura se recompuso enseguida y devolvió una mirada socarrona al perplejo Alister, afianzando más sus manos en la cintura de Ryou —así están las cosas ¿te quedó claro o necesitas algo más?

El de pelo magenta sólo lo miró con furia ardiendo en sus orbes grises — ¿así que te fue muy fácil remplazarme, no Ryou? Eres...

—No te atrevas a insultarlo —amenazó Bakura, retirando una de sus manos para levantar el puño amenazante.

Ryou por fin se separó un poco del pecho de Bakura, lo suficiente para mirar a Alister —no te 'reemplacé' como dices, yo sólo encontré alguien mejor —ladeó la cabeza, tratando de fingir una tez inocente que fuera creíble a la vista ajena —quiero decir, a la persona indicada —posó su mano sobre el puño de Bakura e hizo que sus dedos se entrelazaran.

Sin decir una palabra más, Alister salió corriendo de regreso a la playa. Bakura y Ryou suspiraron al verlo marchar.

El hanyou dejó caer, inconscientemente, su cabeza contra el pecho de Bakura de nuevo —que fastidio —murmuró el mayor, luego de unos instantes.

La Persona Que Es Para MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora